De Vivero deja colgada a sus huestes al no presentarse a la pitanza del restaurante “El patio” por miedo al coronavirus (o al menos eso dijo la beata)
AD.- Lo de dejar tirada a la gente parece que lo lleva en su ADN. Sigo sin entender cómo no nos dimos cuenta antes de su naturaleza larvada y engañosa. Ayer se reunieron, en feliz pitanza, algunos de los que dicen haber colaborado en la victoria de la candidatura de Enrique de Vivero. Fueron poco más de setenta en el restaurante “El patio”. La enormidad del absurdo la sostuvo la feliz beata, con su aire de pizpireta, anunciando con voz de ursulina que el coronel excusaba su presencia por temor al coronavirus. ¿Pero de verdad que este hombre ha sido coronel de La Legión? Lo acoquina el puñetazo de Cabanas en la mesa (“aléjese de los de Alerta Digital”) y lo solivianta el virus made in China (menos en campaña, con más presencia en sus actos de la que hubo ayer). ¡Menos mal que Donald Trump tiene otro flujo sanguíneo! No parece que los voraces comensales se sintieran ninguneados por el presunto líder. Como asistir a un cumpleaños sin la presencia del agasajado. La derechita valiente, ya se sabe.
Ausencias aparte, el caso es que la pitanza no decepcionó. Allí estaba lo más granado del viverismo de última hora, disfrutando del menú de 20 euros, vino peleón incluido, entre el habitual aluvión de memeces, lugares comunes y naderías, salvo cuando abrió la boca el gran José Manuel Rojas.
Es una cancha llena de vulgaridades y colmatada de sandez, en la que brillaron muy especialmente los gestezuelos de falso buenrrollismo, la carita traicioneramente espantada de alguna opusina por el artículo de las gambas, el guateque que se montó la pitonisa y las peroratas inanes de la pobre beata, auténtico lastre irredento, que no acabamos de ubicar en un organigrama de mediana guardarropía, ni en trazos de brocha gorda y desistimos ya de ello. La figura que más se le aproxima es la de Paco Vázquez, ese homúnculo del todo a cien, otro que tal, más falso que el “por siempre juntos” de tu ex, pero claro, en habiendo peones…
Mascarada es el término que les dibuja y la de troupe de comediantes, sin otra apelación posible que la de que son la prueba de que la derecha de cartón, sin apenas sustancia ideológica, no conduce a ningún sitio que no sea colarse en calidad de trampantojo y cosas de esas y al final un ridículo esperpéntico.
Es purita farsa y chichinabo que permite contemplar el cartón que les fundamenta y la falsedad de sus capacidades, tanto como su incompetencia manifiesta y manifestada a más no poder. Claro que siempre nos quedará la beata anunciando con su voz engolada el último parte médico del ausente.
Pesadillas pobladas por langostinos humanoides gigantes malolientes y caducados, avanzando en masa por millares portando pancartas de “VIVERO NO, FUERA VOX” mientras gritan una y otra vez con sus incansables gargantas de crustaceo “SANTIAGO ABASCAL DIMISION”, despertares infames de madrugada con sudores frios chorreando sienes y cogote, caminar por las calles de Malaga dando rodeos para evitar marisquerias y salvarse del shock por trauma del olor o la imagen de alguna gamba, gambon o incluso camaron decorando un “cocktail”, esconderse de los espejos temiendo ver tras su propio reflejo a uno de los langostinos antropomorfos rompiendo papeletas de ‘”VOX” con… Leer más »
La figura que más se le aproxima es la de Paco Vázquez, ese homúnculo del todo a cien, otro que tal, más falso que el «por siempre juntos» de tu ex, pero claro, en habiendo peones…Es buenísimo. Ya verás cuando veáis sus fotos como representante de CCOO a ver si de esa manera podía probar las gambas, porque como vendedor (perdón Ingeniero Técnico de Ventas ja ja) ¿NO habéis visto los títulos que se ha inventado y no existen?