El engaño más grande en la historia de la salud
Por Pascual Uceda Piqueras*.- No es una casualidad que un libro como este que ahora presentamos alcance un éxito tan fulgurante; máxime, cuando todo a su alrededor anunciaba una espinosa y accidentada andadura. Y es que los caminos abruptos y difíciles nunca fueron un obstáculo para que los valientes se atrevan a enfrentarse a los males que aquejan a la humanidad, en este caso, quizá al peor de todos: la ignorancia.
Esta cuarta edición de El engaño más grande en la historia de la salud, que acaba de ver la luz a poco más de un mes del nacimiento de la primera, no solo constituye un motivo de orgullo para todos aquellos que nos sentimos parte de esa cruzada inmemorial en favor de la Verdad, sino también un punto de inflexión y toma de conciencia de todos los acontecimientos que han venido a desembocar en este estado actual de incertidumbre y desesperación que nos invade a todos los habitantes del planeta.
Conscientes de la gravísima situación y decididos a comprometerse con la causa, un equipo de treinta especialistas en diferentes campos del saber (con predominio en el ámbito de la ciencia y la sanidad en particular), aúnan sus esfuerzos en la tarea común de abarcar, con el debido rigor científico avalado por sus correspondientes estudios universitarios, toda la casuística que rodea al fenómeno social de crisis sanitaria mundial generada a partir de la implantación indiscriminada de un ficticio y artificioso “estado” de pandemia globalizado (marzo de 2020), con la finalidad de facilitar, a todo aquel que intuya que no le están contando la verdad, la información veraz y contrastada que los medios de comunicación social se niegan a proporcionar o bien censuran directamente sin ningún tipo de pudor.
Porque ya no es motivo de sorpresa que nuestro mundo conocido se encuentre al borde del abismo. El caos social de todo tipo, sumado a los múltiples atentados al corazón de la civilización que llevamos padeciendo en estos últimos veinte años, viene siendo asumido por los habitantes de todo el globo con una resignación que asusta, tanto por la pasividad que muestran las víctimas al ser conducidas a sus “corrales”, como por cierto sentido de culpabilidad que asumen para justificar las inhumanas decisiones de sus “pastores”. Da la impresión de que la gran masa que compone el cuerpo de esa pirámide poblacional (excluida la cúspide, reservada para una élite que se mantiene al margen) acepta todo tipo de imposiciones, desde el convencimiento de que se trataría de una especie de peaje que hubiera que pagar por acceder a ese progreso científico-tecnológico (que no moral y espiritual) con el que nuestros dirigentes quieren “hacernos comulgar” en nombre de una hinchada y ostentosa rueda de molino, que no solo atiende por las siglas de NOM (Nuevo Orden Mundial), sino que además escondería – como así reza el título de la obra que nos ocupa- “una cortina de humo para un mundo sin libertad”.
Causa extrañeza que, llegados a este punto climático en el que ahora nos encontramos, y después de más de un año y medio de padecimientos de todo tipo, recortes de libertad, sometimientos indiscriminados y muertes originadas como consecuencia de una falaz situación de alarma sanitaria mundial, ningún organismo, institución o entidad de cualquier tipo, con el poder mediático y/o político suficiente, acuda en rescate de una población atenazada por la incertidumbre, la desesperación y el miedo. Nace este libro, pues, desde el reconocimiento de ese abandono con tintes de orfandad universal, y con el propósito de frenar – en la medida de las posibilidades que pueda ofrecer una respuesta literaria de estas características y junto a otras iniciativas individuales y colectivas surgidas de la voluntad popular- el avance imparable de un Engaño que, por sus proporciones (se expande a escala mundial), implicaciones (la gran mayoría de los estados se encuentran confabulados), propósito (reducción de la población y sometimiento de la restante) y autoría intelectual-saturnal (las élites financieras que se exhiben públicamente a través del simbolismo presente en el billete de un dólar), podría considerarse de proporciones bíblicas y, en consecuencia, constituir “El engaño más grande en la historia de la salud”.
Siguiendo en corto los derrotes de esa “serpiente” plandémica, en su búsqueda de nuevas “Evas” a las que ofrecerles la fabulosa “manzana soteriológica” como pase previo a esa “nueva normalidad” tan deseada, así el libro publicado por la editorial La Regla de Oro evoluciona en sus contenidos y en su nómina de autores; fomentando tanto la entrada de nuevas perspectivas, siempre actuales y/o novedosas, como la salida de otras que puedan considerarse obsoletas o vías muertas en la investigación de los diferentes rastros que va dejando el “ofidio” en su avance.
Comienza el libro con una dedicatoria de la obra a Salvador Freixedo, alma mater de la obra e inspiración de todos los articulistas en la búsqueda de esa luz que haya de alumbrar el sendero de la Verdad. Continúa la editora con una introducción, donde señala sin ambages a Bill Gates como uno de los responsables más visibles de toda una escalada de acciones encaminadas a fomentar la reducción de la población mundial. Destaca también el prólogo de la editorial, La Regla de Oro Ediciones, donde se insta a los Colegios de Médicos de España a asumir sus responsabilidades ante las vacunas antiCOVID y a que dejen de incumplir los códigos deontológicos y demás normativas al respecto. Termina la editora con una defensa de las teorías que abogan por la presencia del óxido de grafeno en la composición de las citadas vacunas, que, al entrar en contacto con el cuerpo humano y volverse magnético, interaccionaría con las ondas procedentes de las antenas de telefonía de la red 5G en la creación de una nueva arma de control-exterminio de la población.
