A estas alturas, la mayoría de ustedes debe haber oído hablar del “misterioso” lanzamiento de un misil que golpeó a Polonia.

En realidad, es bastante interesante ver cómo ha evolucionado esta historia. Primero se presentó como un ataque ruso. Claro. ¿Cómo podría ser de otra manera?

Luego se hizo bastante obvio que el misil era un misil de defensa aérea S-300 ucraniano. Los ukronazis acusaron a Rusia de usar viejos S-300 contra objetivos terrestres. Sin embargo, no hay S-300 rusos dentro del alcance de donde aterrizó el misil, sólo S-300 ucranianos. Y un agricultor polaco realmente hizo una buena obra al fotografiar los restos del misil.

Como era de esperar, el grupo habitual de chiflados exigió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU y una reunión de la OTAN. Los ucranianos han sido particularmente vehementes, y la razón de esto es bastante obvia: los S-300 ucranianos han estado golpeando edificios durante bastante tiempo y, por supuesto, cada una de estas explosiones ha sido atribuida a Rusia (o incluso a Putin personalmente). Hay videos en Telegram que muestran misiles de defensa aérea ucranianos despegando, haciendo una gran curva y explotando en el aire o, peor aún, golpeando el suelo. Los intentos de Kiev de ocultar el verdadero origen de este misil a través de la histeria sobre la “agresión rusa” no han funcionado muy bien esta vez.

Inicialmente, parece que algunos políticos polacos querían utilizar inmediatamente este incidente para crear aún más tensión, pero la reacción más bien tibia de los Estados Unidos les ha enviado un mensaje claro: los Estados Unidos no desean participar en lo que sería realmente ridículo (y potencialmente muy peligroso),ya sea operación psicológica (PSYOP) o bandera falsa.

Los polacos entendieron el mensaje y rápidamente acordaron que el misil era ucraniano.

El único “premio de consolación” que obtuvieron los polacos y los ucranianos fue una tibia declaración estadounidense de que Rusia era “responsable en última instancia”, lo cual es tan significativo e interesante como un petardo húmedo.

Sin embargo, la hiena polaca se esfuerza por mostrar su destreza librando “pequeñas guerras” porque sus amos estadounidenses no le permiten (¡todavía!) desatar la gran guerra que necesita desesperadamente para arrebatar, una vez más, tierras a Ucrania (como hizo cuando Checoslovaquia fue dividida con la ayuda de Hitler en 1938).

La última victoria polaca es haber derrotado a Roger Waters, al que ahora tienen prohibido actuar en Polonia. Roger Waters (de Pink Floyd) ya estaba entre los “enemigos de Ucrania” en la infame lista de “Mirotvorets”. Ahora ha sido elevado a “enemigo de Polonia”.

Una confirmación más de que los ucranianos nazis, los polacos latinos (católicos) y los israelíes sionistas tienen los mismos “enemigos” a pesar de sus diferencias ideológicas relativamente menores.

Para ser justos, Reino Unido, Canadá, Banderistán o uno de los tres estados bálticos no son menos hienas que Polonia. Ellos también muestran coraje sólo cuando están protegidos por sus amos estadounidenses.

Esta vez los ukronazis y los polacos no han podido usar un misil indiscutiblemente ucraniano para intentar obligar a la OTAN a atacar a Rusia. Pero, ¿qué pasará la próxima vez si no hay fotos disponibles (¡los ukronazis ya han prohibido tomar fotos o videos de cualquier lugar alcanzado por un misil!)

Entonces, ¿a dónde nos lleva todo esto? Es simple: primero, los polacos odian a los ucranianos tanto como a los rusos. Los ucranianos, por cierto, odian a los polacos tanto como a los rusos (y a los judíos). La única diferencia es que el odio polaco contra Ucrania está teñido de desprecio, mientras que su odio contra Rusia está teñido de miedo. Agregue a esta imagen a los británicos, con sus propios dolores fantasma imperiales y su sentido de superioridad racial sobre los europeos “continentales”, y verán enseguida que hay mucho odio entre estos. “aliados”. Así que estamos lidiando con una manada completa de hienas odiosas.

Los polacos y los ucranianos tienen una cosa principal en común, quieren que la OTAN haga la guerra a Rusia: los ucranianos sólo quieren que su país sobreviva y los polacos quieren apoderarse de una parte de Ucrania. ¡Algunos partidos políticos polacos incluso quieren que los refugiados ucranianos juren lealtad a Polonia! En verdad, los ukronazis han aprobado leyes que, en esencia, permiten que los ciudadanos polacos tengan los mismos derechos que los ucranianos.

