¿Qué es el trading y por qué todos hablan de ello?
El trading se ha puesto de moda. A raíz de la globalización, cada vez son más los que deciden comprar y vender activos en el mercado financiero a través de Internet. Lo hacen, obviamente, por la rentabilidad que obtienen con ello, pero también por las sensaciones que se experimentan al invertir; el trading activa la adrenalina de los inversores. Aun así, todavía no todos saben qué es ni tampoco cómo funciona.
En primer lugar, quienes quieran dar el salto a este tipo de inversiones tienen que saber que el trading consiste en el arte de negociar y/o especular en los mercados financieros con el objetivo de generar rentabilidades en el tiempo. Y es que el tiempo es, precisamente, la clave, ya que los traders tienen que comprar y vender a corto plazo. De hecho, hay que tener en cuenta hasta la franja horaria en la que se invierte.
Pero, ¿con qué productos se opera? Se compran y se venden activos, además de negociar de forma directa en diferentes mercados de valores, desde divisas, bonos hasta derivados y por supuesto, acciones. Y se hace, además, a través de Internet, sin tener que comunicarse con un bróker. Esto, obviamente, es una ventaja, porque permite que cualquiera que esté interesado en este campo pueda convertirse en todo un profesional del trading. Pero también es cierto que todos estos “productos” de inversión pueden resultar un tanto complejos, especialmente para los inexpertos. Por eso, antes de decantarse por un producto financiero conviene estudiar bien el mercado, así como los pros y contar de cada una de las opciones.
Hoy en día, gracias a la digitalización, es más fácil comerciar gracias a plataformas en línea que permiten comprobar el mercado de valores que incluso incluyen brokers que pueden ayudarle a ver lo que otros usuarios hacen. Se puede seleccionar lo que queramos, ya sean acciones, divisas, criptomonedas o materias primas, entre otros, y saber el valor de compra y venta que alcanzan en mercados tan diversos como los de Estados Unidos, Inglaterra, Canadá o Francia, así como conocer el rendimiento diario, semanal y mensual que está teniendo cada activo. Además, estas plataformas incluyen características que facilitan entrar a este negocio tales como los informes de resultados, que te permiten saber qué resultados ha obtenido cada empresa con anterioridad, o la opción de seguir a otro usuario y ver sus movimientos, para tomarlo como una guía en caso de que creas que esa persona va a obtener ganancias o incluso, copiar directamente sus inversiones.
Los traders formados saben utilizar toda esta información para diseñar una estrategia rentable, y los principiantes pueden seguir los pasos de estos a través de las plataformas online. Aun así, también existe la posibilidad de recurrir a cursos de formación. Actualmente, gracias a Internet, la oferta es muy variada y es posible encontrar diferentes cursos online, muchos de ellos gratuitos. El siguiente paso es practicar, ya que para aprender es necesario probar; saber si el producto elegido se adapta a nuestro perfil y si nuestras decisiones dan buenos resultados. Y para ello, también contamos con demos especializadas en trading.
Por último, hay que marcarse límites, saber hasta cuánto se está dispuesto a perder, y con cuánto tiempo contamos para ganar y perder. Aunque el trading activa la adrenalina, es importante no confundirlo con un juego. No es cuestión de suerte, sino de buenas decisiones. Los expertos en trading no se hacen ilusiones, sino buenas estrategias.