Solo vosotros sois culpables de que estéis tan lejos del Partido Popular
Una de las cosas más inquietantes de la crónica post electoral en Andalucía está siendo la asunción por parte de Vox de los malos hábitos de la izquierda: cero de autocrítica y hacer de la necesidad virtud. Sostiene Macarena Olona, suponemos que para justificar su fracaso, que la de Vox ha sido como la lucha de David contra Goliat. Tramposa descripción tratándose del tercer partido que más presupuesto ha tenido para afrontar la campaña, y además con una presencia permanente en los medios de comunicación (ya se sabe el aforismo: que hablen de una aunque sea mal). ¿Hubiera preferido Olona la irrelevancia mediática concedida al Pacma o al partidito ese de Jaén? Excusas de mal perdedor. Los resultados de Vox han sido malos porque han hecho una campaña errática, surreal y ridícula.
Olona estaba llamada a ser el principal activo de la campaña electoral de Vox en estas autonómicas y su permanente sobreactuación la convirtió en una candidata histriónica e incompetente. La soberbia de Olona fue tal que pensó que Andalucía podía ser conquistada con ditirambos y altivez. La idiosincracia andaluza es mucho más compleja que la de su tierra alicantina, y Olona nunca quiso ni tuvo interés en enterarse. Pensaba que un vestido de faralaes y un puñadito de tópicos dialectales servirían para conquistar a la parroquia, a la que siempre avizoró por encima del hombro. Y no.
Del cúmulo de errores cometidos por Olona en la campaña (y que deberían servir de estudio en todas las facultades de Ciencias Políticas sobre lo que no hay que hacer en unas elecciones) el más gordo sin duda fue traerse a dar un mitin a la pirada italiana Giorgia Meloni, ex ministra de Berlusconi y a quien se vincula con la mafia calabresa. Una joyita.
Uno, que ha visto ya casi de todo, admite que se sobrecogió al ver a la pirada, con mirada satánica y verbo consumido por el odio, soltar una de las parrafadas más estridentes y salvajes que haya escuchado nunca a un político. Y lo peor fue que la tarada parecía hacer las delicias de Olona, Abascal y Buxadé. ¿De verdad pensabais que con un discurso tan delirante y una voz tan de ultratumba, ibais a conquistar a un electorado andaluz permanentemente seducido por el perfil de yerno ideal de Juanma Moreno?
Durante la campaña he dudado del equilibrio emocional de Olona. Esas dudas han quedado certificadas en las últimas horas. El domingo dijo que su compromiso con Andalucía abarcaría toda la legislatura, ayer se buscó la complicidad de Dios para decir digo donde dijo Diego, y hoy desconozco con qué pie se habrá levantado.
Lo requetepeor de los dirigentes Vox es que parecen haberle perdido el pulso a la realidad. Hoy han dicho que siguen muy alejados del PP. Deberían haber corregido ese enunciado y acercarlo a la verdad. Vox no está lejos del PP, se ha ido alejando del PP progresivamente. Vox estuvo muy cerca del PP en las elecciones generales de 2019, cuando logró darle el ‘sorpasso’ en cuatro provincias andaluzas. Apenas 800 pírricos votos de diferencia en la provincia de Málaga impidieron que fueran cinco.
Vean y comparen:
Elecciones generales de 2019, con una participación del 66,73%
– Total de votos emitidos 774.466
– El PP obtuvo 3 escaños con 162.577 votos y con un 21, 6 % de votantes del total.
– VOX logró 2 escaños con 161.752 votos y con un 21,46 % de votantes del total.
– La diferencia estuvo en 825 votos y en 0,14 puntos porcentuales.
Por otra parte, en las elecciones autonómicas de 2018 en la provincia de Málaga, este fue el resultado:
– Participación del 56,63%
– Total de votos emitidos 639.555
– El PP logró 4 escaños con 152.279 votos y con un 22,6 % de votantes del total.
– VOX consiguió 2 escaños con 72.455 votos y con un 11,51 % de votantes del total.
– La diferencia estuvo en 79.824 votos y en 11,09 puntos porcentuales.
En las elecciones del domingo, el PP obtuvo 1.582.299 votos, por 493.909 votos de Vox. Es decir, mas de un millón de votos de diferencia. Por consiguiente, se hace necesario el matiz de por qué Vox está tan lejos del PP luego de haber estado tan cerca en las últimas elecciones.
Mi opinión es que Vox SA ha laminado a la gente más brillante de provincias por temor a que algún tipo listo y con proyección mediática contrapuntara el poder de los seis o siete que mangonean el partido. Solo hay que ver lo que ocurrió en Málaga este domingo. Desde la sede de los populares me llamó a última hora de la noche el ex secretario provincial del partido verde, Paco Vázquez, para decirme que había mas ex militantes de Vox que afiliados del propio PP celebrando la victoria. No es normal que la mayoría de los cargos orgánicos de los dos anteriores presidentes del partido de Abascal hayan hecho campaña para Juanma Moreno. No es normal que Vox contara con 184 apoderados este domingo, frente a los 414 de los que dispuso en las generales de 2019. No es normal que se haya reducido el papel de los militantes al de pagacuotas y palmeros. No es normal que una desecho de tientas como Patricia Rueda sea la que ejerza el poder real de Vox Málaga en la sombra. No es normal tanta selecta mugre en las listas. No es normal que despreciéis tanto a vuestros militantes, que les hayáis rapiñado hasta el derecho a la participación electoral. No es normal que Ortega Smith siga organizando la cosa a golpe de inútiles gestoras. No es normal que tratéis de convencernos de que Sevilla, Puri y Luna eran lo mejor que tenía el partido. No es normal que Jorge Buxadé congregara a 28 personas en su mitin en Rincón de la Victoria, o que la capacidad de convocatoria de Ortega Smith en Torremolinos no superase el centenar. No es normal que tantos ex altos cargos de Vox se afanaran este domingo en mandarme imágenes sobre la orientación de su voto. No es normal que tan poquísimos militantes hayan querido remar al lado de los dirigentes provinciales nombrados a dedo. Y tampoco es normal, no ya que los dirigentes nacionales de Vox mientan tanto, sino que toméis por imbéciles a vuestra propia gente.