Antonio Luna

Utiliza la diputada Patricia Rueda una frase hecha para persuadir a colaborar a los militantes de Vox Málaga. “Hay que remar en la misma dirección”, suele utilizar la incompetente como arenga motivadora. La que destroza todo lo que toca, desde el Museo Automovilístico al partido de Abascal en la provincia malagueña, insiste en la premisa pero elude citar el desenlace: “Hay que remar en la misma dirección… para que unas ganemos más de 80.000 euros y que a la mayoría de los remistas les cueste el dinero”. Unas llevan la fama y los tontos cardan la lana.

Montaje con la escandalosa nómina de Luna realizado por miembros de la Plataforma Antigestora de Vox.

No es la única que se lleva la fama. El concejal de VOX en Fuengirola, policía nacional de origen cordobés (sic), sin título universitario, consiguió tras una ardua presión que el Ayuntamiento de Fuegirola le pagará cada mes más de 2.700 euros. Y eso a pesar de ser un concejal raso en la oposición (al igual que Gema Carrillo), sin ninguna responsabilidad de gestión, y en un Consistorio donde el Partido Popular disfruta de mayoría absoluta y no necesita en ningún caso del voto favorable de Antonio Luna para sacar adelante sus propuestas de gobierno.

Es decir, este edil cordobés no suma absolutamente nada a Fuengirola, sino que resta más de 2.700 euros mensuales de los bolsillos de los fuengiroleños. Por otra parte, el horario flexible del que disfruta en el Ayuntamiento de Fuengirola le permite, a costa del erario público, ejercer como vicesecretario de (Des) Organización de Vox Málaga y ausentarse con frecuencia del edificio consistorial. Idéntico comportamiento protagoniza Carmen Barrios, su secretaria, también pagada con dinero público del Ayuntamiento de Fuengirola, que asume las (dis)funciones de vicepresidenta de VOX Málaga.

Así que ya lo saben, tontos abajo firmantes que militáis aún en Vox Málaga, cuando se os diga que reméis en la misma dirección que ellos, cuando se os llame para que acudáis de relleno a las mesas informativas, cuando se os conmine a actuar de palmeros en los mítines, cuando se os pida que peguéis carteles, que metáis papaletas en los sobres o que actuéis de apoderados en los colegios electorales, lo que se os pide realmente es que trabajéis gratuitamente, a cambio de nada, quitándoos horas de estar con vuestras familias, para que estos caraduras se sigan llenando los bolsillos a vuestra costa y utilizando en vano el nombre de España. Pediros que reméis para que unos pocos se sigan lucrando a vuestra costa, convirtiendo la política en un lujoso medio de vida, es  la forma que tienen de reírse de los militantes y simpatizantes.

Y no solo se ríen de vosotros, sino también de los miles de votantes de toda España que se creyeron a pies juntillas el principio defendido por el partido de que a la política se viene a servir a los españoles, no a servirse de los españoles.

Si aceptáis trabajar gratis para que gente como Antonio Luna se lo lleve calentito cada mes, entonces es que sois más tontos que colocar un retrovisor en una bici estática.