Galería de tontos contemporáneos (5): Juan Ignacio Zoido Álvarez o la incompetencia policial
Nada tengo contra don Juan Ignacio Zoido, como jurista, ni siquiera como magistrado, pues creo es un profesional como la copa de un pino.
Pero un tecnócrata no es lo mismo que un político. Ni un político tiene porque ser técnico en la materia, ni los técnicos son los mejores políticos, ni mucho menos.
SÍ es conveniente que los políticos tengan oficio o beneficio, y en este caso Zoido tiene su vida solucionada. Pero no es menos cierto que los juristas en general somos gente muy dada a pensar, a escribir, a meditar sobre la caída de la hoja en otoño, pero que a la hora de la verdad, de asumir responsabilidades, somos grandes inútiles.
Dicen que la mayoría de los abogados que ocupan la dirección de una empresa, sea ésta un banco, caja de ahorros, compañía de seguros, eléctricas o similar, es decir empresas “atracadoras” en general, a la larga o a la corta, la acaban hundiendo.
Precisamente por esa falta de sentido práctico, de decisión, de asunción de riesgos, que no es lo mismo que suicidarse, etc.
La trayectoria de Zoido como ministro del interior, desde hace un año y medio lo único que ha acreditado, y creo que cumplida y sobradamente, es su total inutilidad para el cargo.
Un cargo que le viene grande, muy grande, y en el que sí algo ha demostrado es su total alejamiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, siendo incapaz de ir a pasar la Nochebuena, o la Nochevieja con los pobres guardias civiles y policías nacionales que estaban sometidos a unas condiciones de vida duras y tercermundistas, y sufriendo un régimen de comidas mucho peor que el de los asesinos, violadores y delincuentes en general que pueblan nuestras cárceles (junto con algún inocente, que todo hay que decirlo).
No le echo toda la culpa a él, pues creo que son culpas compartidas, entre Rajoy que le nombró, y la vicetodo –y dentro de poco, vicenada-, que ejercía y ejerce como gobernadora general de Cataluña, o más bien Virreina, y que en su ignorancia política –que no jurídica-, pensaba que con poner un despacho en la delegación del gobierno en Cataluña, e ir allí un par de veces al mes, a que le rieran sus gracias, ya estaba todo solucionado… ¡Que tremenda ignorancia!
Ahora Zoido está prometiendo el oro y el moro a la policía y guardia civil, en vez de rebajar el escandaloso salario que cobran los mozos, muy superior al de un maestro, profesor de secundaria, e incluso un médico de la seguridad social.
Y repartir ese dinero entre los dos cuerpos de seguridad del estado, incrementando las nóminas correspondientes, sin que ello supusiera incremento alguno del coste presupuestario.
De cualquier forma, un país que se permite tener cinco cuerpos policiales distintos –pues también están la Ertzaina y la policía foral navarra-, es obvio que no es un Estado serio, sino que es un equivalente al camarote de los hermanos Marx.
A mediados de septiembre de 2017, más o menos, pues no tengo el dato a mano, se trasladó a Barcelona el secretario de estado de seguridad, para asistir a una de esas reuniones de coordinación que, dicho sea de paso, fueron un auténtico fracaso.
Terminada la reunión, salieron a almorzar a un restaurante sito en las proximidades de la delegación del gobierno, y dentro del mismo fueron insultados por una separatista, supongo que de la alta y buena sociedad catalana, y según la prensa, tanto el secretario de estado como el delegado del gobierno, y demás autoridades, abandonaron el restaurante, para evitar males mayores.
Es obvio que se trata de una anécdota, pero a veces las anécdotas son auténticas categorías.
¿Cómo es posible que los escoltas del viceministro –pues tal es un secretario de estado- no procedieran a la identificación y denuncia de la citada individua (omito lo de señora, pues no lo merece), o incluso a su detención y puesta a disposición judicial?
Cuando me enteré de lo sucedido ya pensé todo lo que iba a suceder a continuación: que el gobierno seguiría bajándose los pantalones, y se pondría a mirar hacia Cuenca.
La Autoridad no se pide, ni se limosnea; se impone, que por algo y para algo es Autoridad. (Aún recuerdo la imagen de Jorge Pujol bajándose del coche oficial, cuándo unos agricultores le insultaban diciéndoles que él era el presidente de la Generalidad, y que tenían que tenerle un respeto).
Poner a un coronel de la guardia civil, que debe de tener grima al uniforme, pues siempre va vestido de civil, a “coordinar” al general jefe de zona del cuerpo en Cataluña, solo se le ocurre a un ignorante, que desconoce la normativa, la jerarquía y las tradiciones y costumbres internas de la guardia civil, y de cualquier cuerpo militar.
