Incluso después de que el 75% de la población se haya vacunado completamente, Dinamarca sigue experimentando el pico de COVID. Ahora, para controlar la situación, el ministro de sanidad danés ha pedido a más y más personas que se vacunen, o el gobierno “cerrará la sociedad”.

En el mes de mayo, Dinamarca sufrió el peor pico de COVID, donde la cifra fue de 2,01. Es el más alto desde enero.

La población total de Dinamarca es de 5,8 millones de personas, de las cuales el 75% de los habitantes están totalmente vacunados.

Hace una semana que Dinamarca recibe más de 1000 casos diarios. Más del 85% de la población mayor de 12 años ha sido vacunada.

Ahora las autoridades amenazan con “cerrar la sociedad”, según el portavoz de sanidad del partido de la oposición, Martin Geertsen, si no se vacunan más daneses.

“Si queremos que Dinamarca siga abierta, debemos hacer que más personas se vacunen”, dijo el ministro de Sanidad, Magnus Heunicke.

Aunque el ministro de Sanidad dijo que la vacuna seguiría siendo voluntaria, advirtió sin embargo de forma ominosa a la población para que se vacunara.

Geertsen dijo que Heunicke estaba enviando un “mensaje completamente salvaje”. Además, el gobierno estaba incumpliendo su promesa de eliminar los bloqueos una vez que una alta proporción de la población se hubiera vacunado.

El año pasado, las autoridades danesas intentaron aprobar una ley para imponer la vacunación forzosa de cualquier persona, y decidieron contar con la ayuda de la policía para detener físicamente a las personas y sujetarlas mientras eran vacunadas. Sin embargo, este esfuerzo se abandonó tras las protestas masivas.

Anteriormente, la directora de la Agencia del Medicamento de Dinamarca, Tanja Erichsen, se desmayó durante una rueda de prensa en directo mientras anunciaba la suspensión de la vacuna de AstraZeneca.

Dinamarca ha sido el primer país europeo en suspender por completo el uso de la vacuna de AstraZeneca por causar trombosis del seno venoso cerebral (TSVC), un coágulo de sangre en el cerebro de los receptores.

Mientras tanto, se ha presentado una importante demanda contra el primer ministro de Dinamarca por las estrictas restricciones impuestas a la COVID-19 y por haber matado a casi 17 millones de visones.

Según la demanda, las autoridades no recomendaron un cierre importante, como afirmó la PM Mette Frederiksen. Fueron él mismo y Barbara Bertelsen, la Jefa de Departamento del Primer Ministro, quienes enviaban a los jefes de departamento correos electrónicos de alarma con artículos adjuntos de los medios de comunicación, creando el pánico.