Conferencia de la deslealtad
FP.- La Conferencia de Presidentes Autonómicos debería ser el foro institucional de la cooperación interterritorial en un estado compuesto como el español.
Las competencias transferidas a las autonomías significan en nuestro país por cantidad e importancia la base sobre las que pivota la sociedad del bienestar y la equiparación de oportunidades en los territorios.
Una organización tan sumamente descentralizada exige elementos correctores y liderazgo político desde el gobierno central.
Por eso a la Conferencia se le tendría que exigir lealtad y compromiso para seguir avanzando todos juntos, diseñando el mejor acomodo y financiación de las tareas que se desarrollan desde todos los ámbitos a beneficio por igual de los españoles vivan donde vivan.
Lejos de ser así Sánchez la pervierte desnudándola de contenido cierto y convirtiéndola en un escaparate de autobombo sin capacidad de toma de decisiones y moneda de cambio con los dirigentes mas desleales con el proyecto común.
Sánchez aquí también abdica de liderazgo y autoridad. Presidentes ociosos y tramposos trasladan la sensación de que en nuestro país el Estado Autonómico es un zoco en el que se intercambian favores independientemente de la eficacia y la eficiencia de la prestación del servicio correspondiente.
La Pandemia, la Economía, la Reconstrucción con fondos europeos, los Incentivos a los sectores productivos son los temas que debían figurar en la agenda de una reunión de semejante fuste, pero todo queda relegado cuando Urkullu va por que le dan más dinero y la Generalitat de Cataluña renuncia porque envalentonada sólo quiere un trato bilateral al acomodo de su esperpéntica visión de un trato de iguales con el gobierno de España.
Sánchez la ha convertido en la Conferencia de la Deslealtad, porque cuanto mas desleal se es mas tajada se saca.