Parece que Polonia, o al menos parte de Bandirastán, está preparada para una eventual fusión en una sola entidad. Si eso realmente sucede, la UE tendrá un problema grande y muy desagradable encima.

Por supuesto, a los líderes de la OTAN les encantaría derrotar a Rusia en una gran guerra, pero saben que simplemente no tienen la mano de obra necesaria para hacerlo, de ahí la “precaución” de los Estados Unidos y las discusiones sobre “desescalada”.

Algunos prevén una especie de “coalición de voluntarios” o una “alianza de democracias”, pero todos estos bonitos conceptos no aportan mano de obra ni potencia de fuego. Este enfoque ha fracasado miserablemente en todos los lugares en los que se ha intentado, y volverá a fracasar.

Atacar a Rusia cuando está débil, o cuando ya está siendo atacada por otros enemigos, es una vieja tradición polaca y su héroe nacional es un líder psicópata que se toma en serio que Polonia se convierta en una superpotencia europea al apoderarse de toda la tierra entre el Mar Báltico y el Mar Negro. Dios sabe que lo han intentado suficientes veces para saber que nunca sucederá, por lo que el mejor camino para los polacos es apoderarse de la mayor parte de Ucrania posible.

La otra estrategia “sofisticada” de los polacos es ser el caniche más abyectamente sumiso de la “Anglo-Europerrera”, con la esperanza de que la “nueva Europa” (es decir, Polonia) reemplace a la “vieja Europa” (es decir, Alemania y Francia). ¿Recuerdan que querían un “Fort Trump”? ¡Incluso estaban dispuestos a pagar (principalmente por las subvenciones de la UE) por el “honor” de albergar a las fuerzas estadounidenses!

Así es como los polacos quieren convertirse en una “superpotencia de la UE”. ¿En serio?

Lo mismo ocurre con los británicos, cuya política exterior centenaria se puede resumir en una sola frase: “incendiar Europa iniciando guerras y revoluciones”. Por tanto, no es de extrañar que los británicos y los polacos disfruten actualmente de una especie de relación amorosa (pese al sentimiento de superioridad de los británicos sobre esta supuesta superpotencia europea).

Su principal problema es que ninguno de los dos países tiene armas nucleares y ambos necesitan la luz verde del Tío Shmuel (versión sionista del Tio Sam) no sólo para usar armas nucleares, sino también para organizar un incidente (relativamente) menor o una bandera falsa. Y mientras los polacos se han armado (y todavía se arman) como locos, el ejército británico es poco menos que una broma. Pero es simplemente imposible que los polacos encuentren el coraje (ciertamente suicida) para atacar a las fuerzas rusas por su cuenta. Los tres Estados bálticos estarían encantados de contribuir a tan noble causa, pero sus capacidades militares son realmente ínfimas y su geografía les condena a muerte si atacan a Rusia.

Esto no significa que no haya polacos luchando en Ucrania. Hay al menos varios miles de polacos luchando actualmente en Ucrania pero, como el resto del personal de la OTAN, son oficialmente “voluntarios”, “asesores” o “proveedores de ayuda”. Por cierto, los “viejos europeos” también están bien representados en Ucrania con unidades francesas, españolas e italianas.

Pero estas cantidades están lejos de ser suficientes para enfrentarse directamente al ejército ruso.

Sea como fuere, las políticas y actitudes verdaderamente insensatas de los polacos y los ucranianos están haciendo que la gente se dé cuenta poco a poco de que la expansión de la UE hacia el este fue un error enorme y fatal. No sólo países como Hungría y Polonia no están dispuestos a obedecer todas las órdenes de los euroburócratas, sino que la arrogancia sin fin de los ucranianos, que constantemente exigen, no piden, que la OTAN y la UE los apoyen pase lo que pase, ahora está provocando una especie de reacción (aún muy discreta ya que la mayoría de los políticos europeos aún no pueden desafiar abiertamente a los EE. UU). A medida que las economías occidentales se hundan en un abismo económico, la arrogancia de polacos y ucranianos desencadenará cada vez más reacciones negativas.

Tarde o temprano, el resto de la UE se cansará de estos locos.

The Saker

Fuente: https://arretsurinfo.ch/une-dangereuse-meute-de-hyenes-erre-en-europe/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=une-dangereuse-meute-de-hyenes-erre-en-europe

Andrés Palomares (Traducción abreviada)