La promesa del amor eterno que le hacemos a nuestra pareja durante el día de la boda no es precisamente sencilla de mantener. Durante la rutina, las discusiones y la apatía pueden hacer que el cariño existente se tambalee y ponga en peligro el matrimonio. Esta realidad afecta a un gran número de personas a diario y, como tal, no es de extrañar que los divorcios se hayan disparado radicalmente. Si te encuentras en esta situación, te animamos a que hagas una pequeña reflexión sobre sus causas, que sigas nuestros consejos y que, sobre todo, te apoyes en un buen abogado si finalmente tomáis la decisión de poner punto final a la relación.

Cuando se suele dar un divorcio

No hay un buen momento y un mal momento en el que divorciarse; sin embargo, sí existe una tendencia social en torno a este tipo de trámites. Mucha gente habla de separarse a los 40 lo que nadie le cuenta es que esto tiene unas causas específicas en la gran mayoría de los casos. No tiene por qué ser lo que te está sucediendo a ti, pero sí unos motivos comunes para muchas personas.

Los 40 son una década especialmente complicada en términos de estabilidad emocional. Una etapa en la que muchos sienten que inician una nueva etapa vital, la cual conduce directamente a la tercera edad. De ahí que muchas personas sientan cierta ansiedad, fruto de que piensan que es la última oportunidad para hacer todas esas cosas que siempre habían querido en la juventud.

Puesto que esto suele ser incompatible con la vida en pareja, las relaciones matrimoniales pueden romperse; más todavía teniendo en cuenta que muchas de ellas han pospuesto el tema de tener hijos. Ahora bien, entendiendo nuestras emociones y hablando con nuestro marido o mujer, es probable que logremos salvar la relación o, en su defecto, terminarla en buenos términos.

Consejos que debes saber antes de separarte

Cuando un matrimonio no da para más y la felicidad personal se ha puesto contra las cuerdas, carece de sentido seguir peleando por él. No obstante, en este punto son muchas las personas que se plantean una cruda realidad: “si me separo no tengo donde ir”. Una situación que anima a muchos a permanecer en la relación, a pesar de la falta de afecto.

Estamos ante uno de los grandes errores que se pueden cometer en estos casos. Si bien es cierto que el factor económico es un tema a tener en cuenta, la realidad es que siempre hay amigos o familiares que nos pueden acoger durante esta fase vital. Por lo que el alojamiento no es excusa: si la relación no funciona, se ha de terminar.

Nuestro consejo es que seas coherente con tu situación sentimental. Cuanto más pospongas lo inevitable, más complicado será mantener la cordialidad durante el divorcio. Si dos personas se cansan mutuamente, las probabilidades de conflicto se disparan; así que, en lugar de quedarte por comodidad, vete para salvar el cariño que pueda quedar.

Contrata a los mejores abogados para su gestión

Una vez tomada la decisión del divorcio, como bien hemos comentado, el dinero pasará a ser un tema de vital importancia. No obstante, en la actualidad hay abogados de separación que presentan costes de lo más asequibles.

Su labor como mediadores os ayudará a llevar a término todas las gestiones pertinentes, manteniendo el rigor legal en todo momento.

Los mejores abogados buscan siempre el divorcio de mutuo acuerdo. Un trámite rápido y carente de las complejidades judiciales que tanto suelen dilatar el procedimiento. En su lugar, estipularéis todas las medidas correspondientes a la separación, firmaréis el documento y listo: cada uno podrá seguir con su vida de una manera más plena.

En este orden de ideas, os animamos a que tratéis de llevar a cabo el divorcio desde el cariño y no desde el resentimiento. Son muchas las relaciones que fracasan y esto no dice nada de ninguno de los dos: es algo natural que se debe gestionar sin dramas de por medio. Algo en lo que los abogados especializados en divorcios exprés son una ayuda inestimable.