Estos son los amos de Vox. Ellos son los que hacen y deshacen.

María Concepción Farto Martínez*.- El señor Abascal, a la sazón líder de Vox, hasta que a los señores de Espinosa de los Monteros les parezca que ya no es necesario su papel de fanfarrón útil, ha hecho de Vox un partido que es como aquel perro del hortelano que por no ser vegetariano no comía del huerto de su dueño, pero tampoco dejaba comer a los demás.

El pasado 28- A, hizo eclosión algo que, aunque muchos temíamos, no por esos fue menos impactante: la izquierda fraudulenta, aborregada, maniobrera y vil, arrasó en unas elecciones y los españoles eligieron a un Pedro Sánchez impostado en sus modos y en sus formas, antes que sucumbir al terror de las derechas.

En fin, alguien tendrá que explicar algún día en base a qué se considera derecha al partido de Rivera, moviéndose siempre al son que más le conviene ó al de Abascal, que dudo mucho, defienda ningún programa más allá del de su propio pancismo.

Como decía, cuando el señor Abascal entendió que su reducto de Amurrio se le quedaba pequeño, de la mano del PP que siempre le dio de comer, porque nadie conoce que haya sobrevivido con más sueldo que el que procede de la “cosa pública”, se vino a Madrid bajo el manto protector de la lideresa Esperanza Aguirre, que le ayudó a hacerse un hueco en la gran ciudad; hay quien dice que con toda una estrategia de futuro que se plasmó en el liderazgo de Vox por parte de Abascal, ó que la señora Aguirre se cobró más tarde el favor utilizando al partido del Sr. Abascal como arma arrojadiza contra sus propias siglas: PP.

Y valga toda esta digresión para llegar al análisis que de los resultados de Vox en las elecciones del 28- A, se obtuvieron. A todas luces y si los comparamos con las pasadas elecciones andaluzas, estos resultados son un rotundo fracaso para el partido de Abascal, propiedad más que de este señor de sus mariachis: Ortega Smith, Cabanas, Monasterio y Espinosa de los Monteros, a ver hasta cuándo va este último a aguantar a la sombra del amado jefe, el salto está preparado. Ese sentido de propiedad del partido me fascina, porque que yo sepa, un partido político no es ni una empresa, ni un inmueble, ni un coche, que compro y me hago dueño de ello y lo gestiono como lo que es: mi propiedad privada; un partido no es una propiedad privada y lo malo de Vox, no es que los de arriba lo consideren su propiedad, sino que gran parte de las bases les consideran sus dueños, jefes… en fin, un exceso extemporáneo de servilismo que a nada bueno conduce.

A algunos de los que estábamos dentro y detentando algún cargo en Vox cuando sucedió el inesperado y abrumador éxito de Andalucía, nos extrañó y mucho que a partir de ese momento la orden dada por la Ejecutiva Nacional de Vox, a través de sus presidentes provinciales, en el caso de Madrid de la señora Monasterio, fuera paralizar toda la campaña de implantación y expansión que se estaba llevando a cabo, mirando con lupa y rechazando a cualquier posible nuevo o nuevos afiliados y paralizando las acciones que estábamos haciendo desde las agrupaciones de Vox en los distritos. Y fuimos viendo y viviendo en propia carne, como a todos los que en las diferentes provincias, o como en mi caso, en los distritos madrileños, en el momento que criticábamos la acción política de los “mandamases de Vox” o de sus coros de palmeros y por supuesto, cuando empezamos a preguntar por la financiación y a exigir que esta financiación viniera a nuestras organizaciones, sin más dilación y siempre utilizando artimañas y disculpas de argumentación insostenible, se nos fue quitando de nuestros cargos y relegándonos al más vil ostracismo y a toda una campaña de acoso y derribo, para ello, al menos en Madrid, y al menos en mi distrito, teníamos infiltrados “comisarios políticos” que desde nuestro mismo lado se dedicaron a trasladar información falseada a los órganos superiores. Todo al más puro estilo estalinista ó castrista, vaya usted a saber, y esto llega a su punto álgido cuando en el último congreso de Vox, cuyo objetivo era la “organización del partido”, empresa nada baladí, se decide que acudan a él sólo aquellos escogidos por los elegidos de los dioses y se facilita un sistema de votación por correo electrónico, del que nunca hemos sabido ni las garantías, ni los resultados, ni nada que pruebe que lo que allí salió era lo que las bases del partido dijeron a través de su voto. Por ejemplo, ¿alguien puede explicar cómo votaron y se contabilizaron los votos de todos aquellos afiliados que responden a la masiva dirección [email protected]?

Se adujo para ello, que la militancia era mucha y que ya no se cabía en ningún sitio, y aquí surge una duda: Si tantos somos los militantes, ¿por qué la ausencia de apoderados e interventores de Vox en las pasadas Elecciones Generales? Desde que soy nombrada en junio de 2018, coordinadora de Vox en el distrito de Chamberí, me propongo preparar gente para estas funciones en las mesas electorales y sin embargo cuando se me aparta del cargo el día de Nochevieja de 2018, (por lo de la purga castrista) todo esto se paraliza y el resultado es la desorganización que se vive en la jornada electoral en las mesas de Chamberí, y en otros puntos de Madrid y de España, como ha sido denunciado por afiliados en las redes. Y ahora es precisamente desde Vox, desde donde más se está haciendo oír la cuestión de que ha habido un fraude sistémico en los comicios. Pero ¿qué habéis hecho vosotros para impedir que las posibles irregularidades se llegasen a dar? ¿Por qué ese énfasis en crispar más si cabe la convivencia en España?

