La España desmoralizada
Pedro Altamirano.- Nada es casual. Pensaban alguno que la pandemia era un accidente de la naturaleza, o que la guerra de Putin estaba organizada para hundir Europa y los mercados. Que todo esto nos llevaría a reflexionar sobre un nuevo modelo de sociedad distinto, pero estábamos equivocados. Nada es casual. Todo está organizado para en efecto, cambiar de sociedad sí, pero para hacerla más esclava, más dócil y manejable y por tanto despojada de todo tipo de moral. Desmoralizada.
Dice la Real Academia de la Lengua Española RAE que la moral, en uno de sus significados que: “Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano. Fortaleza o serenidad de ánimo para soportar las vicisitudes de la vida.” En cuando a desmoralizar lo defino como “Corromper las costumbres con malos ejemplos o doctrinas perniciosas. desalentar (‖ quitar el ánimo)”, justo lo que nos está sucediendo como sociedad en estos momentos. Desmoralizar a la sociedad para quitar el ánimo y desalentarla.
Hoy nos distraen con pandemias, guerras y un sinfín de desastres y trompetas del apocalipsis. Nos quitan el derecho a la educación intelectual privándonos del estudio del Latín y Griego base de nuestra cultura, del estudio y reflexión de la filosofía, del conocimiento de la historia y del conocimiento que nos dota de pensamiento propio. Saben que el mejor camino hacia la esclavitud es despojarnos de conocimientos, de esos mismos conocimientos que las élites conceden a sus hijos en colegios de precio inalcanzables para la sociedad. De ese modo logran distanciar las clases, no en izquierdas y derechas, no, sino en pastores y borregos con la ayuda siempre de algunos perros.
Del mismo modo nos despojan de la base de nuestra existencia como seres humanos, como sociedad, la moral en base a la fe cristiana en la que se basa la filosofía de vida. Si nos quitan el estudio de la religión, el conocimiento filosófico de lo que somos, de la materia con la que hemos logrado llegar hasta aquí, dejamos de ser seres humanos para convertirnos en verdaderos robot sin alma y sin fe, todo ello con un despistado moral presidiendo en Roma los destinos de la Santa Iglesia Católica y romana, que confunde la actualización de la Iglesia con el abandono de las bases filosóficas y éticas en la que se basa.
Nosotros, ya esclavizados, caemos ya desmoralizados, en la trampa una y otra vez. Aquí estamos, peleando que si izquierdas, que si derechas y no. La lucha no va por ese camino, la verdadera lucha es moral, la de siempre, el bien contra el mal. Así de increíble, pero cierto. Nos desalman, nos dejan sin nuestra mejor arma, el alma. Como resultado esta sociedad borreguil que, como en el silencio de los cordero, nos llevan al matadero en completo silencio.
Los medios de comunicación son esos perros que ayudan a conducir al rebaño por el camino del matadero. Programas indecentes diseñados para destruir neuronas como los “sálvame” de T5, pero de la que no se libra nadie al servicio de las élites invisibles el dinero. Las plataformas digitales son otros de esos perros adiestrados para distraernos y desviar la vista de la biblioteca ¿para qué voy a un libro si tengo una serie de ficción o ciencia ficción en la tele mientras engordo tomando cerveza y palomitas? Han llegado a conseguir que nos guste embrutecernos… otra vez el silencio de los corderos.
Qué me importa a mí en estos momentos, a mis 65 años, tras todos los errores cometidos como humano, lo que opinen nuestros lideres políticos, verdaderas marionetas manejadas por manos invisibles, diseñadas al milímetro para crear continuos conflictos sociales en vez de solucionarlos. No, no podemos perder más el tiempo en luchas inútiles. No podemos, no debemos permitir que nos sigan robando el alma en base a la falta de acceso a la educación y el estudio de las ciencias, letras, historia, filosofía, moral y ética. La verdadera lucha radica ahí, en la moral necesaria para combatir la desmoralización social.
O reaccionamos, nos olvidamos de la inventada lucha política y nos centramos en la recuperación de la moral colectiva en base a la fe, a la cultura y la filosofía, si no somos capaces de rearmarnos en lo moral y ético, o desapareceremos como sociedad para siempre.
