Señor Trump: declare la ley marcial y mande detener a Biden
AR.- Querido presidente Trump: No puedo imaginar a Joe Biden asomando, diminuto y enfermo, bajo el inmenso dosel que da cobijo a la mesa presidencial. Buena la ha armado usted enfrentándose a la mafia globalista con la determinación de un corazón tan inflamado como el de los caballeros confederados del general Lee. Hace cinco años, Estados Unidos parecía miserablemente resignado a la dimisión como potencia hegemónica; no parecía haber líderes que tentaran el orgullo de los norteamericanos, ni casi orgullo que se revolviera ante los planes globalistas de acabar con la América que se cita con la Biblia en cada pueblo. Usted apareció en la escena electoral reivindicando una empresa histórica, una posibilidad, por lo menos, de que su nación no pereciera a manos de los nuevos bárbaros. Las naciones, como las civilizaciones, no declinan cuando pierden su poderío económico, sino cuando pierden el alma. Hoy América corre el riesgo de que se malogre su titánica tarea reverdecedora como consecuencia de un gigantesco fraude electoral.
Sus poderosísimos enemigos, que son también los nuestros, pretenden alterar el curso de la voluntad popular, mayoritariamente conforme con su sobresaliente gestión al frente de Estados Unidos. No le perdonan que usted haya permanecido fiel a los ideales que dan sustento y razón de ser a nuestra identidad colectiva. Usted tuvo el acierto de conectar con el alma de su pueblo, sin recetas ideológicas ni fingidas proclamas morales, para hacer lo que exigía la encrucijada histórica que vive el entero Occidente cristiano. En compensación, usted tiene el apoyo mayoritario, casi abrumador, de los descendientes de aquellos que construyeron el mundo en el que ahora vive Estados Unidos, los que le dieron la sabiduría, la ciencia, la auténtica moral guerrera, heroica, noble y fiel del cristianismo y no la de Europa que es débil, hipócrita y cobarde. Usted ha defendido siempre la mejor tradición norteamericana porque sabe que en lo antiguo está lo genuino, lo puro. Actualmente la palabra modernidad está asociada a los degenerados; y la élite lo sabe. Por eso se apoya en personajes como el depravado Joe Biden, cuyo fin no es otro que conducir a los norteamericanos a un pozo negro de mentiras, egoísmo, materialismo, falta de fe y aberraciones contra la naturaleza, que es lo más sabio y bello que hizo Dios en este mundo.
Lo que se ha promovido contra usted no es ajeno a lo que la terminología clásica definió siempre como un proceso golpista, al pretenderse alterar el resultado de las elecciones de noviembre mediante la violencia programada. Usted le ha dado a los eurodescendientes norteamericanos un regalo de dignidad. Por eso lanzan contra usted a los colectivos más infectos e infames de la sociedad estadounidense, desde los antifas a los raperos, a personas cuyas vidas carecen de valor vital alguno, a toda la escoria social con la que se pretende harlemizar a la América del country y de Mark Twain.
Su liderazgo nos es más imprescindible que nunca. Porque si usted sucumbe, nuestro mundo se desmoronará bajo la presión de la desesperanza y bajo la fiereza desalmada del Gengis Khan chino, protegido por la nueva aristocracia veneciana devenida plutocracia. El mundo construido por nuestros ancestros no nos puede ser arrebatado ni sometido a un proceso de silencioso genocidio. Ese genocidio ya ha comenzado en Europa, donde ya apenas nacen niños autóctonos y se pretende poner nuestro crecimiento vegetativo en manos de personas provenientes de sociedades desestructuradas y fracasadas.
En 2015, su irrupción en la escena política nos devolvió la esperanza. Con un estilo fuerte y descarado, usted ha cumplido lo que predicaba en campaña. Con usted se ha abierto la posibilidad de fracturar de un solo golpe el nudo gordiano del globalismo. Por eso no cambiaría su preciosa vida por las de todos los representantes estamentales de mi país.
Los millones de niños, mujeres, ancianos y hombres europeos que han sido lobotomizados por sus pútridas naciones europeas para venderles su alma a entidades supranacionales, serán libres el día que encuentren al hombre providencial que, como usted, recupere la moral de occidente y obligue a los tiranos mundiales a devolverles la humanidad a sus ciudadanos. Usted ha devuelto a millones de estadounidenses el orgullo racial y somos muchos quienes, desde este lado del Atlántico, desearíamos que nos entregara también a nosotros la llave de la libertad.
