Solo dos afiliados asisten al acto posturero del portavoz de Vox en Andalucía en Vega Mestanza (Málaga)
Una de las cosas que más sorprenden de esta gestora-okupa de Vox Málaga trilera y condenada al fracaso, es la podemización del partido en Málaga. Vox a nivel nacional siempre ha estado en contra de que en política se tengan tantos y tantos cargos, muchos de ellos inservibles. Y no hablamos ya solo de los remunerados sean como personas de confianza o como cargos electos, también de los que están sin cobrar un céntimo pero con expectativas de echarse al bolsillo en un futuro todo lo que puedan; es decir, aquellos que aceptan puestos con las promesas de que en cuanto el partido esté en disposición, devolverle el apoyo en forma de empleo político. Pues bien, todo esto, de lo que Vox a nivel nacional tanto se ha quejado de otras formaciones, es lo que anda haciendo el partido en Málaga. Ni el PP en Málaga tiene coordinadores de barrio, y mira que afiliados y gente dispuesta a trabajar tienen los azules.
Hay sobre todo un indicador que refleja la crisis monumental que el partido Verde vive en la provincia. Nos confirman que casi 800 militantes de Vox Málaga han dejado de pagar sus cuotas. Se teme que la cifra de deudores, que representaría a casi la mitad de la militancia, se incremente en los próximos meses y que en las autonómicas y municipales tengan que ser los cargos quienes estén en los colegios electorales.
Vox Málaga es un partido con una doble cara: de un lado, la Gestora-okupa y su miríada de cargos inútiles; por el otro, casi la totalidad de la militancia, mucha de ella resuelta a cobrarse justa venganza en las elecciones. Hoy hemos tenido un nuevo ejemplo del abandono a que son sometidos los inútiles cargos provinciales en cualquier acto que organizan.
Manuel Gavira, el portavoz del partido verde en el Parlamento de Andalucía, ha visitado Málaga para conocer de cerca el problema de los vecinos de Vega Mestanza que se oponen a la construcción de una depuradora. El acto de postureo del portavoz andaluz de Vox tendría que haber sido la pasada semana, pero el temor a encontrarse de frente con miembros de la Plataforma Antigestora, le disuadió de viajar a Málaga. Por si alguno no lo sabe, Manuel Gavira es posiblemente el andaluz que más se afana en echar a Moreno Bonilla de la Presidencia de la Junta. Entre la recuperación económica que vive la región y la vuelta a los 40 años de socialismo corrupto, él parece decantarse por lo segundo, tal en su contumacia en el bloqueo de leyes. La visita a Málaga de este político gris ha sido tan insustancial como su propio perfil político.
Pese a los llamamientos de la Gestora-okupa a la militancia para que acompañase al de la pinza con el PSOE contra Moreno Bonilla, solo le acompañaron dos afiliados: el frutero Juan Herrera y Fuensanta, reputada echadora de cartas. El resto de sus acompañantes, cargos orgánicos del partido, entre ellos ese señor bastante cómico que sueña con sustituir al imperial Francisco de la Torre nada menos que al frente de la Alcaldía de Málaga. No hay mejor ejemplo de la existencia en Vox Málaga de dos realidades paralelas y cada día más distanciadas.
Lo que parece claro es que la capacidad de esta gestora-okupa para liderar a Vox en la provincia de Málaga brilla por su ausencia y eso a corto plazo va a suponer una hecatombe para el partido, salvo que desde la nacional abran los ojos a tiempo.
El Gavira por evitar a la Plataforma se ha comido 40° a la sombra, y encima fingiendo sonrisa para foto.
No sé qué me da más risa, si los peinados del alcaldable, la ordinariez de Luna o los modelitos de su “querida amiga”.