AD.- Los salones sociales del Centro Cultural Cortijo de la Duquesa se vestirán de gala este viernes para recibir el pregón de la Semana Santa, organizado por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Málaga, y que este año correrá a cargo de Diego Estrada Fernández, ingeniero y uno de esos malagueños que altezan su señorial condición en cada gesto, con cada palabra.

Se trata Diego Estrada de una referencia ética para cuántos le conocen.

En medio de una espiritualidad menguante, Estrada es capaz de agitar las conciencias como el movimiento de las placas tectónicas agita la superficie terrestre devorándolo todo a su paso. Pregonar la Semana Santa de Málaga implica creer y tener fe. Pregonar la Semana Santa de Málaga en la Hermandad sirve para descubrir la naturaleza trascendente de una legendaria institución, que tiene en la Fe en Dios y la confianza en sus designios, su más leal compañera.

Hemos conversado con Diego Estrada Fernández.

– ¿Diego, qué es para usted un Pregón?

Pregón es un anuncio y anticipo de algo que se acerca, en nuestro caso, yo pienso que toda Málaga es pregonera de los acontecimientos que las horas aproximan, y que toda Málaga hace durante estos días, la defensa encendida de su Semana Santa en el corazón y que, en el aliento y olor de las inmediatas fechas, hoy hasta las flores se sienten impacientes para ubicarse en los pies de las imágenes dolientes.

El Pregón anuncia que toda Málaga se dispone a sentir y vivir, y a llorar sonriendo, pues así es el alma de Andalucía y Málaga, la pasión inefable de Nuestro Señor Jesucristo.

En Málaga desde pequeño se es pregonero o pregonera, pues en el ámbito que nos rodea, cada uno, habla, pregona y anuncia a su cofradía, conforme crece con la edad.

Anuncia y pregona las cofradías de sus amigos y así hasta hacerse dueño de la historia y situación actual de las numerosas cofradías que se procesionan.

– ¿Cómo ve al hombre medio de Málaga ante los efectos de un Pregón, que al fin y a la postre se pronuncia antes de Semana Santa?

A ese hombre medio de Málaga, lo vínculo con el peso de los tronos y a los nazarenos portando su correspondiente cirio.

De antemano, cualquier malagueño, adivina el paso lento y rítmico de los tronos pesados. mecidos por los hombros doloridos de hombres rudos, al tiempo que tantos ellos como yo presentimos algo así como el anticipo de una grave y solemne oración, en la que el pueblo disfraza su dolor, y qué engalla cantando la tremenda sinceridad de su lamento. Es la plegaria conmovida del que sabe la imponente majestad del dolor y comprende perfectamente la dimensión profunda y humana del sufrimiento como fue la de Jesús en la Cruz.

– ¿Por qué suelen venir tantos extranjeros y residentes de otros países a la Semana Santa?

La Semana Santa de Málaga fue declarada de Interés Turístico Internacional, el 16 de febrero de 1980, porque la hacen diferente a otras Semana Santa de distintas ciudades.

Yo les diría, que vengan al centro de Málaga, a los barrios cofrades del Perchel, Trinidad, Capuchinos, Victoria, y a la zona Centro, a visitar nuestras casas de hermandad, y que adquieran recuerdos de las mismas y concretamente, se arrodillen con el alma traspasada de emoción y de fe ante las saetas y en resumen, ante las benditas procesiones de nuestra Semana Santa de Málaga.

La Semana Santa de Málaga se diferencia de otras, porque los Cristos y Vírgenes no van sobre pasos sino sobre tronos, sobre los hombros de hombres y mujeres a diferencia de los costaleros en otras ciudades, que lo hacen sobre las cervicales y con almohadillas.

En Málaga, de la mesa del trono parten longitudinalmente los varales, antes eran de madera y ahora de duraluminio. La media de portadores es entre 250 a 300 por cada trono.

Posteriormente en el tiempo se iniciaron los” pulsos”, subiendo los varales con los brazos y colocándolos más cerca del cielo, se hacen cuándo se oye el tercer toque de campana.

Por todo ello en el Pregón realizo la siguiente llamada a los extranjeros y visitantes con estas palabras:
“Ciudadanos de otros países, turistas y forasteros, venid a arrodillaros con el alma traspasada de emoción y de fe, ante las saetas y maravillosas poesías y ante las benditas procesiones de nuestra Málaga”.

– ¿Tiene la Semana Santa de Málaga algún punto de referencia desde el cambio de itinerario?

Hoy para mí lo más importante es que recuperamos la Tribuna de los Pobres, al final de calle Carretería. Es como un tercio de anfiteatro, salvando el desnivel entre el puente de la Aurora con dicha calle, siendo una importante referencia en el recorrido debido a su situación estratégica.

– ¿Qué me dice de la Virgen de la Esperanza?

Pues hoy se dice: ya viene la Reina del Amor del Pueblo, la Virgen bien amada de la Esperanza, alma del mundo que la vida llena.

Se hace un margen de silencio, y un murmullo palpita entre la gente. Hoy mientras la calle queda en un instante convertida como antiguamente, en una alfombra verde, de tomillo, azahar y romero, como un perfume celeste derramado, y así lo digo en el Pregón.

– ¿Tiene algo más destacado que decirnos de su Pregón?

Señalo y destaco el manto de flores de la Virgen de las Penas. Su origen en 1944, fue la falta de presupuesto para la adquisición de un gran manto de terciopelo, aceptándose la idea de los jardineros del parque de Málaga de hacerlo de flores, luciendo numerosos claveles, tallos de véndela ecuatoriana y de fondo ramos de cipreses.

– Y por último, ¿tienen hoy vinculación los desfiles procesionales de la Semana Santa de Málaga con las Fuerzas Armadas?

El Miércoles Santo, los paracaidistas acompañan a su Cristo protector, el Cristo de Animas y Ciegos, desde hace 70 años. El acompañamiento musical lo hacen con el Bolero Militar y la Muerte no es el Final del Camino. También tocan la marcha “La Madrugá” con el significativo redoble del tambor.

También el Miércoles Santo desfila la cofradía de la Expiración, vinculada a la Guardia Civil. Le acompañan una hilera de tricornios negros junto al brillo de bayonetas triunfadoras, y los ecos de los agudos clarines y timbales del escuadrón de la Guardia Civil de Valdemoro. Son los sufridos legionarios del frío y de la noche, peregrinos de los caminos rurales y eternos caminantes.

El Jueves Santo sale de su templo, el Cristo de los Legionarios, marchando tras Él, los soldados de los Tercios, con lento y firme andar tras de su himno, que es sin duda la marcha nupcial del legionario cuando quiere desposarse con la muerte. Los legionarios avanzan con el rostro erguido, alta la frente, dura la mirada, embriagado de banderas y de gloria y así, dándoles al público un escalofrío de emoción que traspasa el alma.

La Semana Santa de Málaga ocupa en el candelario, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, día en que las campanas de todas las iglesias suenan como un terremoto de cántico de gloria: “hoy ha resucitado el Señor”.