Nuevo repunte: El coronavirus deja ya 33.576 muertos en España, 331 más en las últimas 24 horas
La pandemia del coronavirus deja ya 33.576 muertos en España. El Ministerio de Sanidad, sin embargo, sigue sin recoger las cifras totales de la Comunidad de Madrid y Cataluña, lo que reduce el dato de defunciones a 23.521, 331 más en las últimas 24 horas. En cuanto a los contagios, Sanidad notifica 209.465 casos confirmados, 1.831 más, si bien se trata de pacientes diagnosticados con PCR. Es decir, no se incluye en esta cifra los positivos de los test de anticuerpos. La última vez que el departamento de Salvador Illa incluyó este dato fue el sábado, elevándose a 223.759.
En la Comunidad de Madrid, según el último balance actualizado, se registran 12.976 muertos en total. De ellos, 7.881 han fallecido en hospitales, 801 en domicilios, 4.273 en centros sociosanitarios y 21 en otros lugares.
En Cataluña, las funerarias habían registrado hasta este domingo 9.764 muertes: 2.814 en residencia, 111 en centros sociosanitarios, 563 en casa, y el resto en hospitales o son casos no clasificables por falta de información, según el comunicado diario que emite la Conselleria de Salud de la Generalitat con la información que les dan las funerarias en lo que se refiere a fallecimientos.
El Ministerio de Sanidad ha iniciado este lunes el estudio que permitirá conocer la inmunidad de la población frente a la pandemia. Se trata de un trabajo clave para diseñar el plan de desescalada.
En él participarán 36.000 familias, a las que se les realizará un primer test rápido de anticuerpos por muestra de sangre y, posteriormente, una segunda prueba de anticuerpos del suero.
El estudio se realizará en tres oleadas, con un intervalo de 21 días entre cada una, para ver “la evolución dinámica de la enfermedad”, lo que para los expertos es un dato muy relevante. Según Sanidad, permitirá además conocer el comportamiento de transmisión del virus en los domicilios tras seis semanas de confinamiento.
El Ministerio descartó la participación de los militares para la recogida de las muestras, de la que se encargarán finalmente los servicios sanitarios de las respectivas autonomías.
El estudio ha sido diseñado por el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE). La participación es voluntaria, aunque se ha pedido a las familias su participación para disponer de una “foto real de la epidemia”, como explicó el ministro Salvador Illa.
Sanidad ha retrasado varias semanas este estudio, que fue anunciado por el propio Illa el pasado 6 de abril. Ello, pese a que se trata de un trabajo fundamental para la salida escalonada del confinamiento.
Desconfinamiento
Pese a no disponer aún de información, el Gobierno ya ha adoptado algunas medidas, como la de permitir la salida de los menores, que se ha adoptado sin conocer el verdadero impacto de la epidemia.
El Ejecutivo ya estudia nuevas medidas, como que también las personas mayores puedan salir a pasear a partir del 2 de mayo, además de quienes hagan deporte en solitario.
Así lo aseguró Illa este domingo al afirmar que «con toda seguridad» desde ese día, si los indicadores de la pandemia lo permiten, se tomará esa iniciativa.
El ministro también recordó que, tal y como anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, si sigue la evolución favorable, la próxima semana se podrá salir a la calle a hacer deporte de forma individual o a dar paseos, y a realizar «otro tipo de actividades al aire libre que se acabarán de estudiar en los próximos días».
Pese a las cifras, Sanidad insiste en dar un tono de recuperación de la normalidad. Illa destacó que los datos de la pandemia demuestran, en su consideración, que se está «consolidando el descenso» y «doblegando la curva».
Aún así, Illa avisó que se trata de un virus muy peligroso y de mucho contagio y opinó que es «muy precipitado pensar que el estado de alarma va a acabar en quince días».
EXPERTOS ALERTAN DE UN BROTE TRAS LA SALIDA DE LOS MENORES
La aparición de un rebrote de coronavirus será casi inevitable en unas tres semanas. Así de tajantes se muestran los expertos en Epidemiología ante la pregunta de si las primeras medidas de la relajación del confinamiento que ya comenzamos a ver ayer con la salida de los niños a la calle y la inminente apertura del encierro para los más mayores tendrán consecuencias directas en la evolución de la pandemia en nuestro país. «Estamos dando unos primeros pasos de desescalada a ciegas, porque no conocemos el nivel de infección real que tenemos, y eso puede resultar contraproducente y peligroso a medio plazo», asegura Guillermo Martínez de Tejada, microbiólogo de la Universidad de Navarra.
Esa misma idea también la comparte Álex Arenas, doctor en Física de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, quien desarrolla predicciones matemáticas de la evolución del Covid-19 y afirma que «nos estamos precipitando en la toma de decisiones porque la probabilidad de que se produzca un rebrote de la epidemia todavía es muy elevada. Diría que resulta inevitable, ya que, al aumentar el parámetro de movilidad, todavía en un momento tan delicado como el actual, la consecuencia directa será un repunte. Habría bastado esperar un par de semanas más de confinamiento estricto para tener un mayor margen de seguridad».
