La fealdad (moral) de Mónica Oltra: se presenta como víctima de una «cacería» de la extrema derecha y rechaza dimitir
El Gobierno valenciano presidido por el socialisa Ximo Puig se encuentra en una difícil encrucijada. La vicepresidenta autonómica y líder de Compromís, Mónica Oltra, ha dejado claro hoy que no tiene la más mínima intención de dimitir pese a haber sido imputada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia por el supuesto encubrimiento en el caso de abusos sexuales a una menor por el que su exmarido fue condenado en 2019.
Oltra, que ha comparecido este mediodía en rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos aprobados en la reunión del Consell, como si se tratara de un viernes más, se ha presentado como víctima de una «cacería política que viene de la extrema derecha» y ha dejado claro que aguantará la «presión» el tiempo que haga falta. «Esta gente no puede ganar -ha llegado a argumentar a la pregunta de si no teme que su resistencia eclipse la acción del Gobierno-, porque si me lo hacen a mí se lo pueden hacer a cualquiera».
En su primera intervención sobre este asunto, la número dos del Ejecutivo valenciano ha hecho hincapié en que es el propio auto en el que se le cita a declarar como investigada el que admite que no existe «prueba directa» en su contra. El escrito, sin embargo, sí habla de «una serie de indicios plurales que en su conjunto hacen sospechar la posible existencia de un concierto entre la señora Oltra y diversos funcionarios a su cargo con la finalidad, o bien de proteger a su entonces pareja (…) o bien de proteger la carrera política de la aforada».
La líder de Compromís, que cuenta con el respaldo cerrado de su formación, ha replicado que esas cuestiones se responderán en sede judicial pero que ella nunca se ha «manejado en términos de carrera política». «Mi trayectoria -ha defendido, tras recordar su imputación y posterior exculpación por resistencia a la autoridad en 2010 durante un derribo en el barrio del Cabanyal – siempre se ha basado en oponerme a las injusticias y defender a la gente que más lo necesita».
Puig tiene ahora en sus manos una patata caliente. Aunque, formalmente, podría destituir a su vicepresidenta, Compromís le ha advertido ya de que cualquier acción «unilateral» por su parte conllevará la ruptura del pacto de coalición. «Una decisión de esta magnitud debería ser acordada colectivamente también» y «el presidente no puede tomar unilateralmente esta decisión», ha advertido la coordinadora del partido, Agueda Micó, esta mañana en A Punt.
Cacería en términos metáforicos es la que sufrieron Doña Rita Barberá y la que sufre D. Francisco Camps desde hace más de diez años. Y esto lo digo desde la equidistancia política, la repugnancia y el desprecio que siento sobre el estado democrático. Lo de esta cerda debe ser una cacería de verdad, la que practica el hombre al animal, no hay otro camino.
Saludos.
Es que si dimite donde va a ir, si no vale para nada, es una tonta absoluta. Osea mucho feminismo pero tapando al marido de delitos gravisimos. Que asco dan
Tonta no, una hdlgp. a la que le ha llegado su hora.
Saludos.
No entiendo quien les vota, con toda su papa dice que no se va para “luchar contra el fascismo, más o menos como si estuviese en Normandía, que cara más dura y da pena quien compra esa basura, está sujeta o presunta delincuente lucha por vivir a lomos del contribuyente.
Oltra jodete, el cojo de España 2000 no va a parar hasta que estes en la cárcel.
suma y sigue… que asco de politica, que asco de señora…
La fealdad moral y la física también, porque es más fea que “matar a un cerdo a besos”. Más bien yo la cambiaría el nombre, y en vez de llamarse Mónica Oltra, se llamaría Feofila Oltra.
OLTRA ES LA BIEN PAGADA POR EL SEPARATISMO CATALAN PARA ANEXIONAR VALENCIA A CAT.
“ROMA NO PAGA A TRAIDORES”.