Antonio Pulido, la alternativa decente a la Gestora de Vox Málaga
AR.- La doble “rajada” de Enrique de Vivero, dimitiendo primero de Vox y ahora anunciando su incorporación a uno de esos partiditos que crecen como hongos al acecho de lo que les caiga de la casa matriz, no hace sino conferir valor a lo que supuso el “larismo” en Vox Málaga. Valor político, pero sobre todo, valor moral.
Con todos los errores que caben conceder a su gestión, que fueron muchos, pero hoy los acontecimientos dibujan a José Enrique Lara como un cíclope frente a los liliputienses que forman la Gestora, lacayos incluidos. Los hechos que se viven dentro de Vox Málaga no hacen más que agigantar lo que representó para Vox la etapa de Lara en punto a transformar un partido que nació siendo un grupo de amigos y terminó con 162.280 votos en la provincia, menos de mil por debajo del PP. Lo mejor que podría decirse de Lara, temperamental pero auténtico, es que blindó al partido de logreros, truhánes, trincones, oportunistas y sinvergüenzas.
Con Lara tomándose su tiempo, sin perder de vista la gravedad del momento en Vox Málaga, ha descollado estos días la figura de quien fue su número 2, Antonio Pulido.
Para muchos afiliados (según el sondeo de AD, de lejos el preferido para liderar el partido) este ingeniero cabal y sencillo representa un modelo de virtudes y un monumento a los valores decentes. De facto se ha convertido en el líder de los que quieren un partido que se parezca lo menos posible al mercado de vanidades que es hoy. Cuenta con amplios avales y respaldos. De entrada el de éste que escribe. No soy de Vox, ni he votado nunca a Vox, pero soy pulidista, porque Antonio Pulido representa todo ese cúmulo de virtudes que son, o por lo menos eran, propias de los hombres de bien: compañerismo, lealtad, compromiso, disciplina, altura patriótica de miras…
Antonio Pulido es sin duda una de las principales referencias éticas que tienen ante sí los militantes del partido verde en la provincia de Málaga. Español genuino y de una pieza, esposo y padre ejemplar, amigo de sus amigos, su entereza moral y sus convicciones patrióticas le obligaron a dar el paso de meterse en política. No lo necesitaba desde la perspectiva de una vida acomodada y resuelta. Solo los grandes hombres eligen el camino menos fácil y rentable para ellos, el más accidentado y bacheado para sus familias.
Muchos se han lanzado y le piden a Pulido, ya sin remilgos, su presencia política al frente de esta querida y preocupante realidad llamada Vox Málaga. Estoy en grado de poder informar que, de aquí a nada, Antonio Pulido es de los pocos que puede sanear este estercolero político. Él se mantiene prudente y discreto y deduzco que esa es su principal virtud política. Tiene también el mérito de haber logrado que hasta los escépticos nos sintamos dichosamente encauzados al firme propósito de que nos caiga mejor este partido. Pocas personas serían capaces de poner tan en alza el valor de lo que a todos nos une como este malagueño de gesto pausado y que es, a la manera machadiana, un hombre bueno.
Muchos que llegaron a Vox Málaga con la misma ilusión que con la Gestora se les ha caído a trozos, ya sienten pasar por sus corazones desengañados el alentador soplo de la esperanza.
Estoy seguro que con Antonio Pulido al frente, Vox Málaga encontrará el resorte vital que le permita recobrarse, porque se quiera o no, asesinado el sueño de un partido al servicio de esos valores que deberían ser innegociables, no será “Barbie”, ni el acomplejado Sevilla, ni mucho menos Luna, quienes lo conduzcan a su destino histórico.
Los militantes en cuyo sentido común confiamos deberán espabilar en esta crisis de identidad si no quieren que el partido se consolide como el chiringuito de un puñado de arribistas y trepas. Es legítimo que haya gente que quiera impedirlo. Alguien que arregle, con el aire de un decoroso deber moral, los errores de esta Gestora, siendo el mayor de todos ellos, el escaso aprecio que muestra por su propia gente. Por eso se ha prescindido de personas tan incontestablemente valiosas como Antonio Pulido, o como Enrique Guerrero, o como Mateo Moya, o como Carlos Oliva, o como la gran Marian Hoyo… La Gestora pudo haber optado por elegir lo mejor para el partido. Lo que ha hecho en cambio es demonizar cualquier conciencia política recta que en ella nunca hallará cobijo.
Los exaltados miembros de la dirección provincial responderán con burlas al contemplar la llegada de mucha gente cabal y decente a un terreno que ella considera coto exclusivo. Aunque nada chistosa y de inteligencia poco menos que discreta, yo también me río mucho con Patricia Rueda. Pero no de la progre que dirigió malamente el Museo del Automóvil, sino de la incompetente gestora política cuya fobia feroz, puesta al servicio de ella misma, ha terminado convirtiendo Vox Málaga en un espectáculo circense.
Pulido es un político con porvenir. Antonio Sevilla es una calamidad como político. Pulido siempre se mantuvo fiel a los suyos y Sevilla es de las que pastorean al sol que más calienta. Puesto a elegir un amigo, me quedaría con Pulido y nunca con Sevilla. Y mucho menos con la que mueve los hilos de forma tan grotesca.
En esta hora difícil, sin embargo, yo confío en Vox Málaga, aunque su casta dirigente parezca trabajar a las órdenes del PP. Alimenta mi confianza la existencia de personas que, como Antonio Pulido, llevan a cuesta la exigencia del deber en nombre del más estricto sentido de la decencia y de la dignidad humana. El Vox de Antonio Pulido puede contar conmigo.
Me quedo con Pulido y allá donde vaya le seré fiel por su educación, caballerosidad, lealtad, economía solvente, compañerismo, Amor a España, Amor a Vox¿ puede pedírsele más a un politico? El representa Vox.
A ver si por una vez son listos en Vox y con Pulido al frente, hacen que Alerta Digital sea la voz del partido. Don Armando, le honran estas palabras pues de todos es bien sabido que Antonio Pulido es un caballero. No tiene más que ver los comentarios al artículo que sacó hace unos días en los que todo era elogios.