Su triunfo en noviembre, señor presidente, fue el triunfo de la dignidad y de la decencia, el mejor tributo a la sangre generosa y fecunda derramada en Lexington, en Appomattox, en Guadalcanal, en Hué, en Kandahar…
Con la ayuda de jueces, periodistas e incluso de destacados miembros de su partido, entre ellos el traidor Pence, las élites globalistas han puesto en marcha una siniestra maquinaria de engaños y mentiras. Jamás hubiésemos podido imaginar que pudieran realizarse campañas de tal envergadura contra el presidente de los Estados Unidos de América. De usted subrayamos el mérito de tener tan rabiosamente en contra a tantos y tan grandes canallas. Por eso su entereza debe permanecer en lo más alto. Usted tiene la inmensa responsabilidad de evitar una América globalizada. Eso significa tener que seguir tomando medidas que sirvan de muro de contención contra el progresismo destructor de los pueblos de raza blanca y también contra la corrupción política y científica. Eso significa no reconocer más legitimidad al frente de Estados Unidos que la suya.
La Providencia puso en sus manos la tarea de impedir los perversos planes de las altas esferas para acabar con la América que sale al encuentro de su alma en cada iglesia, en el trabajo colectivo de cualquier comunidad rural, en el fuego del hogar que aglutina a las familias, en cada canción country, en la fuerza de la razón y también en la razón de la fuerza. Su gigantesca tarea nos concierne a todos. Del resultado de su lucha contra los poderes mundialistas, promotores del ateísmo, el multiculturalismo, las ideologías de género y la disolución de las identidades nacionales, dependerá nuestro destino histórico. Por eso no hay tarea más importante que tengamos por delante que la de servir de contrapeso a la descomunal fuerza a la que usted se enfrenta.
A usted no le perdonarán nunca que millones de estadounidenses y europeos por fin se hayan dado cuenta de que la civilización Occidental y la raza blanca están en serio peligro. A usted no le perdonarán nunca que haya animado a un voto que llevaba dormido más de medio siglo. A usted no le perdonan que represente una extraordinaria oportunidad para cambiar el sistema. Las batallas que hoy gane en Estados Unidos serán los principales avales con los que contaremos los europeos para dar el vuelco a un continente en trance de agonía.
En este contexto, apoyarle en estos decisivos momentos era una exigencia moral. Han querido acabar con usted mediante un escandaloso fraude electoral porque usted representa el liderazgo político y el magisterio moral que a todos nos advierte: cuando las sociedades se transforman en rebaños destinados al matadero, suena entonces la hora del desorden y de la confusión.
Los planes del Nuevo Orden Mundial pueden verse truncados o refrendados radicalmente dependiendo de que el degenerado Biden ocupe la Casa Blanca tras haber perdido las elecciones. Declare usted la ley marcial de forma limitada, ordene usted su detención y no dé por perdida una autoridad que le ha sido conferida por una mayoría de electores.
Usted no es solo nuestro líder político. También lo es en el plano moral. No reconocemos mayor autoridad moral que la suya, infinitamente más elevada que la de ese pontífice montonero y masón que está ayudando desde los púlpitos a que toda la humanidad se convierta en una masa lobomotizada en permanente catatonismo. Ese síndrome esquizofrénico que, con rigidez muscular y estupor mental, algunas veces acompañado de una gran excitación, reducirá la población mundial a base de abortos, sodomía y vacunas, férreamente dominada por las élites de la gobernanza global, es lo que actualmente defiende el antipapa Francisco.
Usted representa, señor presidente, la América grande y fuerte construida con aquellos pioneros que, arriesgándolo todo marcharon hacia el lejano Oeste y engrandecieron su nación. Allí, asumiendo innumerables riesgos, trabajando duramente, formaron nuevas ciudades con familias fuertes en la fe cristiana y en el amor a sus semejantes. Usted, representa pues una limpia esperanza para los que aman la libertad verdadera. Esa que nos otorgó el Hijo de Dios muriendo en una cruz para liberarnos del poder de la muerte y hacernos libres a los que, por miedo a la muerte, pasábamos la vida como esclavos.
