VOX asfixia la esperanza del pueblo español
En el 2020 escribí en este mismo medio un articulo sobre Santiago Abascal que se titulaba “De Dios nadie se burla” y ha resultado profético. Lo escribí porque el presidente de VOX tuvo unos gestos para conquistar el mundo católico de España regalando un Sagrado Corazón de Jesús a cada uno de sus diputados, y lo hizo un hombre que no cumple los requisitos exigidos a todo buen cristiano. Según el apóstol Pablo, los líderes deben llevar una vida recta en todo, tal como afirma la 1ª Carta de Timoteo 3, 2-6: “Es necesario, pues, que… sea irreprochable, casado una sola vez, casto, dueño de sí, de buenos modales, que acoja fácilmente en su casa y con capacidad para enseñar. No debe ser bebedor ni peleador, sino indulgente, amigo de la paz y desprendido del dinero. Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos obedientes y bien criados. Pues si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá guiar a la asamblea de Dios? No se debe escoger a un recién convertido, no sea que el cargo se le suba a la cabeza y el diablo lo haga caer”. Por el contrario, la corrupción política se ha enquistando en las provincias y pueblos, pues esos supuestos cristianos no han hecho suyas las palabras de Jesucristo en el sermón de la montaña:
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvanece, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5: 13-16).
Desgraciadamente, parece que Santi Abascal está desvanecido al permitir corruptelas internas de todo tipo. Yo mismo fui expulsado de VOX por su presidenta en Castellón, Llanos Massot, sin abrirme un miserable expediente disciplinario. Tras haber denunciado a la dirección nacional las irregularidades de la gestora de Benicarló, fui dado de baja sin notificación alguna por la presidenta provincial, que se presenta para más inri como “católica”. Sin embargo, para serlo antes hay que ser cristiano y tener los mismos sentimientos de Cristo, como afirma San Pablo en la carta a los Filipenses “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús” (Filipenses 2, 5). Menudos sentimientos los suyos… Impidió que hubiese elecciones internas, expulsó a decenas de militantes, con argumentos capciosos para que así no hubiese el suficiente número de afiliados y de esta manera perpetuarse como responsable del partido y diputada de la Comunidad Valenciana.
A pesar de que presenté la protesta pertinente al partido, el señor Santiago Abascal obvió las distintas reclamaciones, tal como dice el Profeta Miqueas: “Verán las naciones y se avergonzarán de todo su poderío; se pondrán la mano sobre la boca, sus oídos se ensordecerán” (7,16).
Ahora parece que se está haciendo lo mismo expulsando al vicecoordinador Antonio Lora, vicecoordinador del Maestrazgo castellonense, lo que no hizo en su momento porque le sirvió para sus planes. Ahora que le estorba lo expulsa (“quien a hierro mata hierro muere”). Y es que muchos de los que se dedican a la política solo quieren un puesto para cobrar y no doblar el espinazo, por lo que supongo que alguno más caerá y de esta manera no habrá suficientes afiliados, no se convocarán elecciones y de esta manera se perpetuará en el machito la dirección provincial.
Santiago Abascal sabe de estos problemas. Son los mismos de otras provincias como Málaga, Valencia, Barcelona. Santa Pola y Elche, Alicante, Sevilla, Córdoba, y Castellón… una lista ya casi interminable.
Estas grietas han sido provocadas por los diferentes comités provinciales y jaleadas por Santiago Abascal, permitiendo que los presidentes provinciales pudiesen expulsar descaradamente a los afiliados para controlar el partido desde la mediocridad de sus raquíticos cuadros. Abascal ha dejado que se enquiste esta situación a pesar de las denuncias que ha recibido y las noticias que distintos medios han publicado. Todo ello me hace pensar lo mismo que varios ex diputados de VOX y diversos medios afirman: que es un fraude y un partido piramidal.
Han sido expulsados los mejores militantes por intereses espurios, personas válidas y honestas, permaneciendo en las gestoras los más limitados intelectualmente, ansiosos de tener un cargo en la política a nivel regional o un buen sueldo en los ayuntamientos, como el caso de Benicarló. Los exmilitantes de VOX, preocupados por la deriva autoritaria de sus dirigentes, han creado ya varios partidos: Juntos por España y España Suma. Este último está ya implantado en Castellón, Benicarló, Vinaròs, Benicàssim, La Vall de Uìxó y Villareal. Esperemos que el remedio no sea peor que la enfermedad. Dios lo quiera.
*Teólogo.