Por Tyler Durden Los constantes titulares anteriores sobre la guerra entre Ucrania y Rusia se pusieron en pausa el viernes y el sábado cuando la atención y el discurso del público estadounidense se consumieron temporalmente por la extraña saga del “globo espía” chino, que se volvió más dramática cada hora hasta que fue derribado por el Pentágono sobre el Océano Atlántico.

Pero pocos se plantean actualmente las necesarias preguntas más profundas relacionadas con el momento. Teniendo en cuenta que la última gran crisis de los globos que acaparó la cobertura informativa de las cadenas las 24 horas acabó siendo un completo engaño (¿recuerdan el truco del «niño de los globos» de 2009, que tuvo al mundo sin aliento y en vilo durante todo un ciclo de noticias?), merece la pena profundizar en el contexto actual de la historia del globo chino y la cuestión del cui bono…

El empresario y comentarista geopolítico Arnaud Bertrand, que como occidental ha pasado muchos años viviendo en China y con frecuencia intenta corregir el análisis a menudo engañoso de los informes de la prensa dominante, ofrece una «visión alternativa» de lo que se está desarrollando rápidamente a continuación [énfasis de ZH)…

«Me he tomado un tiempo para analizar la historia del ‘globo espía’, tanto la forma en que se presenta en EEUU como la respuesta de China», comienza Bertrand un largo hilo. «Como verán, cuanto más lo piensas, más te asombras de lo absurdo de todo el asunto».

Primero, la historia en EEUU.

China envió un «globo espía» sobre sitios altamente estratégicos de EEUU. Eligió espiar esos lugares con un globo grande y visible (del «tamaño de varios autobuses escolares»), que cualquiera puede ver a simple vista desde el suelo, para «demostrar que tenía la capacidad», a pesar de tener una plétora de otras formas más discretas de espiar, como satélites o drones furtivos.

No está claro que alguien dudara de que China dominara la tecnología de los globos aerostáticos y por qué necesitaba demostrar esta capacidad… China eligió hacerlo en vísperas de la visita del Secretario de Estado Blinken a China, a la que fue invitado, y horas después de señalar que Blinken también se reuniría con Xi durante su visita, una reunión de alto nivel no concedida a ningún Secretario de Estado estadounidense en años.

La historia, por tanto, es que China optó por interrumpir una reunión con su propio presidente y sabotear sus propios esfuerzos de distensión en el conflicto entre EEUU y China… El Pentágono dijo que llevaba «bastante tiempo siguiendo la pista del globo» y que no era la primera vez que ocurría un incidente de este tipo, pero que esta vez (por razones poco claras) optó por hacer un anuncio público. Como consecuencia, Blinken anunció que posponía su viaje a China.

Ahora la historia desde el lado chino.

Para ellos, se trata de un accidente fortuito, ya que el globo es «una aeronave civil utilizada con fines de investigación, principalmente meteorológica» que «se desvió mucho de su trayectoria prevista» debido a los fuertes «Westerlies» (vientos que fluyen de oeste a este) y a la «limitada capacidad de autodirección», ya que la principal característica de un globo es, por supuesto, que sólo puede subir o bajar.

Un artículo del Washington Post parece confirmarlo, citando a «expertos en seguridad nacional y aeroespacial [que] dijeron que la nave parece compartir características con globos de gran altitud utilizados por países desarrollados de todo el mundo para la predicción meteorológica»

El propio Pentágono dijo que «la carga útil no ofrecería mucho en materia de vigilancia que China no pudiera recoger a través de satélites espías» y que «el globo no planteaba ninguna amenaza física o de inteligencia grave».

Es decir, el propio Pentágono dice que no tendría ningún sentido que China utilizara un globo como este con fines de inteligencia cuando tiene satélites. Lo que nos lleva a preguntarnos por qué decidieron darle tanta importancia…

Dejaré que ustedes mismos decidan qué historia tiene más sentido… La ridiculez de este enésimo episodio de «susto rojo» es absolutamente obvia para cualquiera con una pizca de sentido común. Pero, por desgracia, el sentido común parece escasear hoy en día.

Además, como ocurre a menudo, la verdadera noticia es probablemente por qué esta noticia se convierte en noticia en primer lugar.

Y el contexto importante aquí es, por supuesto, la visita de Blinken a China, que podría (siempre se puede soñar) haber sido un paso hacia algún tipo de desescalada en las relaciones entre China y EEUU. Era fácilmente previsible que una historia como esta en vísperas del viaje hubiera hecho políticamente muy difícil que Blinken fuera.

Así que una hipótesis plausible es que todo este episodio es un intento de las fuerzas internas de EEUU de impedir cualquier distensión entre China yEEUU. Una hipótesis alternativa, mucho menos probable, es que sean fuerzas internas chinas las que intenten hacer lo mismo enviando este gran globo.

Poco probable porque:

a) China tiene el tiempo de su lado, por lo que sale ganando si se reducen las tensiones con EEUU y no hay ninguna «facción» obvia en China que crea lo contrario;

b) sería inmensamente arriesgado para cualquier persona en China hacer algo como esto, ya que sin duda sería visto como un acto de alta traición con graves consecuencias para ella misma;

c) de nuevo, globos como este en particular básicamente no pueden ser dirigidos, así que…

Para planear el envío de un globo como este desde China a un lugar sobre tierra estadounidense ni siquiera es factible en primer lugar. La última hipótesis, que supongo que también es algo probable, es que se trata de una serie de eventos desafortunados sin ninguna malicia por ninguna de las partes.

1) El globo se desvía de su trayectoria y entra en el espacio aéreo estadounidense;

2) la gente lo ve y el Pentágono siente que tiene que comunicarlo;

3) los medios de comunicación, con su habitual discurso de «China es mala», deciden lanzarse a por el alarmismo;

4) la oposición política y los halcones de China se suben al carro;

5) la administración considera que no tiene más remedio que cancelar el viaje y no tiene el valor político de decir «esto es sólo un globo que se desvió de su curso».

Supongo que en este caso hay malicia por parte de los medios de comunicación, los políticos y otros miembros de la masa, pero es «malicia orgánica», por así decirlo, que aprovecha una oportunidad de oro para meter miedo.

Conclusión: se mire como se mire, esta historia es absolutamente vergonzosa y un triste reflejo de la época de locura en que vivimos, en la que en lugar de tomarnos el tiempo de considerar detenidamente los hechos, aplicar la razón y el sentido común, elegimos como sociedad incitar al miedo y la hostilidad.