O Vox se reconvierte o que la derecha se vaya olvidando en lo sucesivo de gobernar España
J. García Domínguez (R) Como es sabido, en Grecia tienen una ley electoral que otorga una prima adicional de 50 diputados en el Parlamento al partido que obtenga la mayoría relativa en las elecciones, un plus de representación para el ganador del que se puede beneficiar cualquiera, tanto Syriza cuando se impone la izquierda, como Nueva Democracia si triunfa la derecha.
En cambio, aquí, en España, rige otra norma, si bien no escrita, según la cual, gane quien gane los comicios, el PSOE dispondrá siempre en las Cortes de unos 30 diputados más de los que hayan salido elegidos en sus listas; norma consuetudinaria de obligado cumplimiento que, por cierto, solo entró en vigor tras la irrupción en escena de Vox.
En consecuencia, el premio de representación adicional correspondiente en exclusiva a los socialistas va a oscilar ahora entre los 26 y los 33 escaños, dependiendo de lo que Junts per Catalunya decida hacer en la sesión de investidura. Y se puede entender que eso resulta muy injusto, pero, como diría Rajoy, hay lo que hay y las cosas son como son.
Guste o no, pues, la existencia de Vox como fuerza con representación parlamentaria conlleva asociados tres fenómenos gravosos para el bloque de la derecha en su conjunto.
El primero, esos votos en la Cámara que ahora se alinean por rutina con el PSOE (entre ellos, algunos tan “izquierdistas” como los del mismo PNV que en su día hizo presidente a Aznar). El segundo, la constatación empírica, ya muy testada, de que Vox no sólo no aporta nada al bloque de la derecha, sino que resta bastante por el efecto perverso de la ley D’Hont en las pequeñas circunscripciones provinciales de la España periférica (donde yo vivo, Galicia, sus 77.000 votos han ido íntegros al cubo de la basura). Y tercero, que su capacidad para movilizar a los potenciales abstencionistas de izquierda se ha revelado de una eficacia demoledora.
Ergo, o Vox se reconvierte en un partido populista al uso que penetre en el cercado sociológico de la antigua izquierda clásica, o que la derecha se vaya olvidando en lo sucesivo de gobernar España.
De donde saca esos comentarios el PNV, es lo más cercano a ETA, y se puede cambiar la ley electoral
La cúpula de vox está podrida
Muchos que votabamos a vox no lo haremos jamás
Buenoooooo…
Os acusarán de “demonizar” a VOX.
Estos pasan de héroes a llorones en cero coma.
Se fijarán ustedes, que en VOX nadie hace auto crítica ni asume errores por el hocicazo de diecinueve escaños y seiscientos mil votos menos.
Al contrario, todo es “el PP… el PP… el PP…”, y no salen de ahí.
Y por supuesto, meterse con la prensa. O le haces la olita a VOX o estás haciendo campaña contra VOX.