Las imperecederas lecciones de Anna Karenina (Parte final)
Por Luys Coleto.- El Australian Ballet ha anunciado su programa para el 2021, incluyendo una coproducción con la compañía estadounidense Joffrey Ballet que se pospuso a inicios de este año por la plandemia. Y la obra representada, esperemos que llegue algún día a España, Anna Karenina.
Maternidad y culpa
Anna posee un hijo, Serezha. El hijo del matrimonio representaría una suerte de comodín para realizarse chantajes conyugales mutuos. Anna se halla muy lastimada porque su esposo le arrebata a su querido hijo. Karenin, en cambio, también ama su hijo, pero, con una gradual degradación moral, lo utiliza para dañar a nuestra protagonista. Anna, que posee un intenso instinto maternal, acaba asumiendo que debe claudicar, sintiéndose culpable y poco “femenina”.
Pobre destino el del retoño con un padre desaforado y una madre que toma la determinación de concluir con su propia vida.
Coda final
Anna Karenina (Áнна Карéнина), una novela ejemplar y ejemplarizante, de tipo familiar, hondamente reflexiva, sobre el matrimonio, la mujer y la felicidad. Psicológicamente, un hito literario en la descripción de los caracteres, tan locales y universales a la vez. Una historia de autoconocimiento, llegando a aseverar Tolstoi en la obra que “al socavar a demasiada profundidad nuestras almas, nos exponemos a tocar lo que tal vez pasaría inadvertido”.