Es conocida la afición del presidente de la Comisión Europea por pasarse con el alcohol. Pero si quedaban dudas Jean-Claude Juncker acabó por disiparlas el pasado miércoles, durante la cumbre de la OTAN en Bruselas.

Una grabación captó cómo el expresidente luxemburgués literalmente se tambalea durante un trayecto al aire libre, con sus colegas evitando que Juncker se cayera y con Trump y su mujer pasando al lado como si nada.

Más surrealista si cabe ha sido la reacción de la propia Comisión, que el viernes atribuyó el estado de su presidente a un ataque de ciática. “Ya se encuentra mejor”, tranquilizó su portavoz, Margaritis Schinas.

Con una resaca de aúpa, le faltó añadir. Ahora, lo que se tambalea es el puesto de Juncker como máximo líder comunitario.