Usted ha sido el primer presidente que ha participado en la multitudinaria “Marcha por la Vida” en defensa de los no nacidos. Su discurso de aquel día será siempre recordado: “Todos los que estamos aquí hoy comprendemos una verdad eterna: Cada niño es un regalo precioso y sagrado de Dios. Juntos debemos apreciar y defender la santidad y dignidad de la vida humana. Cuando vemos la imagen de un bebé en el útero, vislumbramos la majestad de la creación de Dios. Cuando sostenemos a un recién nacido en nuestros brazos, sabemos el amor infinito que cada niño trae a una familia. Cuando vemos crecer a un niño, vemos el esplendor que irradia cada alma humana”. Y luego afirmó usted con el orgullo del que dice la verdad: “Desde mi primer día en el cargo, he tomado medidas históricas para proteger a los no nacidos. Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca”. Gracias, señor presidente, por estas palabras que deberían avergonzar a cualquier obispo católico decente.
Por ello usted es, señor presidente, el fiel reflejo de la América profundamente arraigada en aquellos principios que sellaron los padres fundadores de la nación. Ellos afirmaron en su Constitución que los Estados Unidos de América fueron construidos sobre el principio de que el Hombre posee Derechos Inalienables, y que estos derechos le pertenecen como individuo creado a imagen de Dios. Estos derechos constituyen el patrimonio incondicional, privado, personal e individual de cada hombre, no el patrimonio público, social y colectivo de un grupo, ya que estos derechos le son otorgados al hombre por el hecho de su nacimiento como hombre, no por el beneplácito de la sociedad. Por tanto, el hombre goza de estos derechos, no por la colectividad, ni para la colectividad, sino contra la colectividad. Es decir, como una barrera que el sistema no puede traspasar porque estos derechos constituyen la protección del hombre contra los abusos del Estado y de los demás hombres, y que sólo en base a estos derechos pueden los hombres tener una sociedad de libertad, justicia, dignidad humana y decencia.
La Constitución de los Estados Unidos de América no es pues un documento que limite los derechos del hombre, sino un documento que limita el poder del Estado sobre el hombre. Estos dos principios son las raíces de dos sistemas sociales opuestos. El problema básico del mundo hoy en día es la elección entre esos dos. Así pues, se trata de elegir la libertad con usted o la más infame esclavitud forzada por Joe Biden y Kamala Harris.
El ticket demócrata, alabado por el Vaticano, intenta destruir el sueño americano de libertad y bienestar para aquel que trabaje honradamente. Ese sueño en el que las convicciones religiosas y morales habían encontrado un indestructible espacio de autonomía hasta que Biden y Harris llegaron para profanarlo. Ese sueño que todavía hoy sigue atrayendo a tantos, pues saben que la auténtica prosperidad está fundada en el trabajo duro y honesto, no en los impuestos agobiantes, la corrupción moral y el sofocante control económico.
Esto es lo que usted representa, señor presidente, el sueño americano frente a la tiranía de aquellos que quieren convertir la sociedad estadounidense y la de toda Europa en una opresiva colonia china de natalidad limitada, capitalismo salvaje, sueldos de miseria y un absoluto control social, implementado por un ejército de funcionarios paniaguados que llevarán a cabo -sin rechistar- la represión de cualquier disidencia.
Su triunfo, señor presidente, fue hace 4 años el triunfo de lo políticamente incorrecto. Demostró que se puede ganar unas elecciones sin seguir el manual del buen candidato. Hacer lo que hizo, decir lo que piensa y creer en lo que dice le permitió crecer cada día más pese a tener a todos los grandes actores en contra: los medios, la academia, el mundo de la cultura y las finanzas, la opinión pública externa, las anquilosadas estructuras del partido republicano… casi sin demasiados recursos propios. Usted logró algo que ningún otro había sido capaz de lograr hasta hoy.
Si entonces pensamos que lo habían intentado todo contra usted, hoy sabemos que nos quedamos cortos, ya que se han atrevido a alterar el curso de la voluntad popular
Desde España, señor Trump, la gente de bien le contempla como el más firme obstáculo a esa agenda globalista que, destruyendo la identidad histórica de las naciones, quiere convertir el mundo en un nuevo gulag soviético, dirigido ahora por aquellos enemigos de la humanidad que se esconden tras la filantropía para crear una nueva y robotizada sociedad.
¡God bless America! ¡Dios le bendiga, señor presidente!
Ya no se puede, el Congreso esta lleno de traidores, incluso en el ejercito, las Cotes, y en el propio partido Republicano, los gobernadores, puro traidor, hasta el Vicepresidente se vendió. Todo esta bajo control de la mafia jazara, es imposible que hagan algo ya. Debieron comenzar desde hace unos 10 años antes de que los jazaros se apoderaran del control del mundo. Lean la pag web de “Todo esta relacionado” que habla sobre los Recaudadores de Impuestos -ahi viene mucha información, y sobre los jázaros busquen info, en varios sitios.
por qué no ha declarado trump la ley marcial y detenido a biden , pelosi y otros democratas?
