Foto: La Opinión.

Alejandra G.P.-Estamos a las puertas de la Navidad, fiestas entrañables donde debería ahondar la Paz y la Prosperidad. En La Coruña, desde que Inés Rey fue proclamada alcaldesa y no por votos, sino por alianzas, no tenemos Paz ni mucho menos Prosperidad. Primera mujer alcaldesa de La Coruña en democracia y peor mandato de La Coruña en democracia. Esto sí lo tiene asimilado, son demasiadas las críticas a nivel calle, redes sociales y medios de información en general. Pero todo ello no le crea ningún quebradero de cabeza. Ella se ha acogido a su derecho a no declarar y a la archiconocida cita de Óscar Wilde que dice “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablar de ti y es que no hablen de ti”.

Con todo ello, los problemas siguen; ratas, suciedad, malas hierbas por todas partes, atascos, luces de Navidad excluyentes, dependiendo del barrio donde vivas, sin plazas de aparcamiento, zancadillas al comercio y hostelería, obras interminables, que después modificará cuando vea que no se ajustan a las medidas de los autobuses y demás medios de transportes. Ocupación, incendios, que por arder, arden, esto literalmente, las luces de Navidad colgadas en alguna calle.

Y pasadas las Navidades sin novedad, ni mejoría, llega el Año Nuevo, es decir el 1 de enero de 2022 y La Coruña seguirá gobernada con las mismas previsiones económicas de finales de 2019, antes del coronavirus. Y entonces habrá que limar asperezas con sus cogobernantes, los señores de La Marea (arteria de Podemos). Lo que harán para ello es amoldar sus decisiones para acomodar a sus socios, por lo cual, Inés Rey recurrirá a la sentencia contra la bajada de tarifas del bus. La Marea dice que el PSOE debe de cumplir los acuerdos que firmó con ellos para investir a la susodicha alcaldesa. Pero por otro lado, sigue sin resolución el supuesto transfuguismo de la señora Mónica Martínez, que Inés Rey puso de concejal. Si es favorable la sentencia a La Marea, ya serían dos demandas ganadas de sus socios de gobierno y que conllevaría el cese inmediato de la concejal, propuesto todo esto por La Marea y un cortocircuito al equipo de Rey, que retrasaría, todavía más, la aprobación de cuentas. ¿Qué más nos puede pasa?

Inés Rey, vas mal, muy mal, empieza a hacerle caso a la voz del pueblo, que es la voz de Dios en latín, cuyo significado era que la opinión popular de la gente de a pie se imponía por su fuerza y no era prudente oponerse a ella.

Termino mi último artículo del año con una frase de Samuel Langhorne Clemens, más conocido como Mark Twain, que fue escritor, orador y humorista, que dice: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido, que abrirla y disipar las dudas”.

Feliz Navidad.