El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha mostrado partidario de obligar a la ciudadanía a vacunarse contra el coronavirus por ley, al igual que existe la “obligación de pagar impuestos”.

En declaraciones a Radio Euskadi, Revilla se ha referido también al hecho de que el conocido como ‘pasaporte covid’ vuelva a ser obligatorio para acceder a locales hosteleros ubicados en municipios de Cantabria en nivel 3. Según ha advertido, cuando se anunció que el 1 de junio terminaba el estado de alarma, ya solicitó que se otorgaran instrumentos jurídicos a las comunidades para “tomar medidas con cierta seguridad”. “La respuesta que hemos escuchado es que tenemos suficientes competencias, pero no es verdad”, ha lamentado Revilla.

Tras recordar que en cada territorio los jueces “actúan de una manera” diferente, al no contar con “una norma que diga las cosas claramente”, ha indicado por ello que no sabe cuánto puede durar la obligatoriedad del ‘pasaporte covid’ para acceder al interior de bares en Cantabria. “En general, a nosotros nos han aprobado un 50% de las medidas”, ha añadido.

Por otro lado, ha afirmado que los contagios de los turistas que se encuentran en Cantabria no están siendo “un problema” y representan solo el 5-6% de los casos. Asimismo, ha valorado la eficacia del toque de queda, que en Cantabria ha tenido “resultados positivos” y permitido reducir los contagios y tasa de incidencia en las últimas jornadas.

Respecto a la vacunación, Revilla ha reconocido que si por él fuera “obligaría a vacunarse a todos los españoles”, del mismo modo que existe la “obligación de pagar impuestos”. “Si no hay una ley, que se haga. ¿No hay una ley que obliga a pagar impuestos? En un tema como este, con que haya un 5% de negacionistas no es lógico que puedan poner en riesgo a los demás y anden por ahí contagiando”, ha reprobado, para añadir que obligar a vacunar supone “un principio de solidaridad”.

Por último, y en lo que respecta a la tercera dosis de la vacuna, ha apostado por esperar a que todo el mundo tenga la pauta completa “y luego ya veremos”. “A nivel mundial tendrá que haber un apoyo masivo a países sin recursos para que se pueda vacunar todo el mundo”, ha finalizado.

También este viernes en declaraciones a Onda Cero, Revilla ha justificado que la comunidad tiene en la actualidad 27 municipios de Cantabria “en riesgo extremo” y Sanidad ha optado por esta medida, en vez de cerrar. “Ahora ya cerrar es imposible porque también son conscientes de que no se puede parar la economía porque puede haber un virus tan letal como el otro que es que se vaya todo el mundo al paro”, ha opinado.

Revilla ha defendido que con el 60% de personas vacunadas con dos dosis en Cantabria y la posibilidad de hacer una PCR o prueba de antígenos, se garantiza la presencia de más del 80% en esos lugares.

Con respecto a que la vacunación sea obligatoria, Revilla ha precisado que la comunidad no se ha pronunciado, pero sí él, quien es partidario de que sea obligatoria al menos para los sanitarios y los trabajadores de residencias de la tercera edad.

Según el presidente regional, cuando llevó este tema a la reunión de Salamanca fue “contundente” y vio que “alguno más” estaba en esta “misma línea”. “Yo estaba muy cerca del presiente del Gobierno, a metro y medio, y parece que cuando yo hice la exposición, parece que asentí a lo que estaba contando”, ha confesado.

“Yo tengo la idea en ese tema muy clara”, ha trasladado Revilla, que ha celebrado que España sea “uno de los países con menos negacionistas”, pero ha añadido que un 5 por ciento es suficiente para que “se ponga en riesgo a los demás”. “Que tengamos un 5 por ciento de personas por ahí circulando, que puedan ir contagiando a la gente me parece que es inadmisible para el conjunto de la sociedad”, ha valorado.

De delegado falangista a populista demagogo sin dejar de ser un sinvergüenza

Revilla fue pillado in fraganti cuando comía y fumaba un puro en el interior de un restaurante de lujo