Lo ha hecho, pero en los medios del poder te cuentan otra historia
No olvidemos que eso mismo pasara en España cuando tengamos elecciones podemos ya a dicho que el pp nunca.llegaria al poder (yo voto a VOX) a Vox no lyodejaran ni respirar y tendremos fraude colosal y pregunto nos callaremos?
Me temo que nos callariamos Mila.Aqui todos esperan que sea el vecino el que salga a quitar la nieve mientras nosotros miramos por la ventana abrigaditos.
El Parlamento, antes Convención, es el órgano que representando al poder legislativo del Estado en el que, a su dictado, se generan las normas que pretenden dar seguridad en su convivencia a los ciudadanos de un país en todos los aspectos, aspectos que deben ser identificados para garantizar de tal objetivo su más escrupuloso cumplimiento… ,En la mayoría de las legislaciones de Occidente, esas normas, que no son más que los acuerdos a los que han llegado sus asambleas parlamentarias, por tanto de derecho positivo, según la orientación que éstas tengan, pueden suponer un ataque inmisericorde al derecho natural más… Leer más »
Mi redactado en cuanto al “”derecho natural más básico”, quizá no muy afortunado, evidentemente se refiere al derecho a la vida, que es acosado por esa maligna utilización que pretende convertir el aborto en un derecho dos términos absolutamente incompatibles
La judería mundial actual no son más que descendientes de Esaú, edomitas enemigos de Dios que mienten y fingen ser judíos (Apocalipsis 2:9). Son hijos de su padre el diablo. La raza blanca es descendiente de las 10 tribus perdidas de Israel. El pueblo elegido de Dios es el cristiano de cualquier raza.
Creo que Trump es disidencia controlada y que la democracia y las elecciones libres sin pucherazo han pasado a la Historia. Bienvenidos a la Hiperdictadura Tecnológica del Nuevo Orden Mundial. Bienvenidos a la nueva sociedad diezmada de zombis estériles y débiles. Bienvenidos al Nuevo Mundo Goyim del Gran Hermano Rothschild
Trump no va a apretar más, porque está a punto de caerle sedición o rebelión y tendría que exiliarse en Moscú. Además se quiere presentar en 2024. Todos los puestos clave están comprados por la mafia globalista, dicen que china tiene vídeos con menores del presidente del Supremo de EEUU.
Hay fotografias de ese sr???? dándose unos chapuzones en la isla de las lolitas, acompañado de Epstein y Clinton.
Después de publicar un artículo con el título ¡Patriotas americanos toman el Capitolio! y poner la bandera confederada en la portada este periódico se convierte en lo que es.
Felicidades por el articulo señor director!!
Pero los globalistas van deprisa y quieren ya “echarlo” (sic) de la Casa Blanca antes de los 13 dias que faltan para dejarla.
No nos enteramos: se esta librando una batalla entre el bien y el mal delante nuestras narices…
Al final todo es una obra de teatro. Solo existe un gobierno, el gobierno mundial y lo demas es un circo romano para distraernos y dividirnos.
Cristo vendrá en auxilio de la humanidad, no se cuando o a quien escogerá para eses propósito, pero esta escrito, es una promesa divina
No tardes , Señor, date prisa en socorrernos
Hoy a las 9 de la noche hora este USA , 3 de la mañana España , Trump se va a dirigir a la nación
Yo supongo que para declarar la ley marcial tendría que sofocar la violencia civil desatada por las izquierdas contra esa ley con cientos de vidas que se cobraría el desaire a Satanás, eso si sale bien la jugada solo para tener unas elecciones legítimas. En el peor de los casos, unos estados podrían levantarse contra otros y Usa caía en dos días a nivel mundial en medio de la del 36 pero a lo bestia, dejándonos de paso a los peninsuleros ibericosliteralmente en pelotas frente a toda Africa y lo que venga por todos lados. el paracaidista chino parece
Esta declaración jurada prueba la interferencia de naciones extranjeras en las elecciones de Estados Unidos y por lo tanto habilitan al presidente Trump a aplicar la ley marcial:
https://drive.google.com/file/d/1RQMxmbW8ujZmfTUl2D1jXWS996ZgmoHo/view?usp=sharing
hará trump otra cosa antes de cesar el 20 de enero??
