¿Por qué callan los antitaurinos ante el degollamiento de un millón de corderos en España la pasada semana?
Lo bueno del proyecto mundialista es que resulta tan previsible como pueden comprobar casi a diario los lectores de este medio. La defensa de determinados ‘valores’ con la mascarada del animalismo, el feminismo, el ecologismo o el antirracismo, entre otros, se contradice luego con su elocuente indiferencia cuando esos mismos ‘valores’ son salvajemente atacados por los miembros de las comunidades islámicas. Ya se sabe que el mundialismo tiene entre ceja y ceja la desintegración de las identidades nacionales y la reducción demográfica de las poblaciones autóctonas europeas. La utilización de colectivos como el de los antitaurinos responde a esa estrategia aniquiladora. Las contradcciones en las que incurren merecen ser enumeradas.
AD ya se preguntó por qué los animalistas españoles lanzan siempre sus dardos envenenados contra los aficionados de la fiesta brava y no, por ejemplo, contra los promotores y participantes de las peleas de gallos. Se trata de un espectáculo sangriento en el que los gallos son colocados en un ring y son obligados a pelear a muerte para la “diversión” de los espectadores. Pese a ser ilegal en muchos países, en España se celebran cada año en medio de grandes apuestas.
Los gallos nacen, son criados y entrenados para pelear en “granjas de juego”. Los criadores (también llamados “galleros”) matan a las aves que creen inferiores, conservando solo aquellas aves que tienen “juego”—el deseo de pelear. Muchas de estas aves pasan la mayor parte de sus vidas atadas de una pata en una vivienda inadecuada, ya sea en un cilindro de plástico o en una pequeña jaula de alambre. Los criadores “acondicionan” a las aves para pelear a través de trabajo físico, lo que incluye el atar pesas a las patas de los gallos, y “peleas de práctica” con otros gallos.
Los criadores a menudo arrancan las plumas y mutilan las crestas y barbillas de los gallos (la carne sobre sus cabezas y debajo de sus picos) con tijeras para prevenir que otros gallos se los arranquen dentro del ring. Debido a que los gallos no tienen glándulas sudoríparas, el perder estas partes del cuerpo los priva de la capacidad de enfriarse. Algunos “galleros” cortan los espolones de las aves, que son las protuberancias naturales de sus huesos en sus piernas, y así armas artificiales más mortales puedan ser atadas a sus piernas.
Generalmente las peleas de gallo se realizan en recintos redondos o cuadrados llamados “galleras”. Son lugares absolutamente sórdidos, inundados de un vocerío ensordecedor. Con las plumas del cuello encrespadas y las alas revoloteando, las aves saltan y se esquivan unas a otras. Se patean y combaten en el aire, golpeándose entre ellas con las patas y el pico”.
Si la pelea disminuye, los galleros recogen las aves y las golpean en la espalda, le dan un estirón a sus picos, o las colocan pico a pico en un intento de “avivar el frenesí”. Las aves son, a continuación, regresadas a la gallera, y la lucha no termina hasta que un gallo muere o queda moribundo. Las aves “perdedoras” a menudo son desechadas en un barril o bote de basura cerca del ruedo, incluso cuando aún están vivas.
Además de la crueldad contra los animales, las peleas de gallos se relacionan a menudo con otros delitos, como apuestas ilegales, venta o uso de drogas, e incluso asesinato. Entre los incidentes conocidos este mismo año destaca el del pasado 4 de junio, cuando cuatro personas resultaron heridas de bala (una de ellas de gravedad), en la localidad granadina de Villanueva Mesía, en un tiroteo protagonizado por miembros de dos familias que, presuntamente, asistían a una pelea de gallos ilegal.
Es sabido que esta práctica sangrienta es cultivada y promovida sobre todo por personas de etnia gitana. ¿Será acaso esta circunstancia, o la constatación de que esa gente no reaccionaría con la candidez de un aficionado a los toros, por la que no hay datada ninguna protesta de los animalistas contra las peleas de gallos?
