Hay obras que son siniestras. La de Enrique Cabanas es una de ellas. Se trata de uno de los tipos más peligrosos de la política española. El gran muñidor en la sombra de las elecciones de Vox en Málaga, el dirigente inmoral que eleva su criterio al de los militantes del partido verde en la provincia, el principal garantista de José Enrique Lara en Madrid, se aferra también a cosas más prosaicas.

Las cuentas de 2019 de Vox destaparon que el partido abonó unas retribuciones “globales” de 256.028 euros solo a cuatro dirigentes de la dirección: Santiago Abascal, Enrique Cabanas, José Hidalgo Serrano y Joaquín Marcos Cruz. Es decir, que en el caso de que todos cobraran por igual, cada uno recibió del partido 64.000 euros anuales.

En la página 37 del documento se especifica que “los miembros considerados dentro del Partido como de Dirección son su presidente, Santiago Abascal Conde; Enrique Cabanas Burkhalter, vicesecretario de Presidencia y gerente; José Hidalgo Serrano, que figuró en la lista al Congreso como número 22 de la candidatura de Abascal, y Joaquín Marcos Cruz, que fue número 15 de la lista al Ayuntamiento de Madrid.

En la Memoria se desvela que “el importe global de las retribuciones de los cuatro miembros de dirección en el ejercicio 2019 asciende a 256.028 euros”, añadiendo que “no tienen contraídas obligaciones en materia de pensiones o de pago de primas de seguros, ni tampoco reciben ningún tipo de beneficio social del Partido”.

Según la formación verde, las cuentas están auditadas por una empresa externa pero a diferencia del año anterior en el que aparecía en cada una de sus páginas el sello de Abaco, el nombre de la auditora, en esta ocasión Vox se limita a señalar en el enunciado del documento: “Cuentas anuales del ejercicio 2019, junto con el informe de auditoría”. El nombre de la empresa encargada brilla por su ausencia.

Cabanas es también uno de los cuatro apoderados de las cuentas donde se desvían las subvenciones a concejales del partido.