Lo mejor: hoy en día, quienes se hacen llamar periodistas, trabajan y cobran como profesionales del periodismo, en general no son más que perros que ayudan a conducir al rebaño por el camino del matadero.
La sociedad está irreconocible después de haber sido triturados los valores que le son imprescindibles porque son los que nos conforman como verdaderos seres humanos : las virtudes – quicio fundamental de una personalidad bien constituida prudencia : cautela en nuestras decisiones amparadas en la razón. justicia :elección de lo que es justo, moral. fortaleza : mantenernos fieles a nuestros principios sin ceder al respeto humano -hoy lo políticamente correcto- templanza : sobriedad, auto control en todas las manifestaciones de nuestro comportamiento. Y si tales virtudes están bajo el amparo de la Fe, la Esperanza y la Caridad, nos identificaremos… Leer más »
Excelente e incisivo exordio, doña M° Luisa.
Excelente reflexión.
Se exalta la basura, en lugar de presentar personas y jóvenes ejemplares, que se esfuerzan y trabajan todos los días, para dar lo mejor de si mismos.
Y, modestía aparte, mi hijo es uno de ellos, a Dios gracias.
Excelente artículo. Yo siempre lo digo, si no nos deshacemos de los grandes medios de comunicación España no levantará jamás cabeza, porque estos criminales medios son los brazos ejecutores del globalismo y los que se encargan de llevar a cabo la hoja de ruta mediante el verbo y el disimulo, el de convencer a las masas que pincharse veneno tóxico es saludable y que votar cada cuatro años es libertad. Ya todos sabemos que uno no decide nada en las urnas, está todo atado y bien atado por Indra, los magos del puchero.
alguien dijo:
Publica es la mujer como prostituta por todos conocida;
“republica” es la que es dos veces mas corrompida .
Votar nada, porque nos dan elegir entre colores que vienen a ser uno: Sionismo y masonería. El que se salga de ahí no le dejan entrar, el que se mueva, no sale en la foto, que decía la “víbora con gafas” de Alfonso Guerra, creo que la única frase certera que he oído de boca de un sucialista…Cuarenta años de patrañas y engaños..¿Hasta cuando? pues hasta que “el cuerpo aguante”…
Es hora de decir hasta aquí hemos llegado y levantarse contra los tiranos.
Hay un treinta por cien de la sociedad con familias enteras, que no logra sobrevivir a este sistema piramidal DEPREDADOR. Y ,es su ÚNICA OBSESIÓN.
Locas, histéricas y putas, que conforman la plantilla de telemierda, y de otras cadenas televisivas, igualñmente vendedores de basura…
¡Pero que viven como millonarias, a costa de los imbéciles y las imbécilas que se tragan sus topnterías, paridas y ocurrencias!
La solución es muy sencilla: dejar de vedr esa bazofia.
Sí señor, la moral, ese acervo común que estos enemigos de la Humanidad quieren desterrar. Pero se ha forjado y permanecido durante siglos y permanecerá, reverdeciendo a pesar de estos convulsos tiempos.
Poderoso “perro pastor” es el miedo: nos conducen por donde quieren…” por nuestro bien”
Caminamos con paso firme y seguro hacia nuestra propia tumba.
Solo nos faltan algunos líderes que nos ofrezcan una eficaz estrategia de acción común
Ni billones de iracundos. La Fé, el divino entusiasmo, hubiesen podido, aquél año 1300, quizás evitarlo. Pero este mundo sin esperanza se hunde de maldad, diabólica, sin salida. La bondad ni es imaginable: el Infierno de Dante, ciegas almas atormentadas anhelan ver una estrella del Purgatorio.
Lasciate ogni speranza voi ch’entrate. Vexilla regis prodeunt inferni.
La maldad está profundamente arraigada en nuestra sociedad. Ya no se trata de erradicarla. Hay que cuidarla para que dé los tan necesarios frutos, pués de ellos vivimos todos. Ni poca maldad, ni demasiada, la justa. En eso consiste nuestra civilización.