Vox Málaga merece algo mejor que Enrique de Vivero
Ha sido una de mis mayores decepciones personales. El ex coronel aspirante a presidente de Vox en Málaga, que se ganó mi confianza con su aparente bonhomía y sus apelaciones en favor de la dignificación de la política, mutó en tan solo 24 horas desde su sorprendente victoria. Fue imponerse a José Enrique Lara y dar la espalda a las personas que le auparon a un cargo que, pese a la irrelevancia política de Vox en Málaga, parece que le viene grande.
La primera persona que sufrió su ingratitud fue el abogado municipal al que se lo debe todo. Se lo debe todo desde el mismo día que el abogado me telefoneó para encarecerme el apoyo de este medio a un desconocido ex coronel por el que un grupo de personas apostaban de cara a la imposible tarea de arrebatarle a Lara el sillón de la Presidencia provincial del partido. Sin esa llamada, Enrique de Vivero seguiría siendo a estas horas un perfecto desconocido, a lomos de un puñado de recuerdos sobre medallas nunca ganadas en el campo de batalla.
La ingratitud y el ensoberbecimiento del ex coronel con su principal garante, cuando muchos de los que hoy le dan coba estaban con Lara y con Heriberto, ha sido proporcional a la torpeza acreditada desde su triunfo, a su falta de luces políticas. Enrique de Vivero debe ser el único dirigente de un partido al que le llueven los críticos sin tan siquiera haber tomado posesión de su cargo. Él se mantiene enrocado en su silencio, rodeado de un puñado de nulidades políticas e intelectuales, esperando que Madrid ratifique su cargo, que todavía no lo ha hecho. Debe ser que Madrid no se fía ni tanto así de un tipo que pensaba irse del partido si no ganaba las elecciones. En esto hay que reconocerle a Lara una elegancia y un compromiso con las siglas del partido muy por encima al de su oponente en las elecciones internas.
El gran error de Enrique de Vivero, sin embargo, no ha sido su penosa actitud personal con quienes más le han ayudado, ni que haya antepuesto sus ambiciones personales al interés del partido. El error que terminará pagando caro es haber dejado repartir cargos y socaliñas a personas que no eran ni son militantes de Vox. Hace unos días nos enteramos que tanto Xavi Altamirano, histórico del partido en Málaga, como el político identitario catalán Josep Anglada, recibieron la llamada de alguien vinculado a de Vivero para disuadirles de hacer declaraciones en este medio. Las hipotecas personales son una pesada carga, pero las hipotecas en política son un insoportable lastre. Pese a la gravedad de las denuncias de Altamirano y Anglada, Enrique de Vivero mantiene un sepulcral y llamativo silencio. Muchos militantes le han exigido una respuesta y él se hace el sueco, acaso a la espera de que nos cansemos. Y ya le dije que no, que le penará siempre haberme engañado. Hasta Heriberto García, al que ataqué dura y muy posiblemente injustamente durante la campaña, me ha demostrado un señorío de bien que en el caso de Enrique de Vivero ha brillado por su ausencia.
El refrán “el que calla otorga” es un dicho popular con el que se da a entender que quien no presenta ninguna objeción sobre lo dicho o expresado por otra persona, sino, por el contrario, guarda silencio, entonces se está concediendo la razón al otro. Han pasado más de 72 horas desde las revelaciones de Altamirano y Anglada, y en todo ese tiempo, Enrique de Vivero sigue escondido y sin reaccionar. Que los militantes de Vox en Málaga juzguen por sí mismos.
Don Armando, siento mucho lo sucedido, pero es que a usted le quieren estigmatizar… Yo colaborará en un “prestigioso” diario jurídico, muy leido por jueces, fiscales, etc., ¡pero cuando vieron que también colaboraba con ALERTA DIGITAL, dejaron de publicar mis artículos!, y sotto voce (los de la Obra son muy cobardes y acomplejados, y siempre te dan la puñalada por la espalda), me dijeron por medio de un tercero que claro, yo escribía en un “diario extremista”! Nunca se lo había contado,pues no me gusta ponerme medallas que no me corresponden, pero obviamente, les mandé a tomar por… el viento.… Leer más »