En fin, lo mejor que se podría hacer con este señor es enviarle de vuelta a Sevilla, eso sí, con el viaje pagado. Y, de paso, que se lleve también a su gran amigo, el director general de tráfico.
*Abogado y escritor.
¡Menos mal que tenemos ALERTA DIGITAL, si no estos extraordinarios artículos, seguramente encontrarían “dificultad” para ser publicados en la mayoría de los medios que se rigen por “lo políticamente correcto”!
Pero LA VERDAD ES LA VERDAD, la diga Agamenon o su porquero…
Extraordinariamente expuesto. En orden, completo y sin paja.
Espero que en la próxima remodelación del gobierno, más bien en la inminente caída del gobierno, o de lo que queda de él, este ministro sea devuelto a Sevilla, a portes pagados.
Y que se siga dedicando a lo suyo, la gastronomía, que está de buen ver…
Desgraciadamente, tenemos un gobierno que deja mucho que desear, lleno de cobardes, pusilánimes y marisabidillas, tipo la vicealbóndiga o la ministra de defensa, que porque sean abogados del estado ya miran a todo el mundo por encima del hombro…
Ahora que habrá que remodelar el desgobierno -no es un error-, ante la huida del ministro De Guindos, antes de la debacle general del PP (las ratas son las primeras en huir de los barcos que se hunden), propongo que a este hombre le nombren MINISTRO DE ASUNTOS SIN IMPORTANCIA.
Creo que ese (no) ministerio, le iría como anillo al dedo, dada su total incompetencia.
También se debería llevar a quien le nombró ministro pues vaya tela de gobierno que tenemos una cuadrilla de maricomplejines que no tienen los arrestos suficientes para lo solucionar los importantes problemas que tienen los ciudadanos
Al coronel de la guardia civil criado en las covachuelas del ministerio del interior, y dicen que fiel colaborador de Rubalcaba, supongo que le ascenderán a General, DESPUÉS DE SU GRAN ÉXITO.
Y lo digo con ironía, mordacidad y cachondeo, por si alguien no se ha dado cuenta.
Claro que va a ser horroroso para él ascender a General, PUES ALGÚN DÍA TENDRÁ QUE VESTIR DE UNIFORME…
1-O vergüenza nacional.
Después de la actuación en Cataluña el 1O, en que una policía autonómica hizo lo que le dio la gana, hubiera tenido que dimitir.
El problema es que en el fondo, desde la creación del Estado Autonómico, la política española se basa en permitir y conceder todo a todos los enemigos. Es decir, que la política de claudicación y entreguismo es la norma del régimen que padecemos. Por eso no dimite nadie.
La policía autonómica, los políticos autonómicos, los votantes, los comités facciosos, las asambleas “nacionales”, los ómniums “culturales”, las televisiones autonómicas, los periódicos, las radios y todo hijo de vecino hizo lo que le vino en gana y lo sigue haciendo.
Pero discrepo en que Don Juan Ignacio sea el responsable último del desaguisado porque quien estaba al frente del operativo era Doña Soraya. En todo caso, deberían dimitir los dos.
Yo creo que el 90%, por lo menos, de los españoles, somos conscientes de que este tío es un inútil, por lo menos para ministro del interior.
¡Y seguramente para cualquier otro cargo!
Visto que es juez, aunque prácticamente no ha ejercido casi nunca (es “modelo Belloch, “jueces” que se pasan la vida haciendo político), ¿no sería bueno que volviera a la judicatura, antes de jubilarse?
MÁS QUE NADA, PORQUE PRONTO SUS EX COMPAÑEROS NO LE VAN A CONOCER…
El chusco episodio de hoy, con el robo de una embarcación de las propias dependencias policiales en La Linea, produce rubor y vergüenza ajena…
Excelente retrato de uno de los tontos más grandes de la política actual. Solo hay que ver el chusmo episodio de hoy en La Linea, el robo de cientos de kilos de cocaína en la jefatura superior de policía de Sevilla, se supone que por ALGUNOS POLICÍAS DELINCUENTES, pues no creo que allí tengan acceso libre los delincuentes, como no sea a los calabozos, etc. ES UN INÚTIL TOTAL, QUE NO SIRVE PARA EL CARGO QUE OCUPA. Dicen que en Sevilla le llaman EL ZAMPABOLLOS, por razones obvias. Ignoro si es verdad, de cualquier forma conozca a mucha gente gorda… Leer más »
Y que razón tienes el artículo y tu comentario no tienen desperdicio