Tras aprobarse el pasado mes de marzo, la nueva Ley de Bienestar Animal entrará en vigor el próximo 29 de septiembre.

Destinada a erradicar el maltato y abandono de mascotas en España, su arranque será a fuego lento, puesto que dos de sus normas más comentadas aun no serán obligatorias.

Son precisamente dos normas que han causado gran polémica desde su aprobación: el curso obligario para dueños y el seguro de responsabilidad civil para el animal.

Según fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, el retraso en la aplicación es solo “un desfase” temporal hasta el traspaso de funciones del Gobierno que está en funciones tras la convocatoria electoral.

Con todo, el Ministerio insiste en que el reglamento está redactado y estaría solo pendiente de aprobación.

Aparte de los cambios de última hora en la aplicación de algunos aspectos relevantes de la norma hasta el traspaso de funciones del Gobierno en funciones, existen otros plazos para dar tiempo a la adaptación de los afectados por la nueva ley que sí están recogidos en el texto.

Es el caso, por ejemplo, de la moratoria de un año desde la entrada en vigor de la ley para que las tiendas que venden perros, gatos y hurones puedan adaptarse, porque no podrán seguir haciéndolo; sólo tendrán autorización para comercializarlos los criadores.

Además, la ley establece sanciones económicas que van desde los 500 a los 200.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.

Los perros de caza, excluidos

La norma protege a los animales domésticos y a las especies silvestres que están bajo el cuidado humano del maltrato y abandono y promueve la adopción y tenencia responsable.

Así, excluye a los perros de caza y los de otras actividades profesionales de su aplicación.

Por su parte, se considerarán animales de compañía, además de a los perros, gatos y hurones, las especies incluidas en un listado elaborado por Ministerio de Derechos Sociales; así como aquellos animales de producción inscritos por sus titulares como ejemplares de compañía, entre otros.

Novedades de la nueva ley

Entre otras novedades, no podrán dejarse los animales de compañía sin supervisión durante más de tres días consecutivos.

Una cifra que se reducirá a un máximo de veinticuatro horas consecutivas y en el caso de la especie canina.

La norma incluye además una batería de obligaciones a los dueños, como por ejemplo: identificar a sus mascotas, garantizar sus servicios sanitarios, recurrir a un profesional de comportamiento de animales cuando existan problemas de convivencia, evitar la reproducción indiscriminada o manejarlos con métodos que no les causen sufrimiento.