Los senadores republicanos logran prohibir la utilización de fondos públicos para promover la teoría crítica de la raza
El martes 10 de agosto, el Senado de los Estados Unidos aprobó a través del paquete de reconciliación presupuestaria la enmienda presentada por el senador republicano de Arkansas Tom Cotton, la cual prohíbe que los fondos federales sean utilizados para promover la teoría crítica de la raza (CRT por sus siglas en inglés) en las escuelas.
La CRT ha generado durante los últimos meses grandes debates en los distritos escolares de todo el país. A medida que sus impulsores progresistas han logrado introducirla en las instituciones educativas, incluso desde los primeros años de escolarización, los sectores más conservadores la han interpretado como una herramienta de adoctrinamiento anti estadounidense, que bajo ningún punto debería ser financiada con fondos obtenidos por los aportes de los contribuyentes.
Christopher Rufo, un miembro principal del Manhattan Institute, una institución que ha condenado la CRT, publicó esta madrugada que el Senado aprobó la enmienda en una votación de 50 a 49.
“La lucha contra la CRT se ha vuelto nacional, y el senador Cotton está liderando el camino”, publicó Rufo.
En el video que se adjunta en el mensaje de Rufo, se puede ver al senador Cotton hablando en la sesión del Senado diciendo que había sido criado para creer que Estados Unidos es una gran nación y catalogó a la CRT como una “ideología anti estadounidense”.
“Quieren enseñar a nuestros niños que Estados Unidos no es una buena nación, sino una nación racista”, dijo. “Esas enseñanzas están equivocadas y nuestros dólares de impuestos no deberían respaldarlas”.
En julio de 2021, Cotton presentó un proyecto de ley llamado “Ley Stop CRT”, el cual justamente busca prohibir el envío de fondos federales a las escuelas K-12 que promueven la teoría crítica de la raza, así como a los colegios y universidades que obligan a los estudiantes o profesores a afirmar los principios de la teoría crítica de la raza, según informa un comunicado oficial publicado por Cotton el 14 de julio.
“La Teoría Crítica de la Raza (CRT) no es más que racismo sancionado por el estado. ¿Por qué esta venenosa ideología neomarxista debería ser financiada por el gobierno federal? CRT simplemente no tiene lugar en las escuelas, instituciones o el ejército de Estados Unidos”, dijo al respecto de la legislación el representante republicano por Carolina del Norte, Dan Bishop, en apoyo a la iniciativa impulsada por Cotton.
El expresidente Donald Trump también se sumó al debate, escribiendo una contundente columna en el Real Clear Politics, instando a legisladores y padres a actuar contra lo que llamó adoctrinamiento “tóxico” y “antiamericano”.
Trump envió un mensaje muy crítico contra el presidente Joe Biden y a los demócratas en general a quienes responsabilizó de la difusión en las escuelas de la CRT y el conjunto de ideales izquierdistas que penetran con fuerza en la enseñanza de niños y adolescentes estadounidenses, los cuales solo sirven para enfrentar nuestro país por raza y género en todo momento, a pesar de que Biden centró su campaña presidencial asegurando que “unirá el país”, asegura el expresidente.
“En las aulas de todo el país, los estudiantes están sujetos a un nuevo plan de estudios diseñado para lavarles el cerebro con el ridículo dogma de izquierda conocido como ‘teoría crítica de la raza’”, escribió Trump en el artículo de opinión publicado en junio en Real Clear Politics. “El hecho clave de esta doctrina retorcida es que es completamente antitética a todo lo que los estadounidenses normales de cualquier color desearían enseñar a sus hijos”.
El senador Cotton ha sido un gran luchador contra la CRT y sus esfuerzos están comenzando a verse reflejados en la práctica. Este año, entre otras cosas, también logró introducir una legislación que prohíbe a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos promover ideas asociadas a la CRT.
Escéptico, soy muy escéptico; la CTR es otra variante del mulfironte marxismo cultural, caballo de batalla del mundialismo que nos ha impuesto como religión oficial y forzosa en los países occidentales, al igual que el LGTBeísmo, la calentología, la endofobia, derivados del virus chino, trituración de las clases medias…
A veces pequeños avances como el del senado nos hace perder la perspectiva de esta salvaje guerra cultural que nos han incrustado hasta en el tuétano y se nos está llevando a todos por delante