La explicación al pesimismo que muestran los expertos es clara: la escasez de datos. «Echo en falta una apuesta decidida por parte de las autoridades de la evaluación del estado de infección y de inmunidad real de la población. Y esto pasa inevitablemente por realizar test masivos y por haber tenido ya los primeros datos del estudio de seroprevalencia que comienza hoy. Lo recomendable habría sido esperar para tomar estas decisiones que ya se han anunciado en base a disponer de esa información, pero por ahora carecemos de ella. Creo que en ese sentido no se han hecho las cosas bien», advierte el microbiólogo Martínez de Tejada. Y en eso también coincide Arenas, quien asegura que «los test masivos no curan, pero a nivel epidemiológico resultan imprescindibles, ya que se convierten en la herramienta más eficaz para lograr que las personas asintomáticas, pero con la infección, sean diagnosticadas a tiempo y puedan pasar la cuarentena aislados sin contagiar a otros. Solo así, evitando que esas personas se muevan, sería factible aumentar la movilidad del resto».
Capacidad sanitaria al límite
A eso se suma, además, un factor adicional, ya que, tal y como recuerda Arenas, «para iniciar estas primeras medidas de apertura hay que tener en cuenta la capacidad sanitaria real, pues ese es el colchón que tenemos para atender una posible segunda oleada. La situación de nuestro sistema de salud todavía es crítica, con las UCIS por encima de la capacidad deseable, y eso en este momento puede resultar peligroso. Dependerá de cuánto esté liberado el sistema sanitario para saber cómo de grande o pequeño puede ser el repunte porcentual del número de contagiados en las próximas semanas. Eso será lo que marcará el límite, pero ahora mismo resulta difícil de estimar», asegura. Y es que, según reconoce el físico, «hay que ser conscientes de que, aunque la disponibilidad de camas se ha multiplicado por tres en algunos lugares gracias a los hospitales de campaña, eso se ha hecho in extremis y no resulta sostenible a largo plazo».
Lo cierto es que estas primeras medidas de relajación no significan, en ningún caso, el inicio de la desescalada. «Las medidas que se están tomando, en sí mismas, no son erróneas, pero sí puede serlo tomarlas demasiado pronto. Me da miedo que esto pueda conllevar la relajación de la población, porque entonces eso sí nos llevaría directos a un rebrote», confiesa Arenas.
En este sentido, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos, Jesús Sánchez Martos, catedrático de Educación para la Salud, resulta tajante: «En salud pública lo más importante es prevenir, y eso no significa prohibir por prohibir», asegura. De hecho, Sánchez Martos se muestra más optimista y no coincide con la idea de que España tenga por qué verse abocada a un rebrote de la infección, pues recuerda que «los niños llevan saliendo a la calle ya semanas en países como Francia y Alemania y eso no tiene por qué suponer ningún problema de salud pública siempre y cuando se sigan las recomendaciones establecidas principalmente de distanciamiento social, además del uso de mascarillas si fuera oportuno y de lavado de manos. Y de igual manera el hecho de poder realizar deporte al aire libre o de que las personas mayores puedan salir a pasear. Si se hace cumpliendo estrictamente las medidas establecidas, no debería repercutir a largo plazo», asegura.
¿Cuándo será el repunte?
Sin embargo, el miedo al repunte del que advierten los epidemiólogos no es una simple agorera amenaza, pues ese rebrote ya se ha dado en algunos lugares del mundo, como por ejemplo en Singapur que, a pesar de postularse como el país que mejor aplacó la epidemia en un primer momento, ahora el incremento de contagios les ha obligado a dar marcha atrás y decretar el confinamiento general más estricto. En nuestro caso, «eso lo veremos en unas tres semanas y, si sucede, el único freno de mano que podremos echar será el de regresar al confinamiento total, pero no nos lo podemos permitir. De hecho, es el escenario que debemos evitar a toda costa», avisa Arena.
En cualquier caso, si llegara el temido repunte, los expertos sí coinciden en que ahora estamos mejor preparados para hacer frente a esa posible segunda oleada. «Tenemos dos ventajas a nuestro favor. Por un lado, el hecho de tener un elevado número de contagiados en España nos puede asegurar un mayor nivel de inmunidad en cierta parte de la población. En el mejor de los casos esas personas ya estarían inmunizadas, aunque no existe evidencia de eso. Pero lo que sí parece seguro es que, en caso de que volvieran a contraer la enfermedad, ésta se desarrollaría con una sintomatología menos grave. En segundo lugar, jugamos con la ventaja de que cada vez existe más información del virus y de la manera de frenarlo», explica Martínez de Tejada. Eso sí, no hay que caer en errores derivadas de las prisas y del perverso triunfalismo pues, tal y como avisa el profesor de la Universidad de Navarra, «sería precipitado cerrar ya hospitales de campaña como por ejemplo el de Ifema».
¿Puede Corea del Sur mostrarnos la forma de salir del encierro? Temperaturas tomadas diariamente, pruebas masivas, ciudadanos castigados por no usar máscaras … y textos gubernamentales para informarnos si un vecino tiene el virus. https://www.dailymail.co.uk/debate/article-8259103/How-South-Korea-way-agony.html Lo mejor de todo es que el Gobierno del país no ha “encerrado” a sus ciudadanos en sus casas, no los ha hecho prisioneros… De hecho van a trabajar a sus oficinas, a las iglesias, pasean por los parques y hacen sus compras normalmente… los únicos espacios que están cerrados son las universidades y los colegios. Han puesto sensores térmicos para controlar a las personas… Leer más »