Cayetana Álvarez de Toledo ha ganado la demanda que le interpuso Francisco Javier Iglesias, el padre de Pablo Iglesias, después de que la entonces portavoz del PP en el Congreso se refiriera a éste último como «el hijo de un terrorista» durante una entrevista en ABC en 2020 por el pasado del primero en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), organización terrorista a la que perteneció el padre de Iglesias, como éste mismo llegó a presumir públicamente.

Aunque Álvarez de Toledo había utilizado esa misma expresión para responder al entonces vicepresidente del Gobierno en el Congreso unos días antes, su padre centró la demanda en la entrevista de ABC. Así lo reconoció el propio demandante en la audiencia previa de junio para que ambas partes conciliaran antes del juicio, que se terminó celebrando cinco meses después tras no llegar a un acuerdo. Ya entonces, Francisco Javier Iglesias aclaró que su demanda se centraba en esa entrevista de ABC y no en la intervención de Álvarez de Toledo en el Congreso para intentar así sortear su inmunidad parlamentaria.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Zamora ha resuelto el juicio que se celebró el pasado mes de noviembre y en el que el padre de Pablo Iglesias reclamaba a Álvarez de Toledo hasta 18.000 euros por vulnerar su derecho al honor al calificarle de esa manera. Ya en esa vista, la Fiscalía rechazó las tesis de Iglesias y pidió que se archivara la causa por entender que debía prevalecer la libertad de expresión sobre el derecho al honor, como ha acabado ocurriendo en este caso.

En la sentencia, con fecha de este mismo miércoles, la magistrada Guillerma Mongil desestima la demanda de Francisco Javier Iglesias y le condena en costas. La jueza se apoya en la jurisprudencia del Tribunal Supremo para recordar que «el derecho al honor se encuentra limitado por las libertades de expresión e información».

Añade la sentencia que esa afirmación de Álvarez de Toledo «tiene una indudable relevancia pública» e «interés general» por el perfil de sus tres protagonistas y que se enmarca «en el contexto general y clima de discusión política en el que tiene lugar, así como el enfrentamiento dialéctico y político» con el propio Pablo Iglesias, al que la diputada del PP respondió así en el Congreso después de que éste se refiera a ella en varias ocasiones como «señora marquesa», por los títulos nobiliarios de su familia.

Tampoco deja dudas la sentencia sobre el hecho de que el padre de Pablo Iglesias perteneciera a esa organización terrorista, para lo cual se basa en una entrevista que él mismo concedió a ‘Público’ por esas fechas y los comentarios en redes sociales de su propio hijo. Aclara que la entrevista de Álvarez de Toledo en ABC «contiene expresiones u opiniones basadas en las propias manifestaciones» de Iglesias padre e hijo, «así como en los datos fácticos» sobre la militancia del primero en el FRAP.

Por todo ello, este juzgado de Zamora, donde Francisco Javier Iglesias interpuso la demanda por ser allí donde vive, entiende que «no se puede presumir el perjuicio y menos la existencia de un daño moral indemnizable», como reclamaba el demandante, porque no se ha acreditado que Álvarez de Toledo cometiera una intromisión ilegítima en su derecho al honor. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Zamora antes de tres semanas.

«Las cosas por su nombre»

Álvarez de Toledo, que ya salió muy satisfecha del juicio, se muestra «feliz» con esta sentencia y celebra «que la Justicia dicte que hay que llamar a las cosas por su nombre». Añade que, «en estos tiempos en que las palabras se retuercen hasta el infinito, es moralmente muy satisfactorio que la Justicia diga que terrorista quiere decir militante de una organización terrorista». La exportavoz y diputada del PP lamenta que «evidentemente hemos tenido que llegar a un juicio», pero señala que «la felicidad es lógica» tras conseguirlo.