Otra duda que me asalta es la de ¿por qué todas las listas electorales de Vox se hacen de espalda a la militancia y colocando a gente desconocida, ó se elaboran de la mano de gente que en el pasado ha estado ligada al sindicato manos limpias (que ya sabemos que de limpio tenía el nombre) ó a la fundación Francisco Franco, levantando a la militancia en un grito unánime contra el despotismo imperante en el partido? por no hablar de las que se han intentado hacer de la mano de personas de infausto pasado en el Bierzo y que fueron reventadas desde dentro del partido con una argucia desesperada de última hora.

Caso aparte merece el hecho de que se esté introduciendo en las listas electorales a miembros de la sociedad civil que apenas hace unos meses estaban en contra de Vox, cerrando al partido emergente los foros de debate, aduciendo que no tenía representación institucional para acceder a ellos, y que además éramos de extrema derecha; me refiero, a modo de ejemplo, a la Presidenta de la asociación “Chamberí se defiende” número 12 en la lista del Vox al Ayuntamiento de Madrid; ¿ya no le parece a esta señora Vox un partido de ultra derecha y fascista? ¿La señora Monasterio, tan purista y exigente con sus afiliados, introduce por la puerta grande a alguien que hace un mes no creía en Vox, y mucho menos en los principios que defiende? ¿Cuándo mentía antes ó ahora? Malos mimbres para lo que se quiere vender como un buen cesto
En este mismo sentido los fichajes de Henríquez de Luna, Martínez Vidal y Luis Ansúa, todos ellos muy cercanos a Esperanza Aguirre.

Todo esto rechina y extraña y bien merece, creo yo, una explicación a los que con nuestro tiempo, trabajo y dinero, y sin buscarlo, porque nos nombraron en su día por el “bien de España” argumento sine qua non en este partido, hemos contribuido a la expansión de una formación política que pensábamos que era diferente y que ha resultado ser, no ya más de lo mismo, sino peor de lo mismo; un partido que algunos vaticinamos a la semana de los resultados electorales de Andalucía que iba a morir de éxito y así ha sido, con un batacazo electoral que sólo ha salido bien a los 24 “colocados” en el Congreso de los Diputados y a los empleos indirectos que éstos creen. Espero que por aquello de la coherencia, renuncien a las subvenciones que van a recibir por resultados electorales.

Otro análisis que quiero hacer sobre Vox, es ese sentido de la endogamia tan arraigada en él y la endogamia, es sabido, solo ha traído locos, corruptos e incompetentes a la historia de España. Y cuando hablo de endogamia me refiero a que siempre están los mismos en todo. Listas al congreso de los diputados: Abascal, Ortega Smith, Espinosa de los Monteros, Pedro Fernández (diputado por Zaragoza) Mariscal (diputado por Toledo); Listas al Ayuntamiento de Madrid: Ortega Smith, Pedro Fernández. Comunidad Autónoma: Espinosa de los Monteros bis, es decir, Monasterio; participación en medios de comunicación: Espinosa, Smith, Abascal, Monasterio…¿qué ocurre? que el resto de los cargos de Vox son tontitos? el resto de los militantes no valen para nada? ¿Cómo alguien que es diputado por Zaragoza, que se supone que va a defender a los ciudadanos de Zaragoza, vive en Madrid y va de número dos en las listas al Ayuntamiento de la capital de España? ¿Cómo es que este señor del que no dudo de su valía, se deje imponer en una circunscripción que le es ajena? Podemos aplicar la misma argumentación al Sr. Mariscal, vicesecretario de prensa de Vox afincado en Madrid. ¿qué forma de hacer política es ésta? ¿En qué se diferencia esta forma de ningunear al ciudadano y al votante de lo que hacen otros? ¿No íbamos a renovar y regenera la política?

Bueno pues todos estos datos y otros que por espacio y tiempo no es posible desgranar, han hecho que Vox caiga estrepitosamente el día 28 de Abril; que para muchos fue un triunfo sí, pero no el triunfo que hubiera obtenido de seguir al ritmo que al menos, aparentemente, se había llevado hasta la elecciones andaluzas y es que tengo para mí, que a los del corralito les dio miedo que esto creciera mucho y no se pudiera controlar. Ese miedo a perder el control de los mandamases de Vox es algo que me ha escamado y que me ha obligado a ser crítica y a preguntar cosas que seguramente para ellos eran impertinencias, porque patada y se acabó. En fin, algún día nos contarán o averiguaremos qué es eso que tanto necesitan controlar los endogámicos de Vox. Y no se olviden que debido a ese control férreo que presumiblemente esconde deseos inconfesables, está el fracaso del bloque de la derecha, la fuga de votos del PP que han caído en la nada, como en el País Vasco, dando un escaño a EH Bildu, en detrimento de este partido; de ahí que afirme que los que dirigen Vox son como el perro del hortelano, porque ni han trabajado para ser una apuesta fuerte, que lo podían haber hecho, ni se han retirado para que esa apuesta recayera en otros; lo dicho el perro del hortelano ni come ni deja comer, y como siempre la gran perdedora: España.

*Ex procuradora en Castilla y León y ex coordinadora de Vox en el distrito madrileño de Chamberí. Actualmente es socia de un bufete de abogados de la capital de España.