Miguel Sánchez.- Más de lo mismo, no quieres una taza, pues toma taza y media.

Todavía hay españoles incautos, que esperan que hable de la realidad española, en manos de separatistas, etarras y criminales, de todo pelaje.

Este inservible rey, impropio de ser Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, ha hablado de todo, menos de la realidad española, como yo esperaba y sabía de antemano:

El problema de Ucrania, la Pandemia, la Europa unida que nos ama… que si esto o aquello.

Su mensaje de la globalización, de la Agenda 2030 y del Pensamiento Único, ha sido perfecto, pero de la situación real de España, nada, porque como dice el hipócrita y muy cínico reyezuelo, llevamos una glamurosa Democracia y una perfecta Constitución, que nos ha hecho ser afortunados y admirados en el mundo.

Siempre lo mismo, para no variar. La imagen de este globalista, gay revistero y masón, es patética, al menos, para los que sabemos de qué va todo este crimen organizado contra España.

Su mensaje redactado, escrito, obligado por su jefe y aceptado, con sumo gusto, del Rojo de la Moncloa, ha sido perfectamente llevado a cabo, lo demás es “Peccata minuta”

Nada que hablar del separatismo, ni de una Región en guerra frontal, contra la unidad de la Patria. Eso es, peccata minuta.

Nada que hablar, sobre las exigencias de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, por parte de su tío, el hermanito de su padre un tal Mohamed VI, el hermano pequeño que fue de su crápula padre huido. Eso es peccata minuta.

Nada que hablar de su Jefe dictador, con la relación y abdicación ante los separatistas catalanes, concediéndoles todos los derechos, para completar la sublevación y la separación de la Unidad de la Patria. Eso es peccata minuta.

Este mamón, no tiene desperdicio, porque reúne todas las condiciones necesarias, para abrazar la banderita gay, ser reconocido como masón mayor del reino, presumir de el pin de la diabólica Agenda 20/30, firmar Leyes para profanar el cuerpo, del que gracia a él vive más que como rey, como un marajá, sin responsabilidades de ningún tipo, ser un hereje consumado, un traidor a la historia y a España, destruyendo la Santa Cruz de Borgoña y los Lemas de nuestros Reyes Católicos en su diabólico escudo monárquico.

Es un gran ejemplo, de un Borbón, francés y afrancesado, un mamón reyezuelo, con la única idea de favorecer al Rojerio Comunista y destruir la Patria, parando a las Fuerzas Armadas, que sin pegar un tiro, ni saber de qué va, osa ostentar el título de Capitán General y Jefe Supremo los Ejércitos.

Solo con mirar al hipócrita, mentiroso y cínico personajillo, me dan ganas de vomitar… ¡encima de él, claro está!