Foto de familia de muchos de los integrantes de la Plataforma Antigestora de Vox Málaga.

Vertebrar a través de la Plataforma Antigestora de Vox Málaga a los católicos malagueños. Ese es el gran objetivo de la iniciativa que los críticos de Vox Málaga promueven para este sábado 3 de julio: el Día del Orgullo Cristiano, coincidiendo con la celebración estos días del Orgullo Gay.

La Plataforma Antigestora defiende la instauración de una jornada reivindicativa de nuestra fe y que al mismo tiempo sirva de aglutinador y revulsivo a “la mayoría cristiana silenciosa, que contempla con resignado estupor el fomento y la promoción del homosexualismo, verdadera ingeniería social de los procesos mundialistas en curso”. De ahí la importancia de una actitud movilizadora en torno a los valores y creencias que supuestamente defienden los militantes y votantes de Vox.

Así, el sábado 3 de julio, a la 19. 30 horas, la parroquia Stella Maris, ubicada en la Alameda principal de la capital malagueña, acogerá una convocatoria de oración y desagravio, de plegaria, que estará encabezada por el líder de la plataforma, Antonio Pulido. Aclara que “estaremos allí para rezar, no para participar en ningún acto político”.

Subraya que el Día del Orgullo Cristiano represente “el espíritu yacente de cada vez más españoles”. Cree en este sentido que a España, una vez más, “le toca defender y salvaguardar el espíritu europeo, que no es el defendido por los oligarcas mundialistas de la Unión Europea”.

El propósito de instaurar el Día del Orgullo Cristiano no pretende menoscabar el necesario respeto a los homosexuales. Los promotores, en ese sentido, distinguen entre estos y los homosexualistas. “El homosexual es la persona que tiene o siente tendencias homosexuales. El homosexualista es la persona u organización que quiere difundir la corrupción antropológica de la homosexualidad y todas su derivaciones antisociales”.

Esta opinión es también compartida por el escritor católico Manuel Morillo: “En ocasiones los homosexuales, en vez de procurar solucionar su problema, por cobardía o por soberbia, se autoconvencen o son convencidos de que la homosexualid no es una tendencia contranatura y se dedican a difundir y procurar imponer en la sociedad los comportamientos y la interpretación homosexualista de la vida. En otros casos, la persona que sufre la homosexualidad es consciente de su problema y lucha contra la ideología homosexualista, que es su enemiga al pretender controlarle y usarle para otros propósitos ajenos a sus intereses”.

Destaca en este sentido que “la mayor parte de los ideólogos, promotores políticos y sostenedores económicos del homosexualismo no son homosexuales”. “Me viene a la cabeza el nombre de representantes de la élite política y financiera, que no son homosexuales y sin embargo financian a los homosexuales y legislan para promover la homosexualidad. No lo hacen por interés personal, para autojustificarse, sino para impulsar la reingenieria social y transformar el paradigma antropológico acorde con la naturaleza del hombre. En todos los casos los homosexuales son víctimas del lobby gay, porque éste no les ayuda a resolver su problema, sino a consolidarlo, de cara a su propósito de control social”.

Por su parte, Julia Navarrete, militante crítica de Vox en Benalmádena, ha manifestado: “Muchas veces nos hemos quejado, y con razón, del inmovilismo de los que rechazamos desde los ordenadores el paradigma mundialista, de nuestra inacción frente a los que defienden las cosas que han sumido a la sociedad europea en una degeneración absoluta. Por eso es absolutamente necesario impulsar y que tengan éxito iniciativas como la del Día del Orgullo Cristiano. Que el día 3 de julio dejemos testimonio de lo que somos y de lo que queremos seguir siendo. No somos mejores que ellos por dónde somos, sino por lo que somos. Yo invito a la participación activa. Deseo que seamos muchos en toda Málaga. Y también que muchos cristianos orgullosos de serlo lo reivindiquen ese día exhibiendo y portando simbología católica. Si somos capaces de recuperar los espacios públicos, de recobrar la visibilidad sin temor a las críticas ni a los anatemas, de defender nuestras creencias con la firmeza y la dignidad que merecen, ese día le habremos infringido al Sistema un duro golpe”.