Vox Málaga ‘vende’ como un récord en donaciones la recaudación de 14 euros en Antequera
La prueba definitiva de que Vox Málaga se ha convertido en todo un esperpento en manos de Patricia Rueda y Jacobo Vázquez, bajo la batuta de Ortega Smith y con el indigno Sevilla oficiando de partenaire, la hallarán los lectores en las mesas informativas instaladas hoy en Manilva y Antequera. En Manilva, un municipio malagueño cercano a la provincia de Cádiz, solo tres militantes hicieron acto de presencia en medio de la calima. Entre ellos el coordinador zonal Fernando González, denunciado por presunta estafa.
Claro que para exaltación del patetismo, la mesa informativa en Antequera, un municipio donde gobierna el PP de forma abrumadoramente mayoritaria. Lo peor no es el ridículo de los prendas que atendieron la mesa, sino que hagan ostentación de su ridícula condición política. En un twitter trufado de mentiras (lo natural) subrayan que la mesa informativa “ha sido un éxito, que ha sido vista por miles de antequeranos (sic) y que han logrado un récord en donaciones”. El récord en donaciones han sido 14 euros y el número de ciudadanos que se han acercado a la mesa no ha excedido de la treintena. La prueba de su fracaso es la imagen de desolación que han tenido que colgar en redes sociales a falta de otra que mostrase más ambiente. Lo malo no es que mientan, sino que lo hagan de una forma tan casposa y tan cutre.
El estado de salud de Vox Málaga es comatoso. La militancia observa perpleja el cúmulo de acontecimientos que han convertido al partido en el cortijo de unos pocos. El fracaso de las mesas informativas es la mejor constatación de que los militantes le han dado la espalda a la dirección. “¡Que vayan ellos!”, espeta un veterano militante en Torremolinos.
La militancia de Vox en Málaga no merece a estos dirigentes provinciales ni el espectáculo risible que se está dando.
Claro que para espectáculo, la visita de Vox Málaga a los comercios de Málaga anunciada a bombo y platillo. “Hoy en Martiricos hemos hablado con los comerciantes que nos han explicado la asfixia fiscal a la que están sometidos por todas las administraciones”. Así reza en la nota colgada en twitter.
En realidad, la visita a Martiricos se redujo a una sola persona, Ricardo García, coordinador del distrito 5. Ni siquiera tuvo los reflejos de pedirle al vendedor de huevos que posara con él para hacer bulto. Dirá que él solo ya abulta bastante. Y ahí lo tienen, posando de esa guisa tan poco garbosa, de espalda a la cámara. Esto es Vox Málaga, señores, con menos glamour que un bocadillo de lentejas. De lo que no hemos sido informados es si finalmente Ricardo García se decantó por el fresón o por la nube. ¿A quién representará este atleta?
Un partido necesita, como presupuesto de existencia, unas buenas dosis de dignidad y de decoro. Su actividad al final queda limitada por el alcance de sus propias fuerzas. Cuando más, si acaso, por el sentido moral del que dispongan sus líderes. A esa merma debe Vox Málaga su aparente vidriosidad. Rueda, Vázquez y Sevilla son un estorbo en el camino de Vox en Málaga.
Hace solo unos meses, la valía de los militantes de Vox Málaga no se medía en torno a determinadas características inconfesables, sino que venía prefigurada por su mayor o menor competencia. Para que triunfe cualquier proyecto es imperativo que estén al frente los mejores, y no los amiguitos ni las amiguitas. Y así es lógico que la gente esté tan desmotivada como para dejar sola a la Gestora en la tarea de captación de nuevos adeptos. Ni Vox podía llegar tan bajo ni sus penosos dirigentes provinciales tan alto. Es imperio acabar con gente tan ridícula y mediocre.
Pues, sí, es abrumador, sí… no cabía la gente allí…
Pues depende, allí mismo invertido comprando 4 euros de chope en la multitienda y 10 molletes antequeranos el sr. Ricardo pudo mantener ese cuerpo que no se mantiene así como así, ya si se lo mete entre pecho y espalda por España y los españoles, todo un éxito