Se agota el tiempo, Macarena
AD.- (Un juez le dijo a un arriero que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar). Tal como en su momento ella misma vaticinó, Macarena Olona ha sido capaz de levantar entusiasmo e inquietud a partes iguales. Entusiasmo entre quienes piensan que podría erigirse en el referente moral que necesita la política española, no ya de la derecha española; inquietud, principalmente entre los pocos que aún creen de buena fe en Vox y los muchos que han tragado carros y carretas, malos modos y desprecios durante estos cuatro años dentro del partido verde, con la esperanza de ser incluidos ahora en una lista electoral y que ven sus sueños peligrar, entre otras cosas, por la posibilidad de un nuevo proyecto ilusionante que empuje a los de Abascal a ese lugar residual para nostálgicos extremos, donde debería haber estado hace mucho tiempo.
Aún no ha presentado su proyecto Macarena y ya podemos decir que ya ha logrado un gran éxito sociológico; pero de igual forma, también podría cometer el error definitivo si sigue dilatando una situación que ya no admite más dilaciones.
La eclosión de un proyecto político que ha sido capaz de despertar tanta ilusión, antes incluso de su presentación, no puede estar condicionada al resultado que un tercer partido obtenga o deje de obtener en las elecciones autonómicas y locales de 2023. Las convicciones morales no tienen nada que ver con el resultado de las acciones de otros, y el empeño en la legitimidad ya se ha colmatado a la vista del comportamiento de esos que pensábamos que iban a salvar España y que empiezan a dudar si podrán salvarse ellos mismos, que es lo único que en definitiva les importa.
Macarena tiene la posibilidad de comandar un ejército de españoles de buena fe dispuestos a darlo todo pero a exigirle mucho; y lo primero que le exigen con voz ya clamorosa es que no se espere más, que el proyecto de regeneración política que España necesita no puede quedar al albur de los azares de la guerra electoral, que la ilegitimidad de Vox no va a proceder nunca de los regulares o malos resultados electorales que obtenga, sino de la profunda e irreparable ausencia de principios morales que a estas alturas ha quedado absolutamente de manifiesto.
El éxito y el fracaso, querida Macarena, tanto el propio como el ajeno, sólo son dos impostores y a los dos se les debería tratar de igual modo.
Si existe la convicción de que España necesita una opción sólida y de regeneración moral antes incluso que política, si existe la certeza de que son muchos los españoles dispuestos a ponerse en marcha a tal efecto, si hemos constatado sobradamente que quienes pretendieron erigirse en referentes morales han terminado siendo simplemente un negocio piramidal vergonzoso y vergonzante…. en presencia de todas estas circunstancias, lo imprudente es no actuar con determinación, con fuerza y con honor. Y además, querida Macarena, es imperio hacerlo YA.
EL DERRUMBE moral es la única causa de la dramática situación actual. El trilerismo político hace mucho daño a la Patria. Fuerza y Honor.
de no hacerlo ya sera un bluff en toda regla
Totalmente de acuerdo con lo de vox………. carecen de principios morales….. no estan acreditados para gobernar
Discrepo. Macarena tiene que esperar, como ya ha dicho, hasta las municipales. Montar un partido que funcione es tarea complicada.