Alberto González, en el centro; a su derecha, Antonio Sevilla; a su izquierda, el ‘pelele’ Eugenio Moltó, diputado autonómico.

Alberto González*.- Cuando en junio de 2021 se me nombra oficialmente coordinador de Vox en Mijas, en el tapeo posterior a la mesa informativa, don Antonio Sevilla me aconsejó prudencia en palabras y actos. No me pareció mal consejo, ya que la prudencia y la honra, la prudencia y el coraje, la prudencia y el honor, y sobre todo la prudencia y el valor, no están reñidas, al menos para mí.

Visto lo visto en Torremolinos, y como concejal imprescindible para la gobernabilidad del municipio que es don Antonio Sevilla, pensé en una oportunidad para presionar a populares y ver cómo sacaban medio metro de lengua. Implementar políticas valientes frente a la inmigración ilegal, seguridad en sus calles y presión impositiva.

Pero claro, eso sería destacar en un partido donde ser valiente y cumplir con el “teórico” programa te cuesta el cargo, por lo que no veo a don Antonio con los niveles de testosterona necesario para luchar por otra cosa que no sea su propia silla.

Recuerdo cuando se le lanzó el guante a la gestora con los análisis antidrogas, aunque más que guante fue un dardo envenenado o una apuesta sobre seguro con nombres y apellidos.

Felicitar el Ramadán con dinero público a los mismos que sabotean procesiones en Cataluña o en Granada es viable y posible solo y cuando el voto de Vox en Torremolinos depende de Antoñito el blandito.

Callaron como lo que son y no hay más que ir al refranero popular para saberlo

El refranero español es verídico y fiable, como la vida misma, aunque a veces falla, No es cierto que de un cobarde nunca se ha escrito nada, podríamos estar escribiendo semanas de la gestora de Vox Málaga.

Por sus actos los conoceréis.

*Ex coordinador de Vox en Mijas (Málaga)