En 2020, Open Society Policy Center, asociación sin ánimo de lucro financiada por Soros, repartió 138 millones de dólares a organizaciones de defensa y causas políticas. El año siguiente, distribuyó de forma silenciosa 140 millones a los mismo grupos e iniciativas electorales, además de otros 60 millones a organizaciones benéficas de ideas afines.

Esas aportaciones se suman a las donaciones personales del magnate, quien durante las elecciones de medio mandato celebradas el año pasado en el país norteamericano entregó 170 millones de dólares a candidatos y campañas demócratas.

Algunos critican esa forma de contribución anónima a través de organizaciones sin ánimo de lucro que utilizan ciertos multimillonarios para “ocultar su influencia en las elecciones”. “Los votantes tienen derecho a saber quién está tratando de influir en las elecciones para que puedan tomar decisiones informados al completar su boleta”, señala el abogado del Centro Legal de Campaña, Aaron McKean.

La antes mencionada Open Society Policy Center forma parte de la red Open Society Foundations perteneciente a Soros. A través de esa red —que asegura conceder “miles de subvenciones cada año para construir democracias inclusivas y vibrantes” y opera en más de 120 países de Europa, Asia, África, Latinoamérica y Medio Oriente—, el empresario ha donado 32.000 millones de dólares a lo largo de los años. Si bien no es ilegal, la compleja red de organizaciones benéficas, asociaciones sin ánimos de lucro, que también incluye universidades y fondos de investigación, oculta el origen de las donaciones.