Miguel Ángel Revilla es un populista demagogo que tiene la virtud de engañar a mucha gente. En sus intervenciones televisivas aparenta una ejemplaridad que no tiene y una eficacia en la gestión que los hechos desmienten. Cantabria es una de las regiones de España más azotadas por la crisis y el desempleo. Ello es gracias a Miguel Ángel Revilla, uno de los políticos en activo más incompetentes que circulan en España, pese al aire populista y populachero que cultiva. Lleva más de cuarenta años en política y muchas personas que están o han estado a su alrededor han sido acusadas de diversos delitos relacionados con la corrupción. El partido que dirige, el Partido Regionalista de Cantabria, es considerado por algunos como una red clientelar caciquil con un fundamento en un regionalismo reaccionario. En cuanto a su actividad política, Revilla es un oportunista de marca mayor: ha gobernado con el PP, con el PSOE y si fuera menester también gobernaría con Podemos. De hecho y, sorprendentemente, el partido Podemos de Cantabria ha venido dando su apoyo al gobierno de este oportunista y demagogo, aunque últimamente se ha distanciado por la cantidad de escándalos que acumula la gestión del gobierno de “Revilluca”. Fue delegado comarcal de los sindicatos falangistas y también gran admirador y cortesano pelota del Borbón Juan Carlos I, hasta que éste cayó en desgracia. Cuando fundó su partido regionalista ya hablaba de que había que superar las izquierdas y derechas al estilo de las muertes de las ideologías del fascista González Fernández de la Mora. Ah! También, en su juventud, fue un machuno de cuidado, declarado por el mismo en una televisión, cómo no, de gran audiencia.

Caciquismo, corrupción y reaccionarismo político así definiría yo a ese Partido Regionalista de Cantabria. Para un demócrata sencillo un objetivo sería sacar estos personajes de la vida pública. Desgraciadamente el régimen del 78 ha hecho posible todo este tipo de personajes por toda la geografía del Estado. Los encontramos en todos los partidos políticos; partidos que se dividen y pelean exclusivamente por el control de consejerías, empresas públicas y todo tipo de prebendas. También estos personajes son posibles porque significan una cierta Omertá en la política local.

Son personajes caciquiles de la política del régimen del 78. Otra característica de ellos es que se comportan como empleaduchos de las grandes fortunas. El caso del centro cultural Botín en Santander y su ubicación, en plena bahía, es un ejemplo sin paliativos –aunque esperemos que el Tribunal Supremo lo mande derribar– de la servidumbre de los politicastros locales al gran dinero. Hubieran sido personajes estupendos para ser descritos por Balzac.

Hace años, en un programa de televisión, sacó los colores  a un representante de la Iglesia en Cantabria por preferir un exclusivo restaurante que compartir con los vecinos un plato típico durante una fiesta patronal. Incluso se recreó en la bronca que echó al asotanado con los detalles escabrosos que son habituales en este canalla. En mayo pasado, el farsante Revilla fue pillado in fraganti cuando comía y fumaba un puro en el interior de un restaurante de lujo, actividad prohibida por Sanidad. El caradura negó que el puro fuera suyo y luego se desdijo. Mientras miles de cántabros recurren a las colas del hambre, Revilla les escupe ejerciendo de representante de la casta más insolidaria.

Incidente de tráfico

Pero no es el único caso que evidencia las contradicciones morales de este saco de heces (políticamente hablando). La Nochebuena de 2017, el presidente de Cantabria protagonizó un incidente de tráfico que le costó la reprimenda y el insulto de algunos vecinos. En un momento de la noche, Revilla entró por dirección prohibida en una calle céntrica de Santander y algunos transeúntes le llamaron «payaso» al tiempo que decían: «Que sople, que sople».

En un vídeo compartido en Youtube por el usuario Cantabrista, se observa a Revilla preguntando a los vecinos si la calle en la que está es «dirección prohibida». En ese momento, hay algunas personas que se acercan a su coche para orientarle mientras otros le increpan a voz en grito. El incidente se produjo en la calle Peña Herbosa, una zona de bares muy próxima al Puerto Chico.

Desde Izquierda Unida de Cantabria pidieron al presidente que dé explicaciones sobre su «conducta al volante» y aclarase lo sucedido. «Vivimos el bochorno de ver cómo tienen que ser los propios ciudadanos que estaban en ese momento en Peña Herbosa los que informen al presidente de Cantabria de cuáles son las normas de circulación», aseveran desde el partido de izquierdas.

Reprocharon así al presidente y líder del PRC su «irresponsabilidad», más aún –inciden– en un día en el que «muchos cántabros redoblan sus esfuerzos por la seguridad y reducen su ingesta de alcohol si manejan un vehículo y mientras cuerpos como la Guardia Civil intensifican los controles para evitar accidentes de tráfico».

Izquierda Unida cree que «es una gran ocasión para que el presidente lance un mensaje claro sobre el cumplimiento de las normas de tráfico», algo que, apuntan desde IU, «hubiera pasado en cualquier democracia avanzada europea». «Por menos de esto han dimitido ministros en otros países», apostillan.

Revilla ni dimitió ni dio explicaciones.