La hora de saldar cuentas con Lara: Ni un afiliado crítico con la dirección de Vox Málaga debe quedarse sin votar
Las repetición de las primarias de Vox están poniendo al descubierto la profunda división del partido en la provincia fruto de la gestión sectaria de Lara y la colocación de personas de su confianza en puestos clave, sin que muchos de ellos, por no decir casi todos, tengan la cualificación necesaria para ello.
Los militantes están llamados a votar hasta el próximo 13 de octubre en una campaña presidida por la decisión del Comité Electoral (CEL) de suspender las actividades de campaña y de prohibir las reuniones de afiliados, incluso las telemáticas, que no cuenten con previa autorización. Esto ha supuesto la cancelación de los actos previstos en Málaga por los dos candidatos, el actual presidente provincial, José Enrique Lara y el ex coronel de la Legión, Enrique de Vivero. Con esta medida, el CEL buscó favorecer al candidato oficialista anestesiando la campaña, imprimiéndole un perfil bajo y diluyendo el “efecto Vivero”. No parece haberlo conseguido dada la indignación bien latente entre los potenciales apoyos del ex alto mando de La Legión. Humildemente hemos contribuido a mantener encendida la llama del viverismo.
El comunicado del Comité Electoral admite que “se han celebrado reuniones presenciales en las que no se han observado la medidas de precaución sanitarias impuestas por el Covid”, extremo este del todo falso a poco que se comprueben las imágenes de los actos llevados a cabo. No aclara las razones por las que se impiden también las reuniones telemáticas, pese a que estas no supongan riesgo alguno de contagio por coronavirus. Además, se advierte de que “el incumplimiento de estas instrucciones aparejará la anulación de la candidatura y la expulsión de la misma del proceso electoral de primarias”. Solo le ha faltado proclamar la candidatura de Lara como ganadora. Porque él lo vale. Esto sin embargo está provocando el efecto contrario al esperado. Dadas las insólitas restricciones, los seguidores y simpatizantes del candidato alternativo están más motivados que hace unas semanas y hasta parece que la participación superará con creces a la de las elecciones invalidadas, lo que perjudica claramente al candidato del aparato.
En su momento habrá que dilucidar si el CEL está con la certeza y arreglo a la legalidad o si se extralimitó en sus funciones.
Estas primarias en Málaga están suponiendo una vuelta de tuerca a la guerra interna que desde hace más de un año vive la formación en la provincia y que desembocó en un proceso con cinco aspirantes iniciales, fruto de esa fragmentación interna.
Más de un centenar de denuncias han sido elevadas al CEL por distintos motivos. El principal incumplimiento tiene que ver con las manifestaciones de cargos electos y orgánicos de Vox a favor de la candidatura de Lara, algo que el propio CEL y el Reglamento Interno de Procesos Electorales (RIPE) “dice muy claro que no deben apoyar a nadie”. Uno de los últimos en hacer campaña a favor del actual presidente de Vox en Málaga fue el portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández.
Pese a las cicateras maniobras restrictivas de los intereses electorales de los críticos, la última palabra la siguen teniendo los militantes, largamente maltratados por la dirección provincial. Es la hora del cambio de Vox en Málaga y de que los jóvenes tengan por fin el rol que merecen. También es hora de mancomunar objetivos con los afiliados, hasta ahora convidados de piedra frente a una dirección que ha hecho y deshecho a su antojo. Es la hora de que los afiliados salden cuentas con Lara y le sometan al más severo correctivo en nombre del más estricto sentido de la libertad y de la dignidad de los afiliados, rebajados al papel de ‘pagacuotas’ y nada más. Ni un afiliado crítico puede quedarse sin votar. No más humillaciones. Es la hora de la alternativa decente de Enrique de Vivero. Es la hora del cambio.