Otro tanto ha ocurrido estos días a cuenta del silencio de los farsantes animalistas con la celebración musulmana del Aid El Kebir, más conocido como Celebración del Sacrificio o Fiesta del Cordero. Se calcula que alrededor de un millón de corderos han sido degollados en España. Característica de esta fiesta es la violencia brutal hacia los animales. Desde el momento de la carga, donde se puede ver a los operarios pisando la cabeza de los corderos, o dándoles patadas para moverlos, hasta la matanza en sí misma, donde el horror es indescriptible. Corderos completamente aterrorizados intentando escapar de los matarifes, agonizando durante minutos cubiertos de su propia sangre. También se han visto operarios insertando un compresor en las patas a los animales para separar la piel estando aún vivos, esto causa un dolor terrible.
La Fiesta del Sacrificio, también conocida como “La Fiesta del Cordero” es la mayor festividad del Islam, y en ella los musulmanes de todo el mundo hacen una ofrenda de un sacrificio animal. Es en referencia al pasaje del Corán en el que Abraham estuvo dispuesto a matar a su hijo como muestra de su lealtad a Dios, y justo cuando estaba dispuesto a degollarlo apareció éste y lo detuvo. En agradecimiento Abraham mató a un cordero. La brutalidad de la matanza es tal que pueden verse en internet algunas calles de Melilla teñidas literalmente de sangre.
Como no es necesario aclarar, los antitaurinos han permanecido un año más ciegos y mudos ante estas crueles matanzas. La determinación con la que defienden los «derechos» del toro se desvanece en el caso de Aid El Kebir. Los animalistas, fieles al amo que ordena y paga, consideran legítimo e incuestionable el degollamiento a cuchillo de millones de corderos en todo el mundo… a condición eso sí de que miren a la Meca.
Existen innumerables informes que acreditan cómo los participantes en estos rituales no suelen tener documentos que acrediten la procedencia del ganado ni cuentan con la presencia de un veterinario, tal y como estipula la normativa.
Grupos de ellos convierten los pisos, patios interiores, solares privados y terrenos públicos en mataderos improvisados donde llevan a cabo la matanza del cordero sin ningún tipo de control.
Nada de esto parece importar a los antitaurinos españoles, al servicio permanente de una hiper-casta mundialista, cuyos contornos se dibujan con mayor nitidez a medida que pasa el tiempo. Nada mas perverso y eficaz que apelar a los sentimientos nobles o valores éticos del ser humano insertos en la conciencia social de un pueblo o una nación con el fin de utilizarlos y manipularlos en detrimento del conjunto de intereses a los que éste representa. Eso es lo que vienen haciendo las entidades promotoras del nuevo orden. Los antitaurinos forman parte del núcleo central de la maraña de organizaciones que trabajan sin descanso contra la identidad de los pueblos europeos y en favor de la progresiva descristianización de nuestros países. Por eso braman contra la Fiesta Nacional y callan miserablemente ante las matanzas rituales de corderos.
Pardiez! A mí la Legión ! (Si es la Condor ya ni te digo…) Falta la palabra mágica … si, los innombrables, esos regoldaduros de los arenales, zampañampas de maná (vaya V.D a saber que currusco de panizo enmohecido es eso). Pareciere que esas palabras ‘policía’ alteran neuronalmente a quienes las aceptan, cual Dogma científico materialista (Teorías del Einstein, egendrador de Downitas, Teorias de Marx, destructor de nos, indoeuropeos o el mismisimo Freud … muerto de cancer de maxilar por exceso de coca y padre de la materialidad psiquica). Ese palabro mágico que los mas atrevidos sustituyen por ‘Soros’ o… Leer más »
Los mismos que están detrás del plan de islamización y desintegración de las sociedades europeas, la invasión de foráneos ajenos a nuestros valores y cultura, las ingenierías sociales como la lgtbqvxyz, el feminismo patibulario, la destrucción de la familia o la “aceptación” de la pederastia y el canibalismo como algo “normal”, son los que promueven y financian el falso ecologismo y los hipócritas movimientos a favor de los animales.
