Marta Rivera, diputada de Ciudadanos, sobre el Orgullo Gay: “Nos lanzaron pis en la cara mientras nos llamaban hijos de puta”
Marta Rivera.- Al principio pensé que nos estaban lanzando agua con pistolas de juguete. Me hizo hasta gracia: hacía un calor terrible. Pero enseguida nos empezaron a picar los ojos y alguien lo advirtió: «Nos están echando pis». Nuestras caras meadas fueron el principio del viacrucis de Ciudadanos en la marcha del Orgullo Gay. Recibimos el impacto de cubitos de hielo, latas aplastadas, botellas. Y cerveza arrojada al paso. Los insultos eran lo de menos, aunque me impresionó ver a padres que jaleaban a sus hijos para que nos gritasen hijos de puta o fascistas. No sé si son conscientes de lo que es educar a los niños en la escuela del odio.
Carmen es concejala, va a cumplir los 80 y se ha pasado la vida trabajando. A ella la zarandearon y le rociaron con cerveza el pelo blanco. Cuando una chica joven iba a lanzarle una lata, Carmen le sujetó la mano: «No me tires la lata, por favor, insúltame pero no me la tires». Ahí tienen: una anciana suplicando a una mocosa que cambiase la agresión física por un simple vituperio. Supongo que a aquella descerebrada le quedaba algo de vergüenza, porque bajó la mano.
Nos dimos cuenta de que la organización de la marcha había decidido dejarnos a nuestra suerte.
Estábamos solos a merced de una horda descontrolada. Escuchaba los insultos y los gritos de «fuera, fuera» y recordaba la primera vez que asistí a una marcha del Orgullo, allá por los 90. Entonces el grito era «no nos mires, únete». Aquellos hombres y mujeres sabían que la única posibilidad de triunfo era hacer de la suya una lucha transversal. Ahora la izquierda ha decidido que esto es suyo. Les da igual que cualquier reivindicación que solo suscriba la mitad de la población esté condenada al fracaso.
Una performance de «El cuento de la criada» que marchaba delante de nosotros –y que no estaba incluida en el orden de la manifestación– inició una sentada. Ya no podíamos movernos. Dos miembros de la organización se acercaron para abroncarnos a nosotros. Se marcharon sin que los de delante se movieran. Empezaron a cercarnos mientras seguían lloviendo objetos. Quienes íbamos en la pancarta llevábamos el pelo y la ropa empapados de cerveza y orines.
Seis policías de paisano se acercaron a ayudarnos intentando contener a los que nos empujaban. Fueron ellos los que pidieron refuerzos. Cuando llegaron llevábamos casi dos horas cercados por una multitud amenazante. Algunos habían recibido golpes. Empujones, casi todos. Unos cuantos de los que nos rodeaban intentaban dejarse caer sobre nosotros, supongo que para provocar alguna reacción agresiva.
Aquello hubiese propiciado una avalancha. Los policías dijeron que tenían que sacarnos de allí. He leído que nos resistimos a seguir las instrucciones de los agentes. Fue verdad en un solo caso: cuando nos propusieron evacuar de inmediato a la dirección del partido, que marchaba en la cabecera, y nos negamos. Si los afiliados se quedaban sin protección, no sé qué habría pasado. Así que negociamos la salida ordenada de los afiliados. La Ejecutiva saldría al final. Y así lo hicimos. Caminamos bajo insultos y objetos varios. Un energúmeno tiró un cubata a la cara de la secretaria de Igualdad, Patricia Reyes. Los seis policías que nos habían ayudado desde el principio nos escoltaron hasta el Congreso. Lamento no saber sus nombres para darles las gracias. Estos días he escuchado cosas terribles justificando lo ocurrido. Una tertuliana decía que si íbamos al Orgullo no podíamos «esperar aplausos». Mire, lo único que espero es que no me lancen pis a la cara o me llamen hija de puta.
Cuando empezaba a cocinarse este disparate, el ministro Marlaska dijo que algunas cosas «deben tener consecuencias». Aquí están, señor ministro. Espero que las tenga presentes cuando dimita por su irresponsabilidad extrema.
*Marta Rivera es diputada y responsable de Cultura de Ciudadanos
Los que han limitado de forma obscena el libre derecho de estar en la manifestación del dia del orgullo a ciudadanos de Rivera han sido los demócratas de izquierdas
¿ Quién limita el derecho de poder estudiar en español en la comunidad autónoma catalana,? una comunidad autónoma de España
Ha costado mucho a España tener el sistema político democratico , para que ahora a partidos politicos por pensar diferente se les isulte, escupa , y sean tratados como a apestados,
Y lo intolerable es que todo un ministro en funciones de interior ,con sus declaraciones, “incite” a insultar y echar de una manifestación, a un partido político, y para rizar el rizo, el mencionado informe fake
MARLASKA DIMISIÓN
Esto ,si deberia tener cosecuencias
Una persona que arroja sus orines a otra no debería tener los mismos derechos que ésta. La sociedad debería ser más dura con ellos y darles la respuesta que se merecen. Si quieren que se beban sus orines y coman sus heces, pero que no la arrojen a los demás amparándose en la muchedumbre rojota.
Pues sí, nada que los imbéciles de Ciudagramos no merezcan.
PD: Damos por hecho que los lanzaorines serán identificados y procesados por delitos de odio, ¿no? Esperaremos sentados…
Entonces fueron unas agresiones heterófobas en toda regla. A ver si se les detiene y se les juzga con la misma dureza si hubiera sido al revés.
quien con mari..cones se acuesta mojado se levanta -:)
Los miembros del partido Cs se han ganado lo que les ha pasado el otro día… vamos a ver srs/as del Cs que pensaban que iban a hacer todos esos perros/as adoctrinados el día del bochorno gay… pues sencillamente eso, a ver si aprendemos de una vez que de la escoria y los excrementos no se puede sacar nada limpio e higiénico y más si la escoria está aborregada y adoctrinada hasta el tuétano.
C’s no tenía claro si quería ir a la marcha del orgullo gay, pero ahora que les han meado en la cara, lo tienen claro, irán todas las veces, dicen que la experiencia les ha dejado un buen sabor de boca.
Dada la cantidad de “gente” en las marchas del orgullo y basado en el porcentaje de homosexuales en la población; muchos de ellos son progres heterosexuales y perroflautas simpatizantes con la “causa”. El orgullo es una excusa para que los anarcomarxistas desestabilicen aún más la sociedad.
Pues la orina de esa gentuza puede llevar muchas enfermedades, que se hagan una buena analítica si se la han tirado en la cara y ha contactado las mucosas.
Aquellos que hemos tenido que estudiar a fondo las sagradas escrituras y conocemos los episodios de Sodoma y Gomorra y observamos y vivimos la realidad de nuestros días: una juventud alcoholízala, el hombre cada vez más “manglna” y afeminado, la mujer cada vez más masculinizada y llena de tatuajes como los lucían, los marinos, viejos lobos de mar, el lesbianismo haciendo gala ya desde niñas con 13 años, el mariconeo en todas sus formas avanzado progresivamente de tal modo que cualquiera, de ambos, puede llegar a ser ministro, la situación reclama, como en las ciudades del viejo testamento un castigo… Leer más »
Vaya, “hay que ser tolerante con las minorías sociales, raciales, etc”…Ellos arrojan orines, pero con eso están defecando en su futuro. Al tiempo.