En las últimas horas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado sus condolencias y solidaridad a la familia y personas allegadas a Inocencio Alonso García, al agente de la Ertzaintza muerto el pasado jueves en Bilbao.

Iñigo Urkullu, además, se ha mostrado más preocupado por destacar la “actuación profesional y proporcionada” de la Policía autonómica vasca que por mostrar claramente el empeño de su Ejecutivo en detener a los terroristas callejeros de Herri Norte que incendiaron Bilbao en los momentos previos al partido del Athletic y el Spartak de Moscú. En este sentido, el presidente autonómico se ha limitado a condenar los altercados que, en su opinión, están provocados “por unos energúmenos que no tienen más objetivo que aterrorizar a las personas de bien”.

La inacción del Ejecutivo del PNV parte desde el propio día de los sucesos, cuando a pesar de las preocupantes previsiones existentes en cuanto a la seguridad en las calles de la capital vizcaína, el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, decidió abandonar su puesto y marcharse a 400 kilómetros de distancia, a Madrid, a participar en una irrelevante feria del sector. El viceconsejero de Seguridad también se encontraba en el mismo evento.

Con el equipo de Gobierno nacionalista en silencio y el director de la Ertzaintza desaparecido, ha sido el sindicado policial Esan el que ha tenido que afirmar públicamente lo que nadie en las instituciones nacionalistas se atreve a decir: “Los causantes de todos los altercados han sido los radicales de Herri Norte, ya que fueron los que provocaron todos los incidentes”. Para la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, “esta afirmación es una descontextualización”.

La versión de Esan de que los altercados se originaron por el lanzamiento de objetos y bengalas por parte de los violentos radicales del Athletic a los aficionados rusos a su llegada a la explanada de San Mamés escoltados por la Ertzaintza la corroboran decernas de testigos presenciales, vídeos que circulan por las redes sociales y agentes que participaron en el operativo.

Es el caso, por ejemplo, de un ertzaina de la Brigada Móvil que se encontraba “al lado” de Inocencio Alonso cuando este “cayó” desplomado “en la carga que se hizo” en la explanada del estadio, y que realiza un dramático relato de lo vivido en un mensaje remitido a sus compañeros vía WhatsApp. “Los únicos hijos de puta que provocaron todo eso fueron los de siempre, Herri Norte y Piratak – otra organización filoetarra- y compañía. Los rusos no nos dieron problemas en ningún momento, la verdad, una afición muy tranquila, estuve luego con ellos en las gradas, y sin ninún problema. Todo esto lo han montado ellos en las redes sociales para luego montar la que montaron en Bilbao y campar a sus anchas”.

Y añade el agente: “Fueron de caza a por los rusos; éstos eran pocos y fueron a por ellos armados, lanzándoles de todo sin contemplar que ahí en medio había familias con gente mayor, niños… como los tuyos o los míos… que por suerte y gracias a la profesionalidad de mis compañeros no salieron lesionados y que solo iban a ver futbol, con toda su ilusion… A estas situaciones no te acostumbras nunca. No te acostumbras a perder un compañero, a ver a gente llorando de miedo, a ver cómo los padres abrazan a sus hijos por temor a que les alcance algo, a ver a personas en sillas de ruedas en medio de la violencia, abandonadas por todos los que sí pueden correr… Esto te marca de verdad. Porque los culpables son de aquí, a pesar de lo que nos vendan nuestros dirigentes con sus estadísticas y su permanente echar las culpas a los de fuera”.

La Ertzaintza incautó puños americanos, porras extensibles, martillos, piedras, palos con puntas, bengalas, botellas con gasolina o petardos modificados a aficionados radicales del Athletic, según lo que explica este agente.

Tras los incidentes, Esan ha exigido al Athletic que “expulse de una vez por todas” a los miembros de esta peña del club, “tal y como han hecho otros equipos”. Como respuesta, el presidente del club, Josu Urrutia, se ha limitado a anunciar que se “tomarán medidas” contra aquellos socios que se demuestre estuvieron implicados en los altercados, aunque sin especificar qué tipo de acciones. El sindicato Erne, mayoritario en la Ertzaintza, también apunta a la culpabilidad de Herri Norte Taldea en la muerte del agente. “Hay unos responsables directos del fallecimiento, quienes ejercen la violencia mediante convocatorias que incitan a la misma”, señala su secretario general Roberto Seijo.

Hasta el momento, ningún miembro de Herri Norte Taldea ha sido detenido.pesar delas gravísimas acusaciones que agentes policiales están lanzando contra ellos.

El vicepresidente del Spartak de Moscú, Nail Izmáilov, por su parte, ha acusado a la prensa española y a los aficionados radicales del Athletic Club de provocar los incidentes violentos. “Sabíamos desde el principio que no seríamos bien recibidos en Bilbao. Primero fueron las publicaciones en la prensa sobre los aficionados del Spartak, luego las marchas de los radicales locales y las fuertes medidas de seguridad. Estaba claro que habría provocaciones”, ha explicado Izmaílov a loas medios rusos, señalando que los aficionados de su equipo lo único que hicieron fue protegerse. “Cuando te atacan, te ves forzado a defenderte”. Y para justificar sus argumentos ha recordado que en el partido de ida disputado entre el Athletic y el Spartak en Moscú, no hubo ningún incidente.

(La Tribuna del País Vasco)