Por eso callarán como pu tas frente a la matanza de corderos por parte de sus protegidos…
Es del todo increible que los antitaurinos no digan ni mú con esa “fiesta” de importación que es la del cordero, una tradición ajena a nuestro país y a nuestra cultura, tan cruel como los mismos “festejos” taurinos. La única diferencia es que, actualmente, y para ser “políticamente correcctos” se respeta algo que en nuestro país no se hacía, pero que los migrantes de países islámicos nos han traído. ¿Acaso los antitaurinos quisieran una islamización de España?
¿Lo duda usted? Eso por no mencionar que curiosamente todos los animalistas defienden la vida animal sobre todas las cosas (salvo las excepciones que se comentan aquí, claro), e incluso dicen marcianadas como que la dignidad de las sardinas queda ultrajada al espetarlas, pero aplauden el aborto libre, gratuito y masivo.
Si la izquierda mundialista no critica una cosa sus grupos tampoco, se mueven asi y el Islam no se puede criticar, es tabu, por que? pues porque todo lo que vaya contra el cristianismo es apoyado, lo demas es salirse del mundo. Esto de sacrificar animales es ir con el reloj atrasado 2000 años, porque los judios ( viene de ahi) lo hacian?, era un signo, un signo que desconocian claro, el signo del Cordero de Dios que vendria, por que si desconocian que era un signo lo hacian? misterios insondables
Los judios y todo Pichichi.
Y en algunas culturas, seres humanos.
Se callan porque estos no se andan con hostias.
¿Por qué callan, pregunta?
Por cobardía, por miseria moral, por vileza absoluta…por hijoputez en definitiva. Por que si de verdad se está contra el maltrato animal, se está lo haga quien lo haga y no sólo contra un tipo de maltrato.
Quizás sea porque nada tiene que ver una y otra cosa. Lo de los toros es un negocio de unos pocos, que por ser precisamente un espectáculo público, basado en la tortura animal con un único fin monetario, es algo que nos denigra a todos como sociedad.
Lo otro no es más que una muestra más de lo absurdo de las costumbres del monoteísmo, pero donde creo que nadie cobra
¿Crees que los corderos son gratuitos y los ganaderos los regalan? Las discotecas, las salas de cine, los periódicos… casi todo tiene fin monetario -como dices tú- y la gente que lo desea paga libremente porque le da la gana el precio establecido por el empresario que arriesga su dinero.
Y la tauromaquia es un arte. La gente acude a las plazas a sentir emoción, a sentir una buena faena. Hay aplausos y trofeos; silbidos y abucheos.
Gracias por tan esclarecedor articulo. No soy aficionado de los toros, pero esta claro que el ataque de los animalistas hacia la tauromaquia se debe 100% por su vinculacion a la cultura espanola, y que la defensa del animal es solo una excusa barata, porque no van a decir “oye, es que odiamos a Espana”. La tauromaquia envuelve ritos religiosos, arte, e historia. Es violento tambien, si, y mas violento que era hace 100 o 200 annos cuando morian un monton de pobres caballos en las corridas, pero eso se pudo reformar. Ademas de que hasta el momento de la… Leer más »
Hay que promover un cambio en las corridas de toros para que no maten en el ruedo sino que lo haga un veterinario después de la corrida y que sufran lo menos posible
Yo me acabo de leer las obras completas de Antoñete…
Las peleas de gallos es cultura!!! le pido a alerta digital respeto
Y pelar los cables para sacar el cobre,atujaino.Llevarse las tapas del alcantarillado publico si,si muy cultural.Ahora usais cleanex para la atujaina en vez en vez de pañuelos.
Si. Las de los raperos.
Y el canibalismo es gastronomía, no te jod…
Tiene su razón y me apunto a que me den negativos, no lo voy a buscar pero deduzco que se importaría hace siglos de Filipinas o algún sitio del sur de Asia y ha sido tradición en los pueblos del suroeste de España hasta que se prohibió. No se si encaja dentro de la cultura, lo que sí es que hasta hace un par de decenas de años o una más, eran muy comunes las peleas de gallos y las apuestas en las fiestas de los pueblos, los niños podían asistir pero no lo veíamos por falta de interés, son… Leer más »