Entonces no era malo comer carne roja: solomillo para 270 invitados en la boda de Alberto Garzón
La evolución (o involución, según se mire) de la conciencia ambiental del ministro de Consumo del Gobierno de España es más que evidente. En apenas cuatro años, Alberto Garzón ha pasado de agasajar a los invitados a su boda con solomillo de ternera, a censurar abiertamente los riesgos que entraña para la salud el consumo habitual de carne.
Porque para su multitudinario enlace con Anna Ruiz en el año 2017, en unas conocidas bodegas de La Rioja, se decantó por un menú para sus más 270 invitados a base de solomillo de ternera a la brasa, acompañado de una guarnición de puré de patata, pimiento del piquillo y espárragos trigueros. Entonces no era malo comer carne roja.
Además, la opción cárnica no terminaba ahí, porque en el banquete también había carpaccio de ternera con virutas de queso parmesano, saquitos de langostino con salsa americana, pastel de puerros y gambas con salsa de queso, gambas de Huelva, bogavante horneado con vinagreta en su jugo, además del referido solomillo, entre otros.
Antes, un cortador de jamón deleitaba a los presentes, que también han degustaban lágrimas de salpicón, chupito de sopa fría de espárragos de navarra, cucurucho de mouse de hongos y topping de pipas tostadas, cubito de bacalao en tempura, salmorejo con helado de aceite de oliva, cuchareta de pulpo a la gallega y conserva de huevo roto.
En el aperitivo, los botellines de cerveza se distribuyeron en cubos bajo una frase en la que se hacía un guiño a Karl Marx: “El motor de la historia es la lucha de clases… y la cerveza”. Alberto Garzón escribío entonces sobre su boda “hicimos un acto humilde y lo más discreto posible”.
Una boda en La Rioja por todo lo alto
Alberto Garzón, entonces coordinador federal de Izquierda Unida (IU) y ahora ministro de Consumo del Gobierno de España, se dio el “sí quiero” con su novia Anna Ruiz un sábado de agosto de 2017 en la localidad de Cenicero (La Rioja).
Tras la ceremonia, oficiada por el entonces magistrado y presidente del TSJR, Ignacio Espinosa, tío del político, los novios y los invitados, alrededor de 270 personas, se desplazaban al municipio de Laguardia (Álava) para disfrutar del banquete en el restaurante La huerta vieja de Bodegas Riojanas, de la Denominación de Origen Calificada Rioja y que en aquel momento ya cotizaba en bolsa.
El precio del menú de la boda se llegó a cifrar en 309 euros y Garzón tuvo que defenderse desmintiendo las informaciones publicadas, “precios tres veces por encima del real”, aseguraba entonces. Se cifraba el coste total de la boda en 100.000 euros, muy criticada y calificada de “burguesa”.
Para la ocasión, Alberto Garzón vistió como un ‘gentleman’, con una semilevita ‘redingot’ en azul índigo, coordinado con chaleco cruzado con solapa y pantalón grises, corbata en el mismo tono de color azul y pañuelo blanco.
(COPE)
Su sueño húmedo es como corea del norte. El dictador con grandes cantidades de lujos y el resto del pueblo comiendo poco más que arroz.
Es así, pero la gente no lo entiende. Así se las gasta el socialismo.
Vaya por Dios, no salgo de mi asombro, aparte del solomillo en el menos, ¿este tipo de individuos, individuas e individues se casan?. ¿De blanco?.
Algo no cuadra.
Saludos Patriotas Españoles.
Es que el blanco ya no es color simbólico de la pureza. Empezando por el alba, la sotana y la casulla papal,desde que el humo y azufre masônico de Satanás entró en el Vaticano. Ahora es el símbolo de la lujuria, de la corrupción y de la riqueza al estilo del Gran Gatsby y multitud de gansters de estas Batuecas. Y es que el hábito, no hace al monje. Todos los comunistas tienen dos colores preferido, el rojo y el blanco. Para los luciferinos es más fácil enmascararse o hacer ostentación, en función de las circunstancias. Mi color preferido es… Leer más »
Pues si hablamos de gustos en colores, a mi me gusta también el verde de Vox, y el azul de la Falange.
SPE,
Se me ha olvidado comentar, que ese azul también hace juego con mis ojos.
SPE.
Pues si se refiere a color político, prefiero un millón de veces el color de la Falange al de los arribistas de VOX.
El problema es que somos muy pocos, pero seguramente, los auténticos patriotas, los que quisiéramos que resurgieran J. Antonio, Blas Piñar, A. García Trevijano, etc.
Uno en cada tiempo ha de jugar con las cartas que tiene.
Yo también me acuerdo por ejemplo de Ramiro Ledesma.
SPE.
Observo apenado que nadie ha visto el video de las declaraciones de Garzón, decir tantas tonterías evidencia no haberlo visto. Animo a verlo entero y después soltáis vuestra bilis pero atenuada.
Garzón no tiene quien le escuche… cada vez que abre la boca debe provocar sonrojo a sus familiares y amigos mas próximos y no digamos ya a los decentes de Izquierda Unida, si es que queda alguno.
Buenas dias.