Ione Belarra e Irene Montero.

“Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática”. Ione Belarra pasó el 20 de noviembre con este tuit al ataque directo hacia Margarita Robles, de quien afirmó: “Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox, quizá estés haciendo daño a tu gobierno”. Unas palabras de la secretaria de Estado para la Agenda 2030 que evidencian el enésimo desencuentro público dentro del Gobierno. Pero este ataque también refuerza la figura de Belarra en el círculo de confianza de Irene Montero y Pablo Iglesias.

Ione Belarra nació en Pamplona hace 33 años. Hasta la capital navarra se habían mudado sus abuelos en 1974 para que sus hijos fueran universitarios. Belarra es hija de abogada y psicólogo. Una carrera que ha calado en la familia, pues tanto Ione como su hermana se licenciaron en Psicología. Belarra lo hizo en la Universidad Autónoma de Madrid. Abandonó su casa y el patinaje de velocidad, una disciplina deportiva que practicaba en el club UDC Txantrea. Fue en los pasillos de la Autónoma donde conoció a Irene Montero, con la que le une una amistad desde entonces. Vinculada a Podemos desde los inicios, fue cabeza de lista de la formación morada en las elecciones de 2015, salió elegida y repitió puesto en las elecciones de 2016. Conforme Montero ascendía, lo hacía su amiga. En 2017 fue elegida portavoz adjunta del grupo. Y en julio de 2018 sustituyó a la ministra de Igualdad como portavoz del grupo.

Su lealtad a la pareja Iglesias-Montero fue premiada una vez más cuando Sánchez y el líder de Podemos formaron Gobierno: crearon la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 para ella. Una secretaría dependiente del Ministerio de Derechos Sociales que compagina con su trabajo como diputada. Por todo ello percibe un sueldo de 120.183,94 euros brutos anuales. Más de 8.500 euros al mes, según Newtral.

Belarra ha invertido parte de ese dinero en Madrid, donde tiene una propiedad que compró hace un año a medias con su novio. Se trata de un piso de 90 metros situado en Vallecas. De acuerdo a los usos y costumbres de la formación morada, Belarra se enamoró de un compañero, Ignacio Ramos Delgado. Madrileño, está en Podemos desde su fundación, aunque con un papel mucho menos brillante que el de su novia. Pertenece al círculo de Ciudad Lineal y hasta el año pasado sólo se le conocía porque en 2016, durante la Universidad de Verano de Podemos, tomó la palabra para pedir que dejaran atrás las luchas internas. Sin embargo, con la llegada de su novia al poder, Delgado ascendió a asesor del grupo parlamentario en el Congreso.

El nombramiento de Ignacio se produjo casi a la vez que el de Ione como secretaria de Estado. Entonces Belarra estaba embarazada de su primer hijo. El 3 de mayo la diputada anunció el nacimiento del niño. No estuvo mucho tiempo alejada de la política, pues dos meses después convocó la Comisión Delegada para la Agenda 2030. Desde entonces, Belarra combina en sus redes sociales imágenes profesionales con otras junto a su hijo. Siguiendo el ejemplo de su amiga Montero, el pequeño ya ha acudido en mochila de porteo a algunos compromisos de su madre.

(El Mundo)