Somos lo que somos
(Remitido) Cuando dejamos LO NOSTRE como partido valencianista, en cosa de un mes y de manera fugaz (siempre hay motivos para hacer cosas así), fue porque la dirección nos dijo en su momento que se catalogaban de “Centro-Derecha”, pero cuando empezamos a trabajar, nos sorprendieron ejecutivas a nuestras espaldas. Todo relacionado a la labor que habíamos empezado a desarrollar en Castellón. Para nosotros fue una sorpresa que el motivo de esas reuniones encubiertas, venían de la mano de su presidente, Tomás Meliá, quien más tarde se encargó de ponernos en firme su nueva propuesta de expansión: nada del discurso de “centro-derecha” que nos habían encargado, ese sentimiento popular del partido debía quedar apartado, detrás de los focos mediáticos. Su mandato, a partir de ese momento, era el de mostrarnos en medios públicos como políticos transversales y socio-liberales (vamos, socialistas), dado que cara a la galería eran unos conceptos que gustaban más. El mismo día que se nos comunicó ese cambio de giro ideológico, tomamos la decisión de apartarnos del proyecto de LO NOSTRE. Dimitió todo el grupo de trabajo de Castellón, a excepción de una persona a la que le vendieron el ir en cabeza de lista para las próximas elecciones autonómicas provinciales, todo eso, sin llegar a lograr una estructura municipal. ¿Dónde leches van? ¿La casa por el tejado?
David Martí Pons, persona reconocida en Castellón, no estaba dispuesto a que al grupo de acción que había formado lo catalogaran como socialista, pues los integrantes del mismo conjunto son políticos de ideología derechista. Al fin y al cabo, hemos aglutinado a una importante militancia descontenta de la derecha actual en Castellón, llegando a formar el partido político ProNostrum. Ante todo, somos fieles a nuestros principios y valores. Supimos decir “NO” a un proyecto que se nos vendió como un imberbe producto valencianista y, que tras oscuras reuniones, evolucionó hasta convertirse en un engendro irreconocible para la mayoría del equipo de Castellón.
Por nuestra parte, esperamos que algún día esas “fallas” valencianas entiendan que sin unión no se puede hacer nada contra esas hordas rojas que, poco a poco, están destruyendo nuestra identidad. Y, menos, intentando engañar a la gente en las calles, porque al fin y al cabo, esos ciudadanos, familia, amigos, compañeros, etc… son nuestros y hemos de ser sinceros con ellos. Esperamos que Tomás Meliá y su equipo entiendan lo duro que fue para nosotros tomar esta decisión de escape, pero consideramos que fue lo mejor. Desde aquí, Castellón, tan sólo podemos mandar un mensaje de apoyo y firmeza a la sociedad valenciana, para que sus políticos sean capaces de escuchar y entender que sin la unión de todos los entes de carácter valenciano, sin pecho de palomo por delante que dicte amparado por el ego, nuestra tierra está perdida. Aquí, ahora y mañana: ¡TOTS A UNA VEU!