Cada vez más va quedando claro que el «asalto» del Capitolio el 6 de enero de 2020, tras las elecciones presidenciales tildadas por muchos de fraudulentas, fue consecuencia de una «trampa» cuidadosamente planificada por los demócratas, y la última y explosiva entrevista de la estrella televisiva Tucker Carlson no hace más que confirmarlo.

En su más reciente vídeo publicado en X (antes, Twitter), Carlson entrevista al exjefe de Policía del Capitolio Steven Sund, que explica al detalle qué pasó realmente aquel fatídico 6 de enero, que Biden comparó con el ataque a Pearl Habour y que los grandes medios califican de intento de golpe de Estado.

En realidad, la entrevista no es nueva. Carlson la grabó cuando aún era la estrella de la Fox, antes de ser sorprendentemente despedido. La cadena nunca llegó a emitirla.

Todo el testimonio de Sund apunta claramente a una cínica instrumentalización de la indignación republicana por parte de los demócratas, pero quizá lo más condenatorio sea la afirmación de Sund de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se negó a autorizar el despliegue de la Guardia Nacional en el Capitolio a pesar de las súplicas del propio Sund, y que las agencias federales ocultaron información y señales de advertencia de peligros potenciales antes de los disturbios. «No parece que la gente realmente quiera llegar al fondo del asunto», dijo Sund, y agregó: «Realmente no. Y todo se vuelve peor a partir de ahí».

Sund obtuvo la aprobación para traer a la Guardia Nacional a las 2:09 pm. Antes de su aprobación, rogó a varios generales, incluido el general Michael Flynn, que trajeran a la Guardia Nacional. Los funcionarios le dijeron a Sund que «no les gustaba cómo quedaría la presencia de la Guardia Nacional», ya que supuestamente rogó su ayuda para intervenir en la violencia.

«Esto me parece una trampa», dijo Carlson, y agregó: «Lo siento, pero es así». Sund responde: «La cosa se pone mejor. Así que suplico y suplico y él dice «bueno, voy a acercarme a hablar con el Secretario de Defensa o con quien sea que fuera a hablar. En ese momento recibo una notificación, mientras todavía estoy al teléfono, es por el tiroteo de Ashli Babbitt. Entonces le dije al general que ya había tiros, recuerdo haber gritado por teléfono: hay disparos en el Capitolio de Estados Unidos: ¿le parece ya lo bastante urgente ahora?»

Según Sund, la Guardia Nacional no apareció hasta las 6:00 pm, horas después del tiroteo fatal de Babbitt. Y afirmó que el Pentágono desplegó recursos en las casas de los generales, pero no en el Capitolio.