Siguiendo el orden en que van apareciendo los artículos, toma el relevo a la editora la prestigiosa médica y reconocida voz internacional en favor de los sometidos a la tiranía de las élites y de sus intenciones exterminadoras de la población, Chinda Brandolino, que realiza un acertado y clarísimo análisis de cómo se han ido desencadenando todos los procesos que han desembocado en el estallido plandémico actual. También destaca la intervención del bioestadístico y genetista clínico Ricardo Delgado, pionero en el estudio de la presencia y los efectos del óxido de grafeno en las vacunas, junto al doctor José Luis Sevillano. En general, y para no extendernos en la elaboración de una reseña que, por su relevancia, debería de hacerse de todos y cada uno de los autores que contribuyen con sus artículos, podría concretarse que el citado volumen está compuesto por un nutrido conjunto polifónico muy bien afinado bajo la batuta de la virtuosa editora, la también psicóloga y periodista, Magdalena del Amo, donde no habrán de faltar voces de gran altura como las de los doctores: José Colastra, Ana María Oliva, Roxana Bruno; catedráticos de Derecho: Carlos Ruiz Miguel; médicos: Jaime Salgado, Alejandro Sousa Escandón, Gustavo José González; biólogos: Almudena Zaragoza, Bartomeu Payeras; psicólogos: Tania Evans, Steve Locse, Beatriz Manrique de Lara, Ángeles Morán Tamarit, Pilar Gutiérrez Vallejo, Ángel Núñez; veterinarios: Karina Acevedo Whitehouse; juristas: Valerie Oyarzun Fontanet, José Ortega, Fran Parejo; ingenieros: Alfonso de la Vega; arquitectos: Jaime Garrido; politólogos: Josefina Fraile, Carlos Vílchez Navamuel; terapeutas: Ricardo Vílchez Navamuel y filólogos: Pascual Uceda Piqueras (además de los ya mencionados).
Convendremos que este no es un libro fácil de abordar. ¡Vaya por delante! Y no porque sus autores defiendan sus tesis desde posiciones demasiado puristas o académicas, que conviertan su lectura en una barrera imposible de franquear. Todo lo contrario. La claridad de los contenidos, el lenguaje llano y la ordenada disposición de los textos facilita el acceso de cualquier lector a sus páginas. La dificultad a la que nos referimos, en tal caso, obedece a otra causa. No tiene nada que ver con la capacidad de comprensión del texto (el lector), ni con el empleo abusivo de tecnicismos en que se haya podido incurrir (el autor); sino más bien con factores externos a la obra: la disposición mental del lector ante los hechos sobre los que va a ser informado.
Sabemos de la dificultad de subvertir los esquemas mentales largamente inculcados en nuestro pensamiento mediante esa labor de zapa a la que somos sometidos desde el mismo momento de nuestro nacimiento. El tópico de que la percepción de nuestra realidad sea el producto de una especie de programación progresiva choca diametralmente con la idea más generalizada de creernos el centro de un mundo sobre el que ejercemos un derecho cuasi universal, que lleva al hombre a arrogarse una libertad de acción y pensamiento comparable a lo que diversas tradiciones nos han transmitido sobre la divinidad. En estas circunstancias, y conscientes del estado de soberbia permanente en que vive el ser humano a causa de una muy bien planificada labor de programación evolutiva –¿por parte de unas élites siempre vigilantes?—, resulta muy difícil conseguir borrar de “un plumazo” esos esquemas mentales para abrir la mente, al menos, al análisis y consideración de otras posibilidades que se opongan a las más arraigadas y estereotipadas. A ello deberá sumarse la constante labor de bombardeo masivo con el que, desde todos los medios de comunicación y estructuras sociales, viene siendo atacado hoy el ciudadano de a pie, en una clara intención de mantenerlo sometido permanentemente a la ley del “pensamiento único”; que no es otro que el de la dictadura del estado profundo disfrazado de democracia, república, monarquía o sea cual fuere el disfraz que mejor se adapte a los tiempos.
Y es aquí, precisamente, el punto al que queríamos llegar antes de dar por finalizada esta reseña, porque la primera barrera sobre la que va a estrellarse este libro, con vocación de “guía de caminantes para no extraviarse por el laberinto de la plandemia globalizada”, haya de ser la posible oposición que experimente el lector ante lo que podría considerar como un ataque a sus convicciones: aquellas que le han inculcado desde niño a modo de patrones sobre lo que debe o no ser creído (¿solo lo que adquiere la consideración de oficial?), a quién se debe creer (¿a la televisión y medios afines a quienes ostentan el poder?) y qué rédito material puede extraerse de su elección (¿creer para subir o mantenerse en la escala social y/o material?).
Como decía Salvador Freixedo, destacado pensador, ovnílogo y escritor, cuando en uno de sus múltiples y lúcidos libros avisaba al lector de que para afrontar su lectura se necesitaba previamente liberarse de convencionalismos, verdades inmutables y estereotipos:
“El lector que no admita esta premisa puede ya dejar de leer porque lo que viene no tendrá sentido para él. Seguramente preferirá volver a su rutina diaria con su sobredosis de fútbol, sus sesiones de televisión o los rifirrafes de los políticos, sin caer en la cuenta del caótico mundo en el que vive, con su injusticia pandémica, sus muchos millones de hambrientos, sus guerras constantes y sus autoridades mundiales corruptas hasta el tuétano. Con su pan se lo coman y que sigan durmiendo (Teovnilogía, 2012, p. 34).
*Filólogo y escritor
Así es si así os parece. Y si no, también.