Cuida tu pecho después de una operación: las cinco cosas que debes hacer
Muchas son las personas que a lo largo del tiempo se plantean una operación de reducción o aumento de pecho. A finales del siglo XIX podemos encontrar la primera intervención de aumento de pecho documentada. Desde entonces, los cuidados han ido cambiando y cada profesional recomienda unas u otras actividades.
La intervención de cirugía estética ofrece distintas soluciones para cada caso. En la Clínica de cirugía estética Teresa Bernabéu las operaciones más frecuentes son el aumento de pecho y la reducción de pecho, siendo el aumento la más solicitada de entre las dos y avala que el postoperatorio es crucial para notar cambios.
LA CAMA SERÁ TU MEJOR ALIADA
Tras una corta, pero intensa intervención quirúrgica, los especialistas recomiendan reposo para no dañar la zona operada. No es necesario estar completamente inmovilizado, pero sí que hay que tener mucha delicadeza con los brazos a la hora de hacer algún movimiento.
El peso máximo que recomiendan a la hora de mover o levantar cosas es de 4 kg en los primeros días. ¡Y olvídate de conducir! Los médicos no recomiendan coger el coche después de las dos semanas posteriores a la operación.
AGUA EN MANO
El agua debe ser la bebida por excelencia después de esta intervención quirúrgica. Es crucial que, durante los días posteriores, estés bien hidratada y también utilices cremas en las zonas dañadas para evitar resequedad, picores o irritaciones. Además, podrá evitarse la aparición de estrías.
COMPRENSIÓN
Es importante tener la zona de los senos lo mejor sujeta posible para que no provoque daños. Lo más recomendable es utilizar unos sujetadores deportivos, ya que permiten una mayor fijación de la zona. Y, de esta forma, los implantes estarán sujetos en una posición correcta mientras el proceso de cicatrización se lleva a cabo.
VIDA SALUDABLE
Olvídate del tabaco o el alcohol. Tras una operación de esta índole es vital mantener una vida y dieta saludable. Dejando de lado los malos hábitos, favorecerás a mantener el nivel máximo de oxígeno en sangre logrando que el proceso de cicatrización sea más rápido y efectivo.
LA CURA
Después de salir del quirófano, lo más probable es que te pongan un vendaje durante un tiempo.
En los primeros días postoperatorios debes lavar la zona con cuidado y, después, secarla de manera suave dando leves toques.
Los expertos recomiendan huir del contacto directo con el sol mínimo en cuatro semanas. Si se expone a los rayos, puede pigmentar las cicatrices, volviéndolas más oscuras y visibles. Después de eso, asegúrate de utilizar la mayor protección solar para cuidarte.
Cada operación es un mundo, por lo que si tienes una pequeña duda de los cuidados debes ponerte en contacto con tu cirujano/a.