Una mujer de 49 años sin antecedentes médicos acudió a la sala de urgencias con fiebre y una grave erupción cutánea. Una semana antes la mujer recibió la vacuna COVID-19 Pfizer.

La paciente comenzó a desarrollar fiebre, fatiga y dolor de cabeza seguidos de lesiones cutáneas que se expandieron por su cuerpo hasta afectarle el rostro también.

Los médicos le administraron paracetamol pero no notaron ninguna mejoría. Tras someterla a unos exámenes, la mujer sentía un dolor intenso en el abdomen, los miembros superiores, cara, genitales y muslos superiores. Se le formaron ampollas y su piel se puso muy delicada.

Los médicos afirmaron que es el primer caso que trataron con este grave trastorno de la piel, luego de recibir la vacuna Pfizer. Aquí puede ver las imágenes de lo que padeció la mujer.

La vacuna ARNm de Pfizer contra el COVID-19 destruye las células T y debilita el sistema inmunológico

Por otra parte, un estudio realizado por el Instituto Francis Crick del Reino Unido ha descubierto que la vacuna Covid-19 de Pfizer-BioNTech destruye las células T y debilita el sistema inmunitario. A pesar de ello, las empresas farmacéuticas pretenden inyectar a la población una tercera dosis o vacuna de refuerzo para “evitar” que esto ocurra.

Los linfocitos T son células inmunitarias capaces de dirigirse a partículas extrañas específicas; se estudian sobre todo en relación con su capacidad para combatir el cáncer y las enfermedades infecciosas, pero también son esenciales para otros aspectos de la respuesta inmunitaria del organismo.

Existen dos tipos de células T: las células T asesinas y las células T auxiliares. Las células T asesinas atacan a las células que ya han sido infectadas por partículas extrañas, mientras que las células T auxiliares ayudan a otras células a desarrollar células asesinas y estimulan a otras células a crear anticuerpos neutralizantes.

El estudio del Instituto Francis Crick se centró en los anticuerpos neutralizantes creados por las células T. Analizó si la vacuna de Pfizer ayuda a las células T a crear suficientes anticuerpos para combatir el Covid-19 y las variantes asociadas del virus.

El estudio -realizado por el Instituto Francis Crick en colaboración con el Instituto Nacional Británico de Investigación Sanitaria- demostró que la vacuna Covid-19 de Pfizer producía menos anticuerpos neutralizantes contra Covid-19 y otras variantes.

Los científicos analizaron los anticuerpos en la sangre de 250 personas sanas que recibieron una o las dos dosis de la vacuna Covid-19 de Pfizer hasta tres meses después de su primera dosis.

Los investigadores utilizaron una prueba desarrollada por el Instituto Francis Crick para averiguar la capacidad de los anticuerpos neutralizantes de impedir la entrada de las variantes de Covid-19.

El estudio reveló que sólo el 50% de las personas que recibieron una única dosis de la vacuna de Pfizer presentaron una respuesta cuantificable de anticuerpos neutralizantes contra la variante alfa de Covid-19. Además, esta cifra se redujo a sólo el 32% y el 25% para las variantes delta y beta, respectivamente.

Entre todas las variantes, se generaron menos anticuerpos cuanto mayor era la edad del individuo que recibía la vacuna y cuanto más débil era su sistema inmunitario. Teniendo en cuenta la capacidad de la vacuna para destruir las células T y debilitar aún más el sistema inmunitario, vacunarse podría causar daños a muchas personas, especialmente a las que tienen un sistema inmunitario comprometido.

No se observó ninguna correlación en cuanto al sexo o al índice de masa corporal. Los investigadores quieren realizar más estudios para comprobar las capacidades de otras vacunas, empezando por la de Oxford-AstraZeneca.

David Bauer, jefe del Laboratorio Bauer del Instituto Francis Crick, dijo: “Así, el mensaje clave de nuestro hallazgo es que descubrimos que los receptores de la vacuna de Pfizer, los que han recibido dos dosis, tienen entre cinco y seis veces menos cantidad de anticuerpos neutralizantes”.

“Estos anticuerpos son el estándar de oro, los anticuerpos de seguridad privada del sistema inmunitario, que impiden que el virus entre en las células. Por lo tanto, hemos encontrado que eso es menos para las personas con dos dosis. También hemos comprobado que las personas con una sola dosis de la vacuna de Pfizer son menos propensas a tener altos niveles de estos anticuerpos en la sangre”.

Bauer sugirió que las personas deberían recibir dosis de refuerzo de las vacunas Covid-19 en lugar de evitar las inyecciones por completo. Además, dijo que se debería dar prioridad a las personas mayores en la distribución de las vacunas de refuerzo.

Bauer dijo: “Y quizás lo más importante para todos nosotros de cara al futuro es que vemos que cuanto más viejo eres, más bajos son tus niveles. Y cuanto más tiempo pase desde la segunda vacuna, más bajos serán los niveles”, dijo. Esto nos indica que probablemente tendremos que dar prioridad a los refuerzos para las personas mayores y más vulnerables”.