La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Málaga celebró su comida mensual
El pasado viernes, día 28, en la Asociación cultural Cortijo de la Duquesa, se celebró el almuerzo mensual que celebra la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Málaga. Hubo una gran asistencia de socios y simpatizantes y, al final, el acto fue amenizado por la artista malagueña Maribel Moreno, acompañada a la guitarra por Carlos Solano.
No podemos ignorar a tres de los factotum de la entidad legionaria malagueña: su presidente, Francisco Jiménez, su vicepresidente Pepe Cobo y Enrique Guerrero, responsable de las relaciones institucionales, tres personajes acrisolados por un permanente compromiso ético con los valores que subliman la condición humana. Y es precisamente la sublimidad humana lo que distingue de otros colectivos a los caballeros legionarios, cuyo compromiso ético con España y con las mejores causas, le convierten en una de las instituciones militares más prestigiosas del mundo. Y es al hablar de La Legión que tengamos que hablar de Málaga. La Legión y Málaga conforman un ejemplar binomio, como ayer se puso de manifiesto al calor de los recuerdos y al dictado del pasado legionario de muchos de los comensales.
Durante este entrañable encuentro percibimos lo evidente. Pasan los años, se envilece todo, y La Legión nos sigue mudando de barrio durante unas horas. Si quisiéramos aprender de ellos, de los que por ser legionarios de raza no dejarán nunca de ser personas cabales y españoles decentes, su ejemplo serviría para reorientar nuestras pobres vidas, en muchos casos egoístas y vacías, hacia fórmulas morales que pudieran resumirse en el elogio de la lealtad y el compañerismo como linimentos para la musculatura social española. También nos podrían proyectar su luz sobre los adecuados lugares, en ellos comunes, a los que sería aconsejable enviar a muchos de nuestros jóvenes, o sobre la conveniencia de hacer del compañerismo y la recta disciplina una saludable forma de vida.
Debemos agradecer a la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios que todos sus actos sean señal de fe, de corazones enteros, de hombres cabales.
Los organizadores del fantástico encuentro gastronómico, muy emocionados, mostraron también su corazón más humano, con esa especie de acogimiento del rito legionario que aparece en el último párrafo, serenamente escrito, uniendo la serena nostalgia al protocolo de La Legión que para todo lo tiene, y más para la muerte, su más leal compañera.