Hay gente que sigue sin enterarse de que Trump ha perdido, y encima pensando que Dios está de su lado. Pues nada, sigan soñando.
Las fuerzas del mal están tan extendidas en las sociedades occidentales que acabarán destruyendo la Civilización Occidental. En EE.UU. 74 millones han votado por Trump pero muchos norteamericanos de ideología conservadora se han abstenido, como suelen hacer en todas las elecciones porque les interesan más sus intereses particulares que el compromiso con su patria. Por esa falta de patriotismo de muchos norteamericanos “de orden”, que podrían haber inclinado la balanza votando a favor de Trump, los progres de toda laya (demócratas antipatriotas, republicanos traidores, antifas, black lives matter, medios de manipulación social, Twitter, Facebook, muchos jueces, etc.) ganaron las elecciones.
Falso. Las elecciones las ganó Trump muy holgadamente. El recuento de votos fue un ENORME fraude a favor de Biden.
Pues mire, ni aún así, esa gentuza ha ganado las elecciones. NO LAS HAN GANADO. Las ganó limpiamente Trump, otra cosa es que en una sociedad corrupta, chantajeados sus más altos dirigentes por temas de inmundicias que repugnan hasta a sus bases, lo pueda hacer valer, porque demostrarlo ya lo ha demostrado.
No, ni siquiera así, ganaron las elecciones los “demócratas” socialistas.
Precisamente por eso nacen las espontáneas reacciones de apoyo a Trump en numerosos Estados. Por el más que probado FRAUDE ELECTORAL que sistemáticamente se niegan a investigar los estamentos judiciales. Que son los mayores culpables de lo que pueda ocurrir.
Donald Trump tiene muchos motivos para hacer uso de la Ley de Insurrección e incluso imponer la Ley Marcial nacional. Se ha demostrado con vídeos e imágenes que la policía socialista de Washington dejó ayer pasar a un buen grupo de antifas disfrazados de seguidores de Trump. La policía, compinchada, quitaron una valla frente al Congreso e indicaron a los antifas que entraran en el Congreso, todo con el fin de criminalizar a Trump para aplicarle la vigésimo tercera enmienda para destituirle y que Mike Pence le sustituta como Presidente en funciones asegurándose así el traspaso de poderes hacia el… Leer más »
ADMINISTRADOR: Ray, patético, llevamos meses sin publicarle comentarios y aquí sigue, arrastrándose diariamente. ¿Tanto necesita que le presten atención? Dignidad, rata, dignidad.
Sr. administrador, tenia la idea de que las ratas carecen de dignidad, no le pida eso a quien no sabe ni lo que es.. no obstante, de vez en cuando, se agradece que alguien como ud, ponga en su sitio a esos roedores transmisores de todas las pestes.
La única duda que tengo, es que si fueron los demonios antifas la destrucción al interior del capitolio seria terrible. En cambio prácticamente no hubo destrozos
Los antifas son entrenados militarmente y obedecen ciegamente órdenes. Esta vez parece que no les dieron suelta a sus instintos
No le dieron suelta a sus instintos porque tenian que pasar por patriotas. Iban bien aleccionados.
Yo creo que los antifas disfrazados de patriotas tenían orden de destrozar el Congreso en caso de que Mike Pence no hubiese traicionado a sus propios votantes, a su partido y a Trump. Recordad que eso mismo fue lo que hicieron los antifas cuando en las pasadas elecciones ganó inesperadamente Trump dejando a la escoria de Hilary Clinton fuera de juego, destrozando las calles y metiéndole fuego a todo.
Es que tenian que hacerse pasar por personas decentes. Pero muchos no lo lograron, la falta de costumbre seguramente.
Que la escoria de izq. no salga con su fraude a pesar que el mundo va al revés lo dulce amargo y lo amargo dicen dulce y la buena gente dicen mala y la mala buena.Espero que EN España Abascal controle más los votos .
La mala es que la banda de los globalistas dispone de millones de billones, pudiendo comprar a casi todo el mundo.empezando con la prensa mundial.
Estamos en una partitocracia, Abascal ya controla a Vox y por lo tanto los votos de la derecha “no marxista”, no se si se podría comparar con Trump, lo mismo el partido republicano no ya con Vox, si no con la estructura de un partido Europeo, piense que quizás controle la disidencia dando un discurso y mojándose en otro, para mí por ahora está claro que quiere más a los votos que a los votantes