(Video) Un separatista provoca un atasco de varios kilómetros en Barcelona al pretender colgar una estelada en lo alto de un poste de señalización
El nacionalismo se muestra como un movimiento inherentemente violento. Mediante la coacción, el acoso o los daños contra las personas y contra los bienes públicos y privados, el separatismo ha ido imponiendo sus postulados.
El secesionismo ha llegado a la conclusión de que la violencia y el incumplimiento de la ley, en ocasiones por parte de las propias autoridades locales y autonómicas, le reporta un importante beneficio político. Cataluña se ha convertido en una autonomía fallida, en un territorio sin orden ni ley donde la democracia y el Estado de derecho no son capaces de defender los derechos y las libertades de los ciudadanos que allí viven. Destaca particularmente el sufrimiento de esa mayoría que no comparte las ideas del secesionismo y que se ve condenada al silencio o forzada a un verdadero exilio.
Las acciones violentas y coercitivas en Cataluña tienen lugar cada día casi con total impunidad. La mezcla de separatistas rabiosos y extremistas de izquierda al frente de las principales instituciones de la región, lo que ha hecho es normalizar una situación de anormalidad democrática que en cualquier otro país civilizado ya habría tenido al contundente respuesta del Estado.
Cuando obtienes réditos políticos promoviendo el vandalismo, apoyando los desordenes públicos, justificando los sabotajes o paralizando las carreteras, lo lógico entonces es que el caos y la violencia crezcan cada día. El último ataque al normal desarrollo de la vida de los catalanes se ha producido hoy mismo, cuando un joven separatista se ha encaramado hasta lo alto de un poste de señalización en la ronda de Dalt (una vía de circunvalación de la ciudad de Barcelona), a diez metros del suelo, para instalar una estelada.
La acción vandálica ha obligado a intervenir a los servicios de bomberos, debiéndose cortar la circulación y provocando un atasco de varios kilómetros, entre la impotencia y la desesperación de los automovilistas. Finalmente, el energúmeno pudo bajar través de un coche escalera, en medio de una gran tensión debido a los forcejeos que mantuvo con los bomberos.
El joven fue conducido hasta una comisaría de los mossos, de la que salió en libertad a las dos horas. Lo natural en Cataluña, una región sin orden ni ley.
menudo subnormal
No Jonny, tu padre no estaba.
Exacto. Era tu hermano. Tú estabas con tu madre esperando que bajara para darle de merienda ese embutido horrible al que llamáis fuet y que, cuando está bien seco, a ti te encanta rascarte con él los intestinos.
Seguro que en comisaria le aconsejarian que la proxima vez se ponga un arnes de seguridad.Le dieron un abrazo y lo dejaron salir con aplausos y vitores.
El problema es que, unos chavales que cumplen con su trabajo como estos bomberos, puedan caer por ayudar a un cretino que realmente ni se lo merece. En fin…
Es una lástima que no se hubiera despeñado antes de la llegada de los bomberos… lástima
Con tal de hacerse ver, de que “el Mundo les mire” los energúmenos independentistas hacen cualquier tontería, aunque ello comporte, como es el caso de las imágenes de la pieza, provocar problemas a una ciudadanía harta ya de sus “performances”. Realmente, el Mundo les mira, pero éso sí, de reojo y a carcajada limpia. Somos muchos más los catalanes que no comulgamos con los postulados de esos pocos hiperfanatizados.
Autono-suyas fuera. Cuanto antes mejor.
SPE.
“El nacionalismo se muestra como un movimiento inherentemente violento.”, dice el artículo
Completamente de acuerdo
El sistema de las automanías (sic) es lo más antiespañol que se ha podido crear. A la vista está.