Mario G. Obrero y Enrique Baena junto a la estatua de Andersen en Málaga

“Viajar extrañamente expande la mente”. Con estas palabras resumió su trayectoria vital el escritor Hans Christian Andersen. El autor danés publicó más de cien cuentos, entre ellos ‘La Sirenita’ y ‘El patito feo’. También escribió un gran libro de viajes: ‘Viaje por España’.

El catedrático de la Universidad de Málaga, Enrique Baena, explica que Andersen inició su periplo por nuestro país con 58 años, cuando ya era muy conocido en Europa: “Cuando llega a España, que era un lugar soñado para él, empieza a visitar las ciudades”. Tras esa travesía, en 1863, publicó el libro ‘Viaje por España’.. De entre todos los lugares, hubo uno que le robó el corazón: Málaga.

El escritor llegó la ciudad andaluza en octubre de 1862. “Venía con un gran idealismo sobre ese mundo ancestral que representaba a España, la pureza de las costumbres”, comenta el catedrático. En aquella época, la Alameda Principal, una de las arterias principales, era un trajín de personas muy diversas: desde beduinos a señoritos que paseaban en caballo. El autor de ‘La Sirenita’ consiguió retratar ese ambiente. Desde el balcón de la antigua Fonda de Oriente, el hotel de estilo francés donde se alojaba, veía toda la muchedumbre que representaba la Málaga del siglo XIX.

“En Málaga ya se siente muy feliz”

“En Málaga ya se siente muy feliz”, asegura Enrique Baena. Anderson se enamoró de la ciudad, la sentía suya y se quedó vislumbrado por su belleza: el mar, el puerto, la luz, su gente… La catedral la describía como una imponente montaña de mármol. El danés llegó a escribir que en ninguna otra ciudad española se había llegado a sentir tan dichoso y tan a gusto como allí.

En 2005, en bicentenario del nacimiento de Anderson, Málaga homenajeó al autor con una estatua de bronce creada por el escultor José María Córdoba por encargo de la Casa Real Danesa.