Luis Losada.- La compra de votos y los empadronamientos masivos asaltan a corrupsoe en vísperas electorales; se espera una noche electoral de cuchillos largos

Tras el escándalo de la compra de votos en Melilla salta la trama de compra de votos en Mojácar (Almería) por parte del PSOE. La investigación apunta a que la operación se llevaba fraguando desde hacía un año y que afecta a la trama urbanística del PSOE almeriense. Vamos que querían asegurar que tendrían el ayuntamiento para recalificarles los terrenos y construir casitas para el turismo.

Casualmente -o no, que diría el vasco- resulta que Bolaños acudió a Mojácar una semana antes y dijo aquello de que su “olfato” le decía que su candidato socialista sería el próximo alcalde. Y para colmo de casualidades -o no- resulta que Mojácar es el lugar de veraneo de Pedro Sánchez, el lugar donde se perdería… Demasiada casualidad.

Sobre todo cuando después de Mojácar saltan nuevos escándalos de compra de votos, empadronamientos masivos o secuestro de concejales. Todos afectando al PSOE en casi toda la geografia: Albudeite (Murcia), Nijar (Almería), la Gomera, Arona, Huevar de Aljarafe (Huelva) o Leganés (Madrid) donde el PSOE ha suplantado al partido local.

Dice Patxi López que quien compra votos “no es socialista”. ¿No?, ¿son de extrema derecha? ¡Nos lo temíamos! Que el patrón se haya repetido en varias localidades no hace sino revelar la falta de escrúpulos, la ausencia de pudor. ¿Y eran estos los que venían a regenerar la vida pública española?

Claro que ¿qué cabe esperar de quien no tiene escrúpulos en convertir a los proetarras en socios preferentes? Ahora resulta que la Fiscalía coló a una etarra en las listas de Bildu que todavía estaba en plazo de inhabilitación. Ha tenido que ser Dignidad y Justicia la que haya levantado la voz de alarma. ¿La Fiscalía no tiene medios para revisar o depende de quien depende? Pues eso.

Sara Majarenas -que así se llama la etarra inhabilitada- recibió ‘ongi etorris’ y fue entrevistada como heroina por la ETB. Indignante. O peor: repugnante. Y todavía peor: el PSOE votó en contra de los actos de homenaje y ahora mira para otro lado cuando la cuelan ilegalmente en las listas.

Y a todo esto, ¿cuál es la respuesta del ‘cambiacolchones’? La primera, esperar a que escampara la tormenta. Pero ante la imparable avalancha de escándalos, su respuesta ha sido acusar al PP de “embarrar la campaña”. Un ventilador que ya no cuela. Y menos tras los escándalos de Bildu, sí es sí, rebaja de malversación y eliminación de sedición. Los barones están inquietos. Se espera una noche